Para este jueves 5 de noviembre estaba programada la audiencia de imputación de cargos en contra del soldado que acabó con la vida de Juliana Giraldo. La mujer murió en plena vía del municipio del municipio de Miranda (Cauca) luego de que un soldado regular perteneciente al Batallón de Alta Montaña N° 8 José María Vesga disparara en contra del vehículo en el que ella se movilizaba junto con su compañero sentimental y otros dos hombres. Una bala impactó su cabeza y apagó su vida en un segundo, el pasado 24 de septiembre.
Ese mismo día inició una investigación que prometía celeridad. La Fiscalía designó a un “fiscal experto” para que abordara el caso, además, con una perspectiva que tuviera presente la “identidad de género de la víctima”, pues juliana era una mujer Trans. El Espectador conoció que este jueves 5 de noviembre, ante el Juez Promiscuo Segundo Municipal de Miranda (Cauca), se llevó a cabo la audiencia de imputación de cargos en contra del militar vinculado como presunto victimario.
Sin embargo, la diligencia no se pudo desarrollar porque surgió una discusión entre las partes sobre si el caso debía llevarse en la jurisdicción penal ordinaria o en la jurisdicción penal militar. El abogado defensor del soldado propuso el conflicto de competencia, indicando que la juez de garantías era incompetente para llevar el proceso, toda vez que el hecho debía ser conocido por la justicia penal militar. A su vez, la fiscal del caso se opuso argumentando las razones por las cuales la competencia debe estar en cabeza de la jurisdicción ordinaria.
La postura de la Fiscalía fue avalada por el Ministerio Público y el representante de víctimas quienes también consideran que el caso debe continuar en manos del ente investigador. En consecuencia, la juez de control de garantías decidió remitir el caso a la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, para que dirima el conflicto.
Cuando ocurrieron los hechos, la Red Comunitaria Trans aseguró que Juliana Giraldo era la mujer trans número 28 que muere este año en circunstancias violentas. “Las personas trans morimos dos veces; primero, cuando nos matan, cuando nos apuñalan, cuando nos ponen el pie encima del Estado negligente. Segundo, cuando la Fiscalía registra las muertes sin legitimar nuestra construcción de género”, expresó en su cuenta de Twitter la misma organización, horas antes de que la Fiscalía anunciara quién quedaba a cargo del caso: un experto en temas LGBTI. Si ese enfoque servirá o no para las indagaciones es algo que está por descubrirse.
El Ejército no ha dado aún ninguna versión para explicar por qué el militar le disparó al vehículo en el que se movilizaban esas cuatro personas. En el comunicado que expidió el Comando Específico del Cauca, este señaló que “lamentaba” informar a la opinión pública que “una mujer resultó muerta a causa de un disparo por parte de un integrante de la Fuerza” cuando las tropas “adelantaban labores de control militar de área”, aunque no dio detalles de lo que esas labores implicaban. La cabeza del Comando, el general John Rojas, confirmó públicamente que el militar que hizo el disparo estaba ya bajo la custodia de las autoridades.
De Juliana Giraldo, quien no era persona pública, se sabe poco. Era una estilista, vivía con su pareja, Francisco Larrañiaga, hacía dos años y entre ambos criaban pollos para la venta. Según contó el
compañero sentimental de Juliana a medios de comunicación, no tenían mucho, soportaban el estigma por su condición de mujer trans, pero vivían felices. “¿Por qué me matan a la persona que me da felicidad?”, dijo Larrañiaga. Lo cierto es que, a la fecha, la Fiscalía no ha informado sobre avances en la investigación pues, aseguran, se trata de un tema que se está manejando bajo reserva. Pero ahora el futuro del proceso judicial por este caso está en manos de la Judicatura.