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En respuesta a los abusos sexuales cometidos por el sacerdote jesuita Darío Chavarriaga Jaramillo, ya fallecido, la Compañía de Jesús en Colombia (jesuitas) realizará este viernes un acto público de reparación y petición de perdón a la familia Llano Narváez. El evento tendrá lugar a las 3:00 p. m., en la plazoleta del Colegio Mayor de San Bartolomé, en el centro de Bogotá. Contará con la presencia de representantes eclesiásticos, víctimas y medios de comunicación.
La invitación fue extendida por el padre Hermann Rodríguez Osorio, Superior Provincial de la Compañía de Jesús, en un gesto que busca reconocer el daño causado por el sacerdote Chavarriaga, quien se desempeñó como director de estudios del mismo colegio. Según los testimonios de la familia Llano, el sacerdote se habría valido de su posición de poder e influencia para cometer los abusos, utilizando incluso la beca escolar de los niños como mecanismo de control.
Aunque Chavarriaga admitió su responsabilidad en el marco de una investigación interna de la Iglesia, el caso nunca fue trasladado a la justicia ordinaria. En lugar de enfrentar un proceso penal, fue retirado de sus funciones como decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Javeriana y enviado a una casa de reposo para religiosos, donde murió en 2015.
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Los abogados de las víctimas sostienen que la omisión de denuncia por parte de autoridades eclesiásticas permitió la continuidad de los abusos y profundizó el daño a los afectados. Esta situación derivó en una investigación penal que actualmente adelanta la Fiscalía General de la Nación, la cual evalúa la eventual responsabilidad del padre Francisco De Roux, quien fue Superior Provincial de los jesuitas en Colombia en 2014, por los presuntos delitos de favorecimiento y omisión de denuncia.
En su defensa, De Roux aseguró que solo tuvo conocimiento del caso en 2014 y que, en ese momento, adoptó las medidas a su alcance, entre ellas la aplicación de sanciones internas y la remisión del caso a las instancias eclesiásticas del Vaticano. Sin embargo, reconoció que las expectativas de las víctimas superaron las acciones institucionales emprendidas hasta el momento.
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“La pederastia es un asunto que tenemos que enfrentar juntos en la Iglesia y en la sociedad”, manifestó De Roux. “En la sinceridad, la franqueza, la justicia y el respeto, si queremos una solución a fondo con los cambios que faltan por hacerse. Es una construcción colectiva en verdad y justicia restaurativa hacia la reconciliación”. El acto del viernes se presenta como un paso simbólico en el camino hacia esa reconciliación, aunque el proceso judicial y la reparación integral de las víctimas siguen en curso.
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