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La Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá negó en la tarde de este miércoles 25 de junio la solicitud hecha por el exlíder paramilitar Salvatore Mancuso, de trasladar su domicilio de la capital, donde vive desde que regresó de su extradición a Estados Unidos, hacia Montería (Córdoba), argumentando razones de salud.
En abril de este año, la Corte Suprema de Justicia resolvió un conflicto de competencias entre los tribunales de Justicia y Paz de Bogotá y Barranquilla, sobre quién debía asumir el caso y resolver la solicitud del exlíder paramilitar.
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“La solicitud del cambio de domicilio se encontraba justificada y fundamentada en el conocimiento con el que en este momento cuenta la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla, en tanto adelanta juicios contra su representado con ocasión a los crímenes que cometió con la estructura paramilitar que comando en la costa del país”, argumentó en su momento la Sala Penal del Distrito Judicial de Bogotá, cuando remitió el caso a la Corte Suprema de Justicia.
El alto tribunal finalmente decidió que el caso debía quedarse en Bogotá y fue la magistrada Alexandra Valencia Molina la encargada de evaluarlo. La misma togada confirmó la prohibición impuesta al antiguo jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) para movilizarse a los departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, César, Magdalena, La Guajira y Norte de Santander, donde ese grupo al margen de la ley tuvo amplia influencia. También en los municipios de Apartadó, Arboletes, Ituango, Necoclí y San Pedro de Urabá, en Antioquia.
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Esa prohibición está basada en una decisión que tomó una jueza de Justicia y Paz, para proteger a las víctimas de la organización liderada por Mancuso, quien hace un par de semanas renunció a su designación como gestor de paz del gobierno Petro. Para poder viajar a los sitios mencionados, debía hacer una solicitud y recibir un permiso expreso para hacerlo.
En ese contexto, y tras su regreso a Colombia en febrero de 2024, Mancuso y sus abogados pidieron permiso para que el exjefe de las AUC pudiera trasladarse a vivir a Montería, argumentando razones médicas. Justo en 2004 había sido extraditado a Estados Unidos, junto a otros exjefes paramilitares, por delitos relacionados con narcotráfico, cometidos durante los años en los que comandó los bloques Norte y Catatumbo de las autodefensas.
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Finalmente, la magistrada Valencia Molina rechazó la solicitud, indicando que darle un espaldarazo al exjefe paramilitar podría revictimizar a habitantes de la región. “Muchos de ellos, anónimos ciudadanos que aún se esfuerzan por subsistir, pero que tienen plena conciencia de lo que para ellos significaría convivir en su ciudad, con quien hizo parte de la guerra que arrebató las vidas de sus familias, amigos o vecinos”, concluyó la jueza.
Esta decisión se da solo un par de meses después de que el mismo Mancuso señalara que estaba en riesgo por modificaciones hechas a su esquema de seguridad. El hombre dijo en diciembre pasado que la decisión de retirar a una parte de sus escoltas era un palo en la rueda para su trabajo como gestor de paz del gobierno Petro.
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“No es coincidencia o casualidad que se ordene retirar mi esquema de seguridad precisamente al momento en que recorro el país para encontrar los bienes que entregamos y que fueron desaparecidos por la SAE (Sociedad de Activos Especiales)”, dijo en su momento. Pero ahora que ya no es gestor de paz y que la justicia le negó la posibilidad de irse a Córdoba, a Mancuso se le cierra cualquier puerta para salir de Bogotá.
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