La Procuraduría General alertó este fin de semana sobre el recrudecimiento de los enfrentamientos armados entre Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN), en zona rural del Distrito de Santa Marta y los municipios de Zona Bananera, Fundación, Ciénaga y Aracataca, Magdalena. El Ministerio Público advirtió al Ejército y a las autoridades locales y regionales este 1° de octubre sobre un inminente un desplazamiento masivo de estas comunidades, por lo cual es necesario” adoptar planes de contingencia que permitan garantizar sus derechos, especialmente, a la vida e integridad”.
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Aunque la entidad alertó este fin de semana, desde comienzos de septiembre de 2023 las comunidades afectabas ya estaban alzando la voz sobre la situación entre el Clan del Golfo y las ACSN, esta última quien se mantiene diálogos privados con el Alto Comisionado negociando un eventual sometimiento a la justicia. El Espectador habló con fuentes locales para conocer qué ha venido pasando en las últimas semanas en esta zona que durante los últimos años ha tenido estos mismos enfrentamientos. El actual contexto de violencia tiene que ver a los movimientos de las ACSN para quitarle territorios al grupo narcotraficante y paramilitar de Otoniel, hoy liderado por Chiquito Malo.
Incluso, desde junio de 2023, la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana en la cual advertía en detalle la disputa armada, que incluso ha costado la vida de tres funcionarios de ese organismo estatal que hace veeduría de derechos humanos entre julio de 2022 y septiembre de 2023. Las dos organizaciones criminales que heredaron el poder de los paramilitares en este momento se disputan el control de las rutas de narcotráfico que terminan en Europa y Estados Unidos. Como lo indica, el Ministerio Público, el choque criminal “se recrudeció”, pero “siempre estuvo ahí, aquí se encuentran cuerpos con mensajes amenazantes, grafitis, presencia de hombres armados desde hace varios años”, dice un líder de la zona.
Según fuentes locales, la organización criminal empezó a mutar en 2019 cuando, Chucho Mercancía, entonces líder del grupo criminal que en ese momento era denominado como los Pachenca, fue abatido en un operación militar. Paralelamente, ese año retornó desde los Estados Unidos y luego de pagar una condena por narcotráfico, Hernán Giraldo. Se trata del exjefe paramilitar que dominó esta zona del país desde los años noventa, hasta los 2000 cuando su grupo paramilitar se desmovilizó en el gobierno de Álvaro Uribe. Desde entonces, sus hombres quedaron a la deriva de varias organizaciones criminales, entre ellas, organizaciones narcotraficantes y familiares del propio Giraldo que entraron al negocio de la cocaína.
Entre ellos está el propio Ricardo Castillo Carrillo, actual líder de las ACSN, quien, en 2008, fue capturado y extraditado a Estados Unidos por cargos relacionados con narcotráfico. En septiembre de 2011, fue deportado a Colombia luego de cumplir una condena de cuatro años de prisión. Posteriormente, se habría vinculado a Los Pachenca; y en agosto de 2021, salió del país rumbo a México. Luego, se trasladó a un sector exclusivo de Vallecas, en Madrid (España), allí fue donde lo capturaron en 2022 y extraditado a Colombia. Sin embargo, en abril de 2023, un juez lo dejó en libertad y hoy está prófugo de la justicia luego de que otro juez ordenara su recaptura.
“El Bloque paramilitar que lideró Giraldo tiene muchas bases de lo que hoy son las ACSN. Fue un proceso de sucesión y disputas por el territorio que inició a mediados de 2006 y que se ha ido extendiendo por todos estos años, pero que a partir de 2012 ya empiezan a desaparecer la Oficina de Envigado, la Oficina Caribe, los Rastrojos, Paisas, Águilas Negras, los Urabeños (Clan del Golfo) son extraditados, los Mellizos son asesinados y otros extraditados; es decir, las otras estructuras empiezan a decaer y empieza esta a tomar fortaleza”, explicó Lerber Dimas, director de la Plataforma de Defensores de Derechos Humanos, Activistas y Líderes Sociales de la Sierra Nevada.
Desde 2019, las ACSN ha extendido su poder hasta el punto de recuperar territorios perdidos como Ciénaga, se han expandido hacia La Guajira y, poco a poco, con sus más de 800 hombres, según la Oficina del Alto Comisionado de Paz, le ha empezado a ganar el pulso a las Autodefensas Gaitanistas. Un escenario impensado, luego de la muerte en 2019 de Jesús María Aguirre Gallego, alias Chucho Mercancía, quien en 2013 asumió el liderazgo del grupo heredero al Clan Giraldo; Mario Giraldo Márquez y, posteriormente, en 2020, la de Deimer Patiño Giraldo, alias 80, máximo cabecilla en ese entonces, quien falleció en combate con uniformados de la Policía Antinarcóticos.
Así las cosas y desde entonces, Esta zona del Magdalena y la Guajira se encuentra en una cruda guerra que las autoridades tanto del gobierno de Petro como Duque, no han podido detener, y tampoco se ve a la vista una pronta solución para las comunidades que han vivido durante décadas en medio de las balas.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
