"La Madame" acepta cargos por red de esclavitud sexual en Cartagena

Liliana del Carmen Campos y su familia negociaron con la Fiscalía y firmaron un preacuerdo en el que aceptan su responsabilidad por los delitos de trata de personas y concierto para delinquir.

Redacción Judicial
26 de septiembre de 2019 - 09:32 p. m.
"La Madame" aceptó cargos y está a la espera de su condena que puede ser de hasta 98 meses de prisión.  / Cortesia El Heraldo
"La Madame" aceptó cargos y está a la espera de su condena que puede ser de hasta 98 meses de prisión. / Cortesia El Heraldo

La Madame, cuyo nombre real es Liliana del Carmen Campos, llegó a un preacuerdo con la Fiscalía y aceptó su responsabilidad por una de las mayores redes de explotación y esclavitud sexual de mujeres en Cartagena. De esta manera, tendrá que pagar una condena de  8 años de prisión por los delitos de trata de personas y concierto para delinquir. Su familia también aceptó cargos. 

(Puede ver: Las vueltas de la “Madame”)

Liliana del Carmen Campos, Carlos Enrique Campos y Gustavo Ruíz aceptaron su responsabilidad como las cabezas de unas de las redes de prostitución más grandes del caribe colombiano. Según la Fiscalía, Campos llegó a ser la mayor proxeneta de todo Cartagena: ofrecía paquetes turísticos que incluía encuentros sexuales en yates y casas de lujo con menores y adultas.

Las investigaciones también arrojaron que La Madame ofrecía un amplio catálogo en el que sus “chicas” trabajaban por tiempo. Por tres horas cobraba $500.000; por seis horas (dos relaciones sexuales), $700.000; por 12 horas (cuatro relaciones sexuales), $900.000, y por 24 horas $1’200.000, con derecho a las relaciones sexuales que quisiera. Al ser intermediaria de los servicios sexuales, esta mujer se quedaba con una comisión.

(Lea aquí: Así era "Chicas Lindas", uno de los tres burdeles allanados en Cartagena)

Aunque la red se centraba en servicios sexuales a extranjeros,  La Madame también habría sido contactada por personas de alto reconocimiento en la costa Caribe. Por eso, cuando la proxeneta fue enviada a la cárcel de mujeres de San Diego, amenazó con revelar la lista de sus clientes: “Dejen de joderme la vida, porque voy a echar al agua a todos los políticos que me contrataban”.

Según la Fiscalía, la red de prostitución de La Madame comenzó a su regreso a Colombia en 2005, tras haber pagado en Estados Unidos una condena por tráfico de estupefacientes. A su regreso, le apostó a la explotación sexual desde una falsa agencia de turismo para extranjeros que visitaban Cartagena. Allí les ofrecía un catálogo con jóvenes de Cartagena y sus alrededores, que convencía bajo engaños para que trabajaran para ella.

(Lea aquí: El peligro de criminalizar la prostitución en Cartagena)

Además de convencer a las jóvenes, muchas de ellas menores de edad, Campos las tenía viviendo en dos casas arrendadas por ella en los barrios de Crespo y Manga. Las jóvenes no tenían permitido salir con llaves de la vivienda, debían pagarle a La Madame una cuota de “alquiler” semanal de $300.000, y si alguna de ellas cuadraba negocios con otro proxeneta que no fuera ella tenía que pagar multa de $100.000.

La Madame también ofrecía todo tipo de servicios más allá de la mera prostitución: se encargaba de organizar fiestas y gestionaba el transporte hacia las islas, la provisión de las drogas y la contratación de los capitanes de los yates. En los grandes eventos, su grupo de prostitutas se paraba en una fila mientras los clientes señalaban con cuál de ellas querían pasar la noche. Quienes no eran escogidas debían abandonar el lugar.

Además de Liliana del Carmen Campos, aceptaron cargos su esposo, Gustavo Ruíz, y su padre, Carlos Campos. El primero tendrá que pagar la misma condena que La Madame, mientras que el segundo, señalado de administrar la casa en la que se quedaban las jóvenes engañadas por la proxeneta, tendrá una condena de 5 años de prisión. 

Por Redacción Judicial

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