La Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) de la Policía y la Fiscalía anunciaron la captura de 40 miembros de la banda Los Flacos, un grupo sicarial que en la última década se abrió paso por el mundo criminal de la mano de antiguos narcotraficantes del norte del Valle del Cauca y La Cordillera, otro grupo criminal de origen narcoparamilitar en el Eje Cafetero. Aunque los titulares de prensa reseñaron que la estructura, relacionada con varios homicidios en esas zonas del país, quedó desarticulada con esta captura masiva, algunos de sus líderes siguen prófugos de la justicia e inmersos en una vendetta mafiosa en los últimos meses que tiene como epicentro el municipio de Cartago (Valle).
El Espectador conoció detalles de la disputa por el control de las rentas criminales y su influencia en la política de los municipios en donde delinquen, para así garantizar su presencia. Según dicen las autoridades, las cabezas de esta organización serían John Freddy Montoya Serna, alias el Flaco, y sus dos hermanos, Brainer Robinson y José Luvier. El primero de ellos, que sería un emisario en Cartago de Otoniel, jefe del Clan del Golfo, hoy está prófugo tras haber sido capturado e inexplicablemente recibir prisión domiciliaria, a pesar de acusaciones de ser determinador de varios asesinatos y atentados.
Lo que han podido determinar las autoridades es que estos hermanos lograron convertirse en la mano criminal de poderosos capos del mundo delincuencial, como el narcoparamilitar Carlos Mario Jiménez, alias Macaco y alias 31, señalados de crear La Terraza, oficina de cobro que operaba en Risaralda. Uno de los primeros crímenes que se le endilgan es el asesinato de Ignacio Londoño, abogado vinculado al cartel del norte del Valle y a los hermanos Comba, que se lanzó al ruedo político. El crimen fue cometido en 2015 y, antes de ser asesinado, Londoño le dijo a su familia que si algo le pasaba podría estar detrás alias Gafas, otro hombre que representó judicialmente a narcos y ha sido mencionado en otros casos vinculados a la mafia, como el Meritage.
Tres personas que conocen el mundo de la mafia le dijeron a este diario que alias Gafas, antiguo teniente del Ejército, acudió a Los Flacos porque se distanció de Londoño por una devolución de US$12 millones que entregaron narcotraficantes como los hermanos Comba, el Loco Barrera y Diego Rastrojo para gestionar su sometimiento a la justicia. Luego de este desencuentro, los dos antiguos socios y representantes de la mafia terminaron de enemigos. Este asesinato, al parecer cometido por Los Flacos, también resultó haciendo eco en el expediente del magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado, ya que alias Rasguño fue señalado como uno de los cerebros del asesinato.
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Otros atentados
En junio de 2013, el Flaco fue capturado por primera vez y en esa oportunidad fue encontrado con un concejal de Ansermanuevo (Valle del Cauca) del Partido Conservador; una primera muestra de los posibles nexos del grupo criminal con la política que explicaría asesinatos, atentados y amenazas que han sufrido en los últimos meses personas que han aspirado a cargos públicos en municipios donde Los Flacos delinquen. Este diario conoció que desde junio de 2021, cuando empezó a circular en Cartago un panfleto de ese grupo criminal contra varias personas, tiene desplazado de manera forzada a un político de esa región en algún punto del norte colombiano.
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Una de las últimas personas que sufrió un atentado atribuido a Los Flacos fue Fernando Bolívar Benítez, docente universitario y excandidato a la Alcaldía y al Concejo de Cartago. En abril pasado el profesor de la Universidad del Valle denunció ante las autoridades que recibió siete disparos de bala en su casa. El factor político también fue punto de discordia entre el Flaco y un miembro de su familia que se lanzó a la Alcaldía de una de sus zonas de influencia, que terminó dejándolos en orillas opuestas. Por un lado, el Flaco, que tendría alianzas con el clan Henao Montoya, del extinto cartel del norte del Valle, y en el otro extremo su primo, que sería cercano a alias Érika, un antiguo líder de Los Rastrojos, otro grupo que acudió a los servicios de Los Flacos en el pasado.
Un abogado que conoce de cerca la situación de seguridad en Cartago señaló que Los Flacos también se disputan altas sumas de dinero por el acceso a la contratación pública a través de terceros, narcotráfico, los cobros gota a gota y las vacunas. “Por eso muchos candidatos han terminado asesinados o sufriendo atentados. Hay muchos intereses y viejos rencores”, dijo la fuente. En diciembre de 2018, el precandidato a la Alcaldía y médico Hugo Cedeño fue atacado a pleno día en Cartago durante una jornada de salud. Aunque Cedeño salió ileso, dos personas murieron y cinco resultaron heridas.
Si bien las autoridades han asegurado durante los últimos años que desarticularon al grupo criminal tras masivas capturas y la caída de fichas claves, Los Flacos siempre terminan ocupando los vacíos en sus estructuras y retomando el control de sus negocios al margen de la ley. Por ejemplo, fue capturada alias “la Patrona” (encargada del narcotráfico), un segundo integrante, “Destemplado” (jefe del brazo armado) fue asesinado y más recientemente fue aprehendido alias “Pachala”, primo de Los Flacos. Por ahora, no se sabe cómo afrontarán las autoridades este problema de seguridad, que ha dejado una estela de muerte en los últimos meses, como el asesinato de dos abogados que habrían asesorado a Los Flacos: Juan Carlos Patiño y Wilson Vélez Serna.
El Espectador conoció que los Flacos estuvieron detrás de las amenazas de muerte que recibió un miembro de inteligencia de la Fuerza Pública que dirigía los segumientos contra alias La Patrona, quien sería ahora la que manejaría la organización criminal. El militar, quien fue seguido y recibió sufragios en su casa, tuvo que salir del país, ya que gran parte de esa banda aún está libre.