:format(jpeg)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elespectador/B62DGNSWFRDXZMXQ4ANT4WUIKM.jpg)
Mauricio Parra es, para la Fiscalía, uno de los principales testaferros de las Farc y el presunto responsable del asesinato del dueño de Surtifruver, Johnny Orjuela, en 2017. Hace un año largo está inmerso en un lío judicial con todos los ingredientes de un gran enredo: falsos testigos, trabas para que la investigación avance e incluso supuestos pagos irregulares y presiones de la Fiscalía. En entrevista con El Espectador, Parra contó detalles de lo que ha vivido desde que fue capturado, en septiembre de 2018. Reiteró que nada tiene que ver con la guerrilla y menos con el asesinato de su exsocio en un cultivo de arándanos. Para él, y así lo ha sostenido su defensa ante los jueces del caso, todo se trata de un montaje de la Fiscalía que, dice, ha recurrido a un testigo falso, Fernando Bahamón, para desacreditarlo a él y, de paso, al proceso de paz.