Un Fiscal de la Unidad de Derechos Humanos decidió precluir la investigación que adelantaba en contra cuatro uniformados del Batallón Fusileros de Infantería de Marina No 4., por el asesinato de un civil en Colosó, Sucre.
Se trata del teniente Paúl Eduardo García Lissa, el subteniente Moisés David Palermo Orozco, y los cabos Iván Andrés Mejía Guayara y Ever Enrique Pienda Micahan, quienes fueron investigados como coautores de homicidio en persona protegida.
Los hechos ocurrieron el 3 de mayo del 2007, cuando el ciudadano Luis Gómez Porto fue ultimado a tiros, en el curso de una operación militar que adelantaban los uniformados en la zona.
Los militares adujeron que su ataque en contra de Gómez Proto se dio en respuesta a que el civil, que portaba un fusil calibre 5,56, abrió fuego en su contra, por cuanto se vieron avocados a disparar sus armas.
El grupo de peritos comisionados por la Fiscalía para analizar el arma de la que, se decía, había hecho uso el occiso, determinó que, en efecto, éste sí había disparado contra los militares.
Esta conclusión se derivó del estudio del artefacto y de un casquillo de bala que fueron recuperadas en la escena del crimen y que luego fueron cotejadas con las respectivas pruebas de absorción atómica al cadáver.
Así, se logró establecer la uniprocedencia entre el proyectil y el arma, informó la Fiscalía General de la Nación.