Julio Gómez salpica a la Policía
Un nuevo escándalo se destapó en la Policía por culpa del mayor Édgar Moisés Riveros Moreno
El Espectador
El actual jefe administrativo de la Policía Metropolitana de Popayán, quien habría presionado al contratista Julio Gómez y a otro particular, Édgar Orlando Hidalgo Acero, para que le dieran una alta suma de dinero a cambio de agilizar los trámites de cesión de un contrato firmado en 2011. Al cierre de esta edición, la Fiscalía le imputaba al oficial cargos por el delito de concusión, en los juzgados de Paloquemao en Bogotá.
Según informó el ente investigador, hace tres años la Policía firmó un contrato con Julio Gómez para la construcción del centro de rehabilitación Valentina AOS, en la capital del país. El valor de las obras fue de $5.774 millones. Sin embargo, después de que estallara el escándalo por el cartel de la contratación en Bogotá y el contratista terminara señalado de ser uno de los principales responsables del desfalco a las arcas del Distrito, Gómez cedió el negocio a Hidalgo Acero.
Fue entonces que empezaron las trabas para agilizar el proceso de cesión. Según declararon los contratistas Gómez e Hidalgo, el mayor Riveros, que en la época de los hechos era coordinador del Grupo de Construcciones del Fondo Rotatorio de la Policía, empezó a presionarlos para que le pagaran una comisión y así acelerar el traspaso del contrato. Esta revelación abre un nuevo capítulo en el marco de la colaboración de Julio Gómez con la Fiscalía respecto a la contratación irregular en la capital del país. Es la primera vez que el polémico contratista señala a miembros de la Fuerza Pública.
La Fiscalía también investiga una denuncia interpuesta por Édgar Hidalgo contra el mayor Ramírez, en la cual señala que el oficial también le exigió dinero para adjudicarle un contrato por $33.000 millones para adelantar las obras de modernización y reparación de la Clínica de la Policía en Cali.
El actual jefe administrativo de la Policía Metropolitana de Popayán, quien habría presionado al contratista Julio Gómez y a otro particular, Édgar Orlando Hidalgo Acero, para que le dieran una alta suma de dinero a cambio de agilizar los trámites de cesión de un contrato firmado en 2011. Al cierre de esta edición, la Fiscalía le imputaba al oficial cargos por el delito de concusión, en los juzgados de Paloquemao en Bogotá.
Según informó el ente investigador, hace tres años la Policía firmó un contrato con Julio Gómez para la construcción del centro de rehabilitación Valentina AOS, en la capital del país. El valor de las obras fue de $5.774 millones. Sin embargo, después de que estallara el escándalo por el cartel de la contratación en Bogotá y el contratista terminara señalado de ser uno de los principales responsables del desfalco a las arcas del Distrito, Gómez cedió el negocio a Hidalgo Acero.
Fue entonces que empezaron las trabas para agilizar el proceso de cesión. Según declararon los contratistas Gómez e Hidalgo, el mayor Riveros, que en la época de los hechos era coordinador del Grupo de Construcciones del Fondo Rotatorio de la Policía, empezó a presionarlos para que le pagaran una comisión y así acelerar el traspaso del contrato. Esta revelación abre un nuevo capítulo en el marco de la colaboración de Julio Gómez con la Fiscalía respecto a la contratación irregular en la capital del país. Es la primera vez que el polémico contratista señala a miembros de la Fuerza Pública.
La Fiscalía también investiga una denuncia interpuesta por Édgar Hidalgo contra el mayor Ramírez, en la cual señala que el oficial también le exigió dinero para adjudicarle un contrato por $33.000 millones para adelantar las obras de modernización y reparación de la Clínica de la Policía en Cali.