A través de su cuenta de Twitter, el director para América de Human Rigths Watch (HRW), José Manuel Vivanco, le pidió al ministro de Defensa, Diego Molano, que responda sobre el uso de unas tanquetas de la Policía que se han venido usando en el marco de la protestas y que, según Vivanco, son armas peligrosas e indiscriminadas. Se trata de unos vehículos del Esmad que tiene incorporadas armas más sofisticadas y costosas. Venom, como se llama el lanzador múltiple de proyectiles, tiene un costo cercano a los $400 millones y tiene como fin dispersar rápidamente turbas de una forma que ,según el Ministerio de Defensa no es letal.
Colombia: Con testigos presenciales y verificación digital de videos hemos corroborado el uso de tanquetas con lanzadores de proyectiles múltiples dirigidos a manifestantes.
— José Miguel Vivanco (@JMVivancoHRW) May 6, 2021
Es un arma peligrosa e indiscriminada. @mindefensa debe dar explicaciones.pic.twitter.com/97x2GqfU1e
Según la descripción del fabricante, este es elaborado con materiales metálicos y cuenta con tres compartimientos de carga cada uno con capacidad para disparar 10 cartuchos los cuales pueden alcanzar hasta 150 metros de distancia. Para disparar hay que hacerlo con un control desde el interior del vehículo. De esta forma, el disparador en un ángulo de 45 grados libera los cartuchos que generan una dispersión de gas irritante por un periodo mínimo de 30 segundos por cada uno.
El pasado martes 4 de mayo, en el sur de Bogotá, fueron varios ciudadanos que se asustaron con los estruendos que genera esta tanqueta. Habitantes de localidades de Kennedy y Bosa, advirtieron que estas tanquetas fueron usadas en sitios residenciales, y reprocharon el accionar de la Policía. Esa noche, en el sur de la capital, 25 CAI de la Policía fueron destruidos y 30 civiles y 16 policías heridos.
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Uno de los hechos más violentos ocurrió CAI de la Aurora, en Usme, en donde le prendieron fuego a la instalación oficial, sin importar que dentro aún permanecían 10 policías. Según informó la administración, al menos cinco sufrieron heridas. En las imágenes compartidas por redes sociales se evidencia como algunos alcanzan a salir, pero son agredidos por la turba que se encontraba afuera esperándolos.
Esa misma noche, que fue una de las más delicadas en cuanto a orden público en medio de las protestas del Paro Nacional, en el sistema Transmilenio se contabilizaron ocho estaciones vandalizadas, entre ellas Terreros, Molinos, Venecia, Avenida Primero de Mayo, Portal 20 de Julio y Contry Sur, al igual que 30 articulados y biarticulados y 74 del SITP, de los cuales cuatro fueron incinerados. Incluso, la alcaldesa de Bogotá, tuvo que solicitar asistencia militar para que se custodiara el patio taller de Transmilenio de las Américas y algunos centros de reclusión para evitar la fuga de presos.