“El cerebro de todo esto fue el señor Otero; él controlaba la empresa. Tenía el 49% de la empresa y a tres miembros en la junta directiva. Él estuvo detrás de este bochornoso hecho”. Así se refirió el fiscal del caso Fidupetrol, Fabián Ordóñez, a la presunta participación de Hélber Otero Pacheco, accionista mayoritario de esta fiduciaria, en un supuesto tráfico de influencias en la Corte Constitucional para que el alto tribunal fallara favorablemente una tutela interpuesta por la firma con el fin de que se la eximiera de un pago de $22.000 millones, ordenado por la Corte Suprema de Justicia.
A Otero, capturado el pasado jueves, se le imputó el cargo de tráfico de influencias. El empresario se declaró inocente. No obstante, para la Fiscalía hay pruebas de que Otero fue quien buscó al abogado Víctor Pacheco después de que Fidupetrol fuera sancionada por la Corte Suprema de Justicia por un desfalco en Casanare. Otero se puso a indagar por personas que tuvieran alguna influencia en la Rama Judicial y que pudieran lograr que se tumbara el mencionado fallo. Dio entonces con Víctor Pacheco, un reconocido abogado costeño, al parecer cercano a los magistrados Jorge Pretelt y Alberto Rojas Ríos.
Otero le dijo que se viniera desde Barranquilla, donde se encontraba y donde había desarrollado gran parte de su carrera como abogado. Para el ente investigador, Otero fue “el hombre detrás del escritorio (...) quien trajo desde Barranquilla al abogado Víctor Pacheco”. Entonces lo contrató para que, aprovechando sus nexos con magistrados de las altas cortes, incidiera en que la mencionada tutela saliera favorable y que a Fidupetrol no le tocara pagar $22.500 millones. Para que Pacheco cumpliera con esta misión, Otero le pagó $152 millones.
Fue entonces que Pacheco se reunió con el magistrado de la Corte Constitucional Jorge Ignacio Pretelt Chaljub, al parecer, para que intercediera a favor suyo. Esto dijo el mismo Pacheco en una conversación telefónica con el magistrado de la Corte Constitucional Luis Ernesto Vargas Silva. También, que en el encuentro en el apartamento del expresidente del alto tribunal, éste le dijo a Pacheco que la tutela le había quedado al magistrado Mauricio González Cuervo y que él podía hablar con González. No obstante, al final la tutela fue negada, entre otras con el apoyo de Pretelt.
Durante la imputación de cargos en su contra, la Fiscalía lo dijo claro: “No es lo mismo una tutela con ‘padrino’, cuyo interesado hace agasajos a los magistrados, a una que no tiene esas ventajas para que sea seleccionada. Eso afecta el principio de imparcialidad. Las razones que determinaron la selección de la tutela fueron las que se pusieron por debajo de la mesa”. Pacheco se encuentra negociando con la Fiscalía para recibir beneficios jurídicos a cambio de colaborar con la justicia. En virtud de este acuerdo, aceptó el cargo de tráfico de influencias, aunque se declaró inocente del de enriquecimiento ilícito. Se espera, de la misma forma, que devuelva los $152 millones recibidos.
Pretelt, por su parte, es investigado por la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes que, no obstante, no ha pasado de la etapa investigativa de un proceso que se convirtió en el mayor escándalo que haya vivido esta corporación en sus 23 años de historia. Otero, por su parte, se encuentra a la espera de que la justicia defina su futuro.
Hélber Otero Pacheco, administrador de empresas de la Universidad de La Salle y con 25 años de experiencia, es un hombre que, aunque poco conocido, ha estado involucrado de alguna u otra forma a algunos de los mayores escándalos financieros de la década.
En 2004 fue denunciado por Citibank por estafa y falsedad en documento público, pero no fue condenado. Igualmente es cercano a algunos de los protagonistas del descalabro de la firma comisionista Interbolsa y a las maniobras irregulares, como el empresario Juan Carlos Ortiz, de quien fue socio en reiteradas ocasiones. De la misma forma estuvo estrechamente vinculado a la hoy cuestionada Proyectar Valores. Sin embargo, la Fiscalía cree que el peor de sus negocios fue haber contratado a Víctor Pacheco para tratar de poner a la Corte Constitucional a su favor. Otero, por su parte, reitera que es inocente.
Al cierre de esta edición, se definía si Otero era cobijado o no con una medida de aseguramiento, por solicitud de la Fiscalía, apoyada por la Procuraduría .