"Hubo una decisión, pero no justicia": abogado que pedía libertad del Oso Chucho
El Espectador habló con el abogado Luis Domingo Gómez luego de que la Corte Constitucional negara la tutela con la que solicitaba un habeas corpus para el oso andino que se encuentra en cautiverio en el zoológico de Barranquilla, cerrando de paso la discusión sobre los derechos de los animales.
Redacción Judicial
Este miércoles la Corte Constitucional negó una tutela que pedía la liberación de Chucho, un ejemplar de oso de anteojos que está en el zoológico de Barranquilla mediante un hábeas corpus. Este recurso concebido para frenar detenciones arbitrarias, había sido concedido por la Sala Civil de la Corte Suprema inicialmente en 2017. En ese momento se ordenó el traslado del animal a la Reserva Forestal Protectora de Río Blanco, en Manizales, su hábitat natural. Pero una tutela tumbó esa decisión (y otra la confirmó) y el caso escaló, finalmente, al máximo tribunal constitucional, que negó, finalmente, la solicitud libertad.
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Este miércoles la Corte Constitucional negó una tutela que pedía la liberación de Chucho, un ejemplar de oso de anteojos que está en el zoológico de Barranquilla mediante un hábeas corpus. Este recurso concebido para frenar detenciones arbitrarias, había sido concedido por la Sala Civil de la Corte Suprema inicialmente en 2017. En ese momento se ordenó el traslado del animal a la Reserva Forestal Protectora de Río Blanco, en Manizales, su hábitat natural. Pero una tutela tumbó esa decisión (y otra la confirmó) y el caso escaló, finalmente, al máximo tribunal constitucional, que negó, finalmente, la solicitud libertad.
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En diálogo con este diario, el abogado que interpuso inicialmente el habeas corpus, Luis Domingo Gómez cuestiona que el alto tribunal asegure que los animales no tienen derecho a la libertad y asegura que se perdió una nueva oportunidad para defender la biodiversidad del país.
La Corte concluyó que no se le podía conceder el habeas corpus a Chucho porque los animales no gozan del derecho a la libertad, ¿a usted qué opinión le merece esta decisión?
Con todo el respeto, es un contrasentido con la realidad. Nada más libre en el mundo y en la naturaleza que los animales. Yo preguntaría: ¿qué animal tiene nacionalidad? Un oso de anteojos, como Chucho, trasciende las fronteras. O es que acaso predicamos la libertad en términos humanos, ¿por qué yo como juez puedo ponerle una restricción de movilidad a un animal? Después de una afirmación así, yo sí invitaría a los magistrados que se desconecten de la academia estricta y se unten un poco más de naturaleza. Aquí hubo una decisión, pero no hubo justicia.
¿Ha contemplado otros mecanismos jurídicos para poner esta discusión de los derechos de los animales en la agenda nacional?
Sí que hay algunos mecanismos, pero de pronto no son los pertinentes para defender estos derechos especiales. El habeas corpus es un mecanismo de protección constitucional. Así que todavía no entiendo por qué la Corte dice que los animales no son sujetos de derechos y sí de protección constitucional, pero no concede la protección. La pregunta es, entonces: ¿sigue pensando la Corte que los animales son cosas? Ese es un gran interrogante de la dogmática jurídica que habría que plantearle a los magistrados. Es más, que los juristas los hayamos cerrados en la clasificación de cosas por mucho tiempo, no significa que lo sean: los animales son seres vivos.
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Pero, por ejemplo, el magistrado Alberto Rojas Ríos dijo que está de acuerdo en abrir el debate de los derechos de los animales, pero que en este caso el habeas corpus no procedía...
De pronto le hallo razón, en la medida en que, efectivamente, si somos estrictamente formalistas, no hay un mecanismo para garantizar los derechos de los animales. Tendríamos, tal vez, la acción popular. Pero, una acción popular, ¿cuánto tiempo se demora? En el caso de Chucho, un habeas corpus, que es breve, que se demora 36 horas en resolverse, yo lo radiqué en 2017 y hasta ahora se resolvió definitivamente. La realidad demostró otra cosa.
En la sentencia, por lo que se sabe hasta ahora, la Corte va a señalar unos vacíos en la protección legal de los animales, pero no le va a ordenar ni pedir al Gobierno o al Congreso que regule este tema, ¿qué opina de esto?
Si no hay exhortos, pues la Corte pierde una oportunidad valiosa para invitar al Ejecutivo y al Legislativo, que no han querido, cumplir su deber en un momento en el que la humanidad grita desesperadamente por proteger la biodiversidad porque está directamente relacionada con su permanencia en la tierra. Eso no tiene ningún sentido.
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Chucho finalmente se va a quedar en Barranquilla, como aconsejaban algunos expertos. Más allá de la discusión de los derechos de los animales, ¿si era lo mejor para su organismo, por qué no comparte la decisión?
Yo solamente diría: revisen lo que sucedió con Sandra, la horangutana argentina. Cuatro años de entrenamiento y tratamiento para ponerla en condiciones óptimas de salud para irse a una reserva natural. Entonces, creo yo que aquí es falta de voluntad jurídica. Falta de sentido común. A mí me duelen este tipo de decisiones es por el país, que no consultan nuestras necesidades de fondo, pero a pesar de todo salimos a decir con orgullo que somos el segundo país más biodiverso del mundo.