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A través de un comunicado, la Procuraduría General de la Nación alertó que la morgue de Calarcá (Quindío), la cual presta su servicio a los demás municipios del departamento, no tiene la capacidad suficiente para atender una emergencia que involucre más de tres cuerpos.
Esta situación se hizo evidente para la Procuraduría luego de que el pasado 16 de julio, tras una inspección realizada por la Secretaría de Salud, se tomara la decisión de que fuera clausurada.
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La Procuraduría Regional de Instrucción del Quindío y la Procuraduría Delegada Ambiental y Agraria hicieron un llamado, especialmente a Medicina Legal, para que encuentren soluciones rápidas articulándose con otras entidades. Asimismo, la Procuraduría General convocó una mesa de trabajo con el objetivo de recurrir a medidas urgentes y así evitar que se genere una emergencia sanitaria.
Por esto, la entidad conformó cuatro comisiones: la primera de infraestructura para realizar mejoras inmediatas; otra jurídica que se encargará de revisar el contrato entre Medicina Legal y el Hospital La Misericordia. Además, se formó una comisión para buscar financiación de los municipios para una nueva morgue, y la última se creó para estudiar la posibilidad de un espacio temporal que sirva de respaldo.
Debido a esto, la Procuraduría advirtió que vigilará estos compromisos “pactados en materia de aseo, vigilancia, infraestructura y medio ambiente, luego de las visitas adelantadas en los días posteriores al siniestro y del cierre temporal del lugar que se hizo mientras se establecía un plan de contingencia, con cronograma específico, para permitir la reanudación de sus labores”.
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Un caso en el que se hizo evidente la problemática de la morgue de Calarcá fue el siniestro vial en el que 11 estudiantes de la Universidad Alexander von Humboldt fallecieron en el puente helicoidal del municipio, el pasado 24 de mayo. Sus cuerpos tuvieron que ser trasladados a la ciudad de Pereira (Risaralda).
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