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Por medio de un comunicado, la Armada Nacional confirmó la desvinculación de un grupo de infantes de Marina involucrados en un presunto caso de abuso sexual. De acuerdo con la comunicación, se trata de una mujer mayor de edad residente de Puerto Leguizamo (Putumayo). Los hechos habrían ocurrido el pasado 14 de junio por integrantes del Batallón Fluvial N. 30.
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“Los presuntos hechos habrían ocurrido en un sector aledaño a un Puesto Avanzado de Infantería de Marina ubicado en zona rural del municipio de Puerto Leguízamo”, dijo la Armada en la comunicación. La mujer interpuso la denuncia en la Fiscalía 40 seccional en la capital de Putumayo.
Aunque se desconoce cuántos militares están vinculados con el abuso sexual a esta mujer, la Armada confirmó que fueron desvinculados de la institución, “sin perjuicio de las acciones disciplinarias correspondientes y de la acción judicial que se encuentra en curso por parte de la Fiscalía”.
@ArmadaColombia realiza indagación preliminar en #PuertoLeguizamo #Putumayo.
— Armada de Colombia (@ArmadaColombia) July 9, 2020
➡️https://t.co/kHDc861h33
Con este anuncio, ya serían tres los casos denunciados en menos de tres semanas que involucran a miembros de las Fuerzas Armadas. A pesar de ser el primer caso denunciado en contra de una mujer mayor de 18 años recientemente, desde el pasado 24 de junio las Fuerzas Militares están en el ojo del huracán. Ese día se conoció que siete miembros del Ejército violaron a una niña indígena en Puerto Rico (Risaralda) luego de haberla raptado.
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La menor de 18 años fue raptada por los siete militares mientras estos realizaban labores de vigilancia. Los días siguientes a la denuncia, al frente del Batallón San Mateo en Pereira, el Resguardo Unificado Embera Chamí, a la que pertenece la niña, denunció que por años han estado entre la espada y la pared sin poder denunciar otros abusos a las mujeres de su comunidad. Los siete militares acusados de delito de acceso carnal abusivo agravado y aceptaron cargos el 25 de junio.
Cinco días después de los hechos conocidos en Risaralda, otro caso de abuso sexual sacudía a las fuerzas militares. Esta vez se trataba de una niña indígena perteneciente a la comunidad nukak makú quien relató haber estado secuestrada en el batallón de San José del Guaviare durante cinco días tal cual se explica en la denuncia interpuesta ante la Fiscalía el 19 de septiembre del año pasado. Sin embargo, el calvario para ella había empezado un mes atrás.
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Mientras estuvo en el Batallón de Infantería No. 19 General José Joaquín París en Guaviare, a donde la llevaron los militares en contra de su voluntad, dos uniformados la obligaron a tener relaciones sexuales. Era viernes y la niña había encontrado la forma de escapar. El lunes 19 de agosto de 2019, ingresó al Hospital de San José del Guaviare, donde la entraron en “código gris” (protocolo para violencia sexual). Más de una semana ha pasado sin que las autoridades den razón de las investigaciones. Las primeras versiones indican que los dos hombres habrían estado en las filas castrenses prestando el servicio militar y ya cumpliéndolo, no se les abrió ninguna investigación en su contra.