“La Fiscalía está engañando al país en el caso Surtifruver”: Mauricio Parra
Mauricio Parra está empeñado en demostrar que no es un testaferro de las Farc y que nada tiene que ver con el asesinato del dueño de Surtifruver en 2016. En entrevista, el empresario asegura que está metido en este lío por cuenta de un testigo falso de la Fiscalía.
Redacción Judicial
Mauricio Parra es, para la Fiscalía, uno de los principales testaferros de las Farc y el presunto responsable del asesinato del dueño de Surtifruver, Johnny Orjuela, en 2017. Hace un año largo está inmerso en un lío judicial con todos los ingredientes de un gran enredo: falsos testigos, trabas para que la investigación avance e incluso supuestos pagos irregulares y presiones de la Fiscalía. En entrevista con El Espectador, Parra contó detalles de lo que ha vivido desde que fue capturado, en septiembre de 2018. Reiteró que nada tiene que ver con la guerrilla y menos con el asesinato de su exsocio en un cultivo de arándanos. Para él, y así lo ha sostenido su defensa ante los jueces del caso, todo se trata de un montaje de la Fiscalía que, dice, ha recurrido a un testigo falso, Fernando Bahamón, para desacreditarlo a él y, de paso, al proceso de paz.
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Mauricio Parra es, para la Fiscalía, uno de los principales testaferros de las Farc y el presunto responsable del asesinato del dueño de Surtifruver, Johnny Orjuela, en 2017. Hace un año largo está inmerso en un lío judicial con todos los ingredientes de un gran enredo: falsos testigos, trabas para que la investigación avance e incluso supuestos pagos irregulares y presiones de la Fiscalía. En entrevista con El Espectador, Parra contó detalles de lo que ha vivido desde que fue capturado, en septiembre de 2018. Reiteró que nada tiene que ver con la guerrilla y menos con el asesinato de su exsocio en un cultivo de arándanos. Para él, y así lo ha sostenido su defensa ante los jueces del caso, todo se trata de un montaje de la Fiscalía que, dice, ha recurrido a un testigo falso, Fernando Bahamón, para desacreditarlo a él y, de paso, al proceso de paz.
Usted intentó que la JEP asumiera todos sus casos, entre ellos el homicidio de Johnny Orjuela, socio mayoritario de Surtifruver. Pero la jurisdicción dijo que no estudiará el caso Surtifruver, bajo el argumento de que no es un hecho relacionado con el conflicto. ¿Cómo recibe esa decisión?
Es una decisión influenciada por la Fiscalía, porque nosotros acudimos a la JEP cuando el ente investigador advirtió que Fernando Bahamón Céspedes (testigo en su contra) dijo que él era un supuesto guerrillero. Mi abogado, Andrés Guzmán, asumió entonces que el juez natural eran los magistrados de la JEP. Eso fue hace casi dos años. Pero en ningún momento era porque yo aceptara ser guerrillero o que le hubiera servido a las Farc para algo. Nunca he tenido negocios con algún miembro de la guerrilla. Pedí que analizaran en esa jurisdicción mi caso por las mentiras que han dicho sobre mi actividad comercial.
¿Usted no reconoció ante la JEP que fue testaferro de las Farc y responsable del homicidio de Orjuela?
No, nada. Estoy metido en un tema muy turbio. En la Fiscalía, por ejemplo, dañaron el celular de Orjuela, cuando se enteraron de que teníamos pruebas de cómo investigadores manipularon ese teléfono. También pidieron que el caso fuera a la JEP, a pesar de que siempre se habían opuesto. Tan pronto Alejandro Carranza, otro de mis abogados, en una audiencia de más de seis horas demostró cómo compraron testigos y fueron engañados por Bahamón Céspedes, se acabó la audiencia y fue aplazada para que el país no se enterara de las terribles cosas que han hecho desde la Fiscalía. Han constreñido testigos, los han amenazado con más cárcel y con que van a meter a sus familiares al proceso.
¿Lo que usted quiere decir es que su defensa demostró que la Fiscalía manipuló las pruebas del caso Surtifruver?
Claro. Está demostrado. La misma jueza le preguntó qué pasó y respondió que el celular (de Johnny Orjuela) no prendía ni cargaba. Resulta que eso es falso. Lo manipularon. Un equipo de alta gama no puede aparecer dañado de la nada, cuando estuvo guardado en un almacén de evidencia, bajo custodia de la Fiscalía. Eso sucedió justo cuando entró a colaborar en mi defensa Alejandro Carranza, quien ha descubierto todo este montaje. Hago una solicitud a la ONU, a la Misión Colombia, al Comisionado de Paz, al Partido de la Rosa, para que por favor certifiquen que yo no aparezco en los listados de guerrilleros de las Farc. Eso es una mentira con la que la Fiscalía ha logrado engañar a jueces y a la JEP.
¿Cuál cree que es la intención de la Fiscalía?
La verdad es que esta mentira se gestó desde Néstor Humberto Martínez, quien los engañó a todos diciendo que yo era guerrillero. Él salió en una rueda de prensa diciendo que había capturado al testaferro más grande de las Farc. La Fiscalía tiene otros intereses y ojalá pronto todo salga a la luz pública.
¿Cuáles son esos intereses?
Uno de ellos es acabar el proceso de paz. En mi caso existen otros empresarios que han sido vinculados, como los dueños de Supercundi y Mercandrea (la familia Mora Urrea) y otros (la familia Chaux y los Falla). Todos están metidos en el mismo problema y es el de ser acusados como testaferros de las Farc.
La Fiscalía lo está investigando en tres procesos. Y en ellos hay varios elementos en común. Uno es el testigo Fernando Bahamón. ¿Por qué ese hombre testificó en su contra?
Ese es el comodín que tiene la Fiscalía. Aparece en todas partes. Pero no está demostrado que haya sido guerrillero de las Farc o del Eln. Bahamón es un bandido y un reconocido testigo criminal que la Fiscalía ha utilizado para este montaje.
Usted denunció que él lo extorsionó. ¿Cómo fue ese episodio?
Ocurrió tres meses antes de mi captura (1° de septiembre de 2017). El 14 julio de 2017 empezó a extorsionarme en mis oficinas, ubicadas en la calle 82 con 15, en Bogotá. Ese día llegó a mis oficinas un tipo (Fernando Bahamón) armando un escándalo de que tenía que hablar conmigo. Manoteó hasta que se hizo atender a pesar de que yo estaba en una reunión. Cuando salí me dijo que él era jefe de seguridad de la Teófilo Forero en el Huila, y que me conocía. Me dijo que no me preocupara, que él me quería ayudar y ser mi amigo.
¿Qué más le dijo?
Comenzó a sacarme un listado de propiedades y a decir que yo era testaferro de la guerrilla y que tenía un fiscal en extinción de dominio que me estaba haciendo un proceso, Me dijo: “Colaborémonos”, y me dio la cifra de $500 millones. Me habló de un fiscal Sotomonte, que luego nos enteramos de que era el fiscal 35 de extinción de dominio. Me mostró foto y lo llamó al frente mío. El fiscal le dijo que lo llamara después, que estaba ocupado.
¿Y en qué quedaron?
Tomé la decisión luego de hablar con un abogado y de seguir el tema con el Gaula Policía. Ellos nos asesoraron, pero luego terminamos trabajando con el Gaula Ejército. Veníamos en ese propósito de capturar a Fernando Bahamón, porque también contactó a una de mis hijas por Facebook diciéndole que necesitaba hablar conmigo.
¿Qué hizo el Gaula del Ejército?
Tamaña sorpresa dentro de todo esto que nosotros acudimos al Gaula, hicimos las tareas que nos recomendaron. El doctor Mario Iguarán me recomendó seguir con el Gaula. El 1° de septiembre de 2017 generamos la denuncia. La idea era capturarlo al día siguiente entregando el dinero. Los del Gaula organizaron mis oficinas con micrófonos y cámaras para capturarlo. Yo tenía un viaje con mi hija a Monterrey (México), porque ella iba para una especialización de medicina e iba a ir a instalarla. Después de salir del Gaula, a las 7:00 de la noche, mi hija me llamó a decirme que no la dejaban salir del país. Me fui al aeropuerto, porque creí que estaban secuestrando a mi hija. Llegué y ahí me capturaron también a mí.
¿Usted conocía a Fernando Bahamón antes del episodio de su oficina en julio de 2017?
No. Nada.
Si Bahamón lo estaba extorsionando, ¿por qué en medio de ese proceso de denunciarlo le pagó un dinero?
A nosotros, a César Sierra (su socio) y a mí, el Gaula de la Policía nos dio un celular y un esfero con cámara para grabar al señor. Pero por sugerencia de Sierra, lo que hicimos fue pagarle una plata, como $10 o $15 millones, para quitárnoslo de encima. Resulta que eso se hizo, pero Bahamón regresó.
¿Pero usted autorizó ese pago?
El Gaula de la Policía dijo que esa extorsión estaba consumada. Además, ese pago estuvo monitoreado porque se hizo en un banco de un centro comercial en el sur.
¿Por qué Fernando Bahamón lo buscó?
Eso lo tenían direccionado. Al parecer, esa no era la primera vez que Bahamón lo hacía. Es un “modus operandi”.
¿Qué papel jugó la investigadora del CTI Eliana Burbano?
Ella es la persona que monta todo este tema. Después de dos años y medio (del crimen de Johnny Orjuela), nos hemos dado cuenta de que esa señora empezó a montarme el tema cinco meses antes de mi captura. Yo tuve una relación con Cecilia Rueda, la exesposa de Orjuela, y los investigadores de la Fiscalía me estaban presentando como el responsable de su muerte por idea de Eliana Burbano Chacón. Un día Eliana Burbano le dijo a Lina (Orjuela), la hija mayor de Cecilia, que cómo le parecía que Johnny Orjuela se le apareció en un sueño y le dijo que tenía que proteger a Cecilia de Mauricio Parra. Le dijo que era malo. Una vaina que no se lo cree nadie. Una persona que estaba dedicada solo a levantar cadáveres, se dedicó a una investigación completa.
¿Por qué?
Hay un abogado llamado Mario Correal que los denunció. Él fue a la oficina de mi abogado y le contó que Fredy Orjuela (hermano de Johnny) le había pagado un dinero a Eliana Burbano y a la Fiscalía para que buscaran un testigo en el bajo mundo y me inculparan.
¿Usted cree en esa versión? ¿Cree que Fredy Orjuela dio esa orden?
Uno dentro de esto cree que él está metido en ese cuento.
¿Cómo fue su relación con Eliana Burbano?
Ninguna. A ella la conocí el día de la captura.
Pero usted terminó dándoles unas declaraciones a los investigadores en contra de Cecilia Rueda y su hijo...
Los investigadores de la Fiscalía me visitan en la cárcel en noviembre de 2017 y me dicen que yo era un buen padre y un gran empresario, que estaban seguros de que yo no era el culpable. Que debería colaborar y hacer un preacuerdo. Lo que hicieron fue constreñirme con amenazas de que iban a meter presa a otra hija mía.
Sin embargo, usted sí rindió declaraciones...
Eliana Burbano, otros dos investigadores y un fiscal me abordaron para declarar. Lo que ellos querían con esas declaraciones era hacer un empalme y que yo certificara lo que había dicho Bahamón. Me dejé llevar en el tema porque mi preocupación eran mis hijas. Una estaba en la cárcel y la otra amenazada de ser capturada. Ante eso, uno hace lo que le proponen. Después desistimos del tema. Yo declaré bajo presión y esos testimonios también los manipularon, porque no pusieron exactamente lo que yo dije. Esas declaraciones se dieron en cuatro oportunidades y cambiaron lo que yo dije, porque ella (Eliana Burbano) me decía no lo hiciéramos por audio porque después le podía ayudar a ajustar y cambiar cosas.
¿Ya se retractó de esas declaraciones?
Sí. Lo hice ante la misma Fiscalía, entre noviembre y diciembre de 2017.
¿Denunció a Eliana Burbano y a los otros funcionarios?
Hemos denunciado, pero todo lo tienen engavetado. La denuncia que se puso hace más de dos años contra Fernando Bahamón también está en las mismas. Nos dijeron en algún momento que la Fiscalía había ordenado dejar esto quieto.
¿Qué ha pasado con su familia?
Está destruida. Tengo una hija de 16 años que es víctima de matoneo porque públicamente me han señalado de ser miembro de la guerrilla. Eso ha sido horrible. A mi hija Paola, a quien capturaron conmigo, le dieron permiso de estudio y está terminando su carrera. Eso no es fácil. Ya estoy cansado de que un hombre tan malvado como Fernando Bahamón ande tan tranquilo. Puede estar extorsionando a más gente, mintiendo y vinculando a otras personas a más procesos. Esto es lo peor.
La Fiscalía dice que tiene pruebas, por triangulaciones de su celular, que usted estuvo por la zona donde asesinaron a Johnny Orjuela. ¿Dónde estaba ese día?
Es una teoría que montó la Fiscalía con un investigador irresponsable, que en tres líneas de un informe, sin tener la experticia, advierte que las celdas de los celulares estaban cercanas. Logré asesorarme de expertos en temas informáticos y han descubierto ese montaje. El día del asesinato de Orjuela yo estaba en Pitalito (Huila). Cecilia me llamó y estuve acompañándola. En esto hay un engaño total de Bahamón, en complicidad con la Fiscalía. Hasta han engañado a las víctimas de las Farc haciéndoles creer que mi dinero es ilícito y que lo que tengo es de la guerrilla. Yo tengo las pruebas de dónde salieron mis recursos. Puede que en el pasado haya cometido errores y fui condenado con un tema de narcotráfico, pero nada tiene que ver con un cartel.
¿Su condena por narcotráfico estuvo relacionada en su momento con las Farc?
No. Nada. Para la época, en 2002, yo comercialicé ganado. Era un negocio que se manejaba con plata en efectivo. No se hacía ni con cheques ni con nada así. Para la época, la Policía me prestó escoltas. Yo era amigo del coronel de la Policía de Carreteras de ese entonces y por eso tenía cuatro escoltas. Yo venía con ellos desde Huila y me capturaron en La Dorada (Caldas). Ahí me estaban esperando. Esos escoltas traían droga y como yo iba con ellos, ahí quedé yo. Pero nunca he pertenecido a ninguna actividad de narcotráfico.
¿Usted nunca traficó drogas?
No. En lo absoluto. Mi dinero es limpio.
Pero a usted lo condenaron por eso...
Sí. Luché hasta lo último. Pero ahí hay algo evidente: los que tenían la droga eran los escoltas. No yo. Me arrepiento de haber tomado malas decisiones con esos acompañamientos. No he debido andar con esa gente.
Hoy la JEP insiste en que la teoría de la Fiscalía, que dice que usted fue un hombre de las Farc, es válida. ¿Eso es cierto?
No. Nada. Yo no sé nada de ellos. A mí me vinculan con alias El Paisa porque soy un constructor y trabajo en el sur del país. Tengo un proyecto en Pitalito y dicen que la tierra allá es de El Paisa y que esa región es de la guerrilla. Por eso dicen que Mauricio Parra es testaferro de El Paisa.
¿Usted conoce a alguien de las Farc?
A nadie. En lo absoluto. Yo creo que fui escogido para este terrible montaje porque necesitaban a alguien que se dejara condenar por tener rabo de paja. Pero conmigo se equivocaron. Soy inocente y voy a demostrar que no tengo nada que ver con las Farc.
¿Usted cree que hay un montaje orquestado desde la Fiscalía?
Claro. Cómo es que después de tanto tiempo en el que la Fiscalía se negó a que yo fuera a la JEP, que aplazó durante dos meses las audiencias de revocatoria que tenía conmigo, que pongamos el pasado 19 de diciembre en evidencia el montaje, la misma Fiscalía justifique que el juez no puede tomar la decisión de mi libertad porque eso es jurisdicción de la JEP. Esa jurisdicción ya había dicho que me aceptaba por unos delitos y por otros no. Para ellos, soy guerrillero para lavar plata y enriquecerme ilícitamente, pero no para cometer homicidios.
¿Qué otros testigos lo señalan a usted como testaferro de las Farc?
Solo Fernando Bahamón. Él está en todos los casos. Yo tengo mi verdad y es una verdad con pruebas, no de discurso. Yo tengo estudios tributarios, soy contador público y mi defensa está en los números que les he presentado a los jueces. Ahí están las pruebas.
¿Cómo explica que Fernando Bahamón se haya empeñado en acusarlo?
Eso viene de la Fiscalía. Es un tema de pagos. Es un testigo del bajo mundo y lo acomodaron. Allá tienen 38 procesos contra él, pero los tienen engavetados. Por poner un ejemplo de sus mentiras, cuando el señor dice que yo estoy en San Vicente del Caguán, él estaba en La Picota preso. Otro: cuando dice que mi hija mayor fue la mayor accionista de mi compañía matriz, ella tenía siete años cuando él dice que ocurrió ese hecho. Es algo que han manejado con libretos. Lo que han hecho es mentir y poner a Bahamón a mentir.
Si viera a Fernando Bahamón, ¿qué le quisiera decir?
No sé. No creo que pueda verlo de frente. Las autoridades se tienen que dar cuenta del tema demencial que sale de la Fiscalía. Esto es un tema de corrupción muy grande por querer dañar un proceso de paz. Hay mucha gente como yo que está en las mismas.
¿Usted ya le pidió perdón a Cecilia?
No he tenido oportunidad de hablar con ella porque sus abogados no lo han permitido. Es una buena mujer. Es algo que tengo que hacer.
¿Quién debe resolver su libertad?
Ya iniciamos una audiencia de revocatoria, pero ha sido varias veces aplazada para que el país no se entere de las barbaridades que ha hecho la Fiscalía, como amenazar a testigos y a sus familias. Me acaban de notificar que presentaron un recurso de impugnación. Yo ya presenté un “habeas corpus” y no le dieron tiempo al juez para resolverlo, pese a que eso tiene que ser una decisión de cuestión de horas. Cómo es posible que le pagaran a Bahamón $28 millones y a otras personas para que montaran todo esto. Cómo es posible que se dañen pruebas, como un celular que estaba en el proceso. Es una mentira muy grande la que le han contado a país. Yo me quedo en la justicia ordinaria sin ningún problema. Pero pido acompañamiento. La Fiscalía está engañando al país.