"La mamá gritaba que ellos tenían inmunidad diplomática": padre de bebé afectada

En la noche de ayer 6 de marzo, en el exclusivo barrio La Cabrera en Bogotá, un joven de 21 años habría cometido un acto sexual abusivo con una bebé de 19 meses y en presencia del hermano de la pequeña, quien tiene 7 años. Juan Pérez, papá de la niña, denunció desde anoche los hechos. Vecinos, en solidaridad de lo ocurrido, llamaron a la Policía del sector y comenzó un proceso, dicen ellos, de demoras y retrasos que no se explican ni los familiares ni los abogados que están llevando el caso.

Pérez, en entrevista con La W Radio, aseguró que desde el principio notaron demoras en las diligencias. “El fiscal que tuvo el caso no quería aceptar que había realmente un hecho absurdo y un delito que configuraba un abuso sexual. Estaba diciendo que no había nada. Además, había una presión alta de la defensa de la contraparte. Estaban esperando a que llegara un reporte de un psiquiatra que demostrara que el joven estaba haciendo un tratamiento por una afectación mental”.

“Nos tuvieron así casi toda la noche, no quisieron recibir mi denuncia", explicó Pérez, quien además aseguró que a los testigos de los hechos los tuvieron despiertos hasta las cuatro de la madrugada sin que hubiera ningún avance. "Si no hubiéramos tenido abogados como los que tenemos, seguramente ese señor ya estaría viajando hacia el exterior, porque esa era la idea de la mamá y del papá. Yo escuché a la mamá gritando que ellos tenían inmunidad diplomática y que allí había dos víctimas”, relató Pérez.

El joven es hijo de un funcionario de las Naciones Unidas, quien, según las primeras versiones de lo sucedido, desde anoche estaría moviendo todos sus contactos para sacarlo del país y evitar un proceso judicial. “En cualquier edificio uno se siente seguro y siente que está alejado de cualquier tipo de peligro. Jamás pensamos que al momento de abrir la puerta del edificio estábamos en ese riesgo”, afirmó el papá de la menor. Además, aseguró que uno de los retrasos que se han argumentado es que el presunto agresor necesita intérprete por las dificultades con el idioma, pues sería ciudadano estadounidense y, hasta el momento, no se ha conseguido uno.

A esta hora, los abogados de la familia Pérez está a la espera de que la Fiscalía radique la solicitud para que en los juzgados de Paloquemao se asigne una sala de audiencias, y así se pueda realizar la legalización de la captura del joven -que se debe hacer en un plazo máximo de 36 horas, de las cuales ya han transcurido más de 12- y la imputación de cargos. 

En la noche de ayer 6 de marzo, en el exclusivo barrio La Cabrera en Bogotá, un joven de 21 años habría cometido un acto sexual abusivo con una bebé de 19 meses y en presencia del hermano de la pequeña, quien tiene 7 años. Juan Pérez, papá de la niña, denunció desde anoche los hechos. Vecinos, en solidaridad de lo ocurrido, llamaron a la Policía del sector y comenzó un proceso, dicen ellos, de demoras y retrasos que no se explican ni los familiares ni los abogados que están llevando el caso.

Pérez, en entrevista con La W Radio, aseguró que desde el principio notaron demoras en las diligencias. “El fiscal que tuvo el caso no quería aceptar que había realmente un hecho absurdo y un delito que configuraba un abuso sexual. Estaba diciendo que no había nada. Además, había una presión alta de la defensa de la contraparte. Estaban esperando a que llegara un reporte de un psiquiatra que demostrara que el joven estaba haciendo un tratamiento por una afectación mental”.

“Nos tuvieron así casi toda la noche, no quisieron recibir mi denuncia", explicó Pérez, quien además aseguró que a los testigos de los hechos los tuvieron despiertos hasta las cuatro de la madrugada sin que hubiera ningún avance. "Si no hubiéramos tenido abogados como los que tenemos, seguramente ese señor ya estaría viajando hacia el exterior, porque esa era la idea de la mamá y del papá. Yo escuché a la mamá gritando que ellos tenían inmunidad diplomática y que allí había dos víctimas”, relató Pérez.

El joven es hijo de un funcionario de las Naciones Unidas, quien, según las primeras versiones de lo sucedido, desde anoche estaría moviendo todos sus contactos para sacarlo del país y evitar un proceso judicial. “En cualquier edificio uno se siente seguro y siente que está alejado de cualquier tipo de peligro. Jamás pensamos que al momento de abrir la puerta del edificio estábamos en ese riesgo”, afirmó el papá de la menor. Además, aseguró que uno de los retrasos que se han argumentado es que el presunto agresor necesita intérprete por las dificultades con el idioma, pues sería ciudadano estadounidense y, hasta el momento, no se ha conseguido uno.

A esta hora, los abogados de la familia Pérez está a la espera de que la Fiscalía radique la solicitud para que en los juzgados de Paloquemao se asigne una sala de audiencias, y así se pueda realizar la legalización de la captura del joven -que se debe hacer en un plazo máximo de 36 horas, de las cuales ya han transcurido más de 12- y la imputación de cargos.