
Guillermo Cano, un diestro que no perdonaba el arco rival.
En la redacción de El Espectador permanecen, cada día más cargadas de nostalgia, piezas únicas del periodismo. Aquella página, coloreada en sepia, con la cual este diario anunció, el 17 de diciembre de 1986, que Guillermo Cano había sido asesinado. O la portada del día siguiente al atentado con explosivos, con la que, contra todo pronóstico, se anunció que “¡seguimos adelante!”. Pero, además, hay una reliquia especial. Escondido en el archivo, en medio de enormes libros marrones, sobrevive una pequeña cartilla verde. Se trata de la...
Por Jhoan Sebastian Cote
Comunicador social con énfasis en periodismo y producción radiofónica de la Pontificia Universidad Javeriana. Formación como periodista judicial, con habilidades en cultura, deportes e historia. Creador de pódcast, periodismo narrativo y actualidad noticiosa.@SebasCote95jcote@elespectador.com
Por jcote@elespectador.com / @SebasCote95
Conoce más
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación