Las libertades a medias de los comandantes "paras"

Mientras Iván Roberto Duque, alias “Ernesto Báez”, le solicitó a la al Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá que le diera su libertad tras haber cumplido los ocho años de pena alternativa, otros jefes paramilitares que ya tienen la boleta de salida siguen presos porque, según los jueces de ejecución de penas, aún tienen cuentas pendientes con la justicia ordinaria. Es decir, que Freddy Rendón alias “el Alemán”, Úber Bánquez Martínez alias “Juancho Dique”, Rodrigo Pérez Álzate alias “Julián Bolívar”, y Édgar Cobo Téllez alias “Diego Vecino” seguirán en la cárcel a pesar de que en 2005 pactaron con el gobierno, en el marco de un proceso de justicia transicional, que purgarían todos sus pecados su dejaban las armas. 

 

Tal situación no ha quedado en claro en los diferentes tribunales y juzgados que han tenido que decidir si los comandantes paramilitares que ya llevan más de ocho en la cárcel tienen el derecho de que les sustituyan la medida de aseguramiento por una no privativa de la libertad. Es más, en el gran escenario del proceso de Justicia y Paz, en el que según la Fiscalía hay 440 hombres que podrían salir tras las rejas, 26  desmovilizados han presentado la solicitud, de los cual tan 10 (ningún jefe rango superior) han recobrado su libertad. Algo que ha generado preocupación en distintos sectores políticos y sociales que consideran que estas determinaciones de la Rama Judicial podrían afectar las negociaciones de paz en La Habana (Cuba) entre las Farc y el gobierno. 

 

Para los Tribunales de Justicia y Paz es claro que el “Alemán”, “Juancho Dique”, “Julián Bolívar” y “Diego Vecino” cumplieron con los requisitos de verdad, justicia y reparación, ya que habrían contado la totalidad de los crímenes cometidos, revelado los nexos con la clase política y empresarial, y entregado sus bienes para subsanar los perjuicios ocasionados a las víctimas. Estos, han sido los principales argumentos que han estado apoyados por la Fiscalía y los magistrados que investigaron estas conductas. 

 

Sin embargo, cuando el caso llega a manos de un juez de ejecución de penas. Que es el encargado de verificar que en realidad el desmovilizado pagó los ocho años de cárcel y no tienen ningún otro requerimiento o condena en la justicia ordinaria, se han presentado los problemas. Entre los argumentos que han entregado los administradores de justicia para negar las solicitudes de libertad, está que a pesar de haber confesado las conductas por las que fueron condenados en Justicia y Paz, en sus hombros todavía pesan procesos como homicidios y desapariciones forzadas que no fueron suspendidos mientras se vincularon a los procesos de justicia transicional.

 

Asimismo, otros jueces, como por ejemplo quien definió si el “Alemán” merecía recobrar la libertad, manifestaron en sus providencias que no era claro si el postulado durante sus años de reclusión descontó años de penas que le habían impuesto en la justicia ordinaria o los ocho de Justicia y Paz. Por tal motivo, aseguró tajantemente que el comandante paramilitar, a pesar de estar en prisión desde 2005, no había pagado un solo día de cárcel por los delitos cometidos que confesó ante las autoridades.  

 

La molestia por esta situación ha sido generalizada. Por ejemplo, el “Alemán”, un hombre que se convirtió en ficha clave para develar la parapolítica, declaró que se estaba enviando un mensaje negativo a las Farc porque se entendería que el Estado puede cambiar las reglas de juego en cualquier momento (…) Es un mensaje equívoco después de ocho años en este proceso, en el que hemos estado comprometidos a que se conozca la verdad”. Y para muchos expertos en temas de justicia transicional y la remisión culpas a través de penas alternativas esta situación es crítica e injusta, ya que a pesar de que la sociedad se tuvo que “tragar sapos” a cambio de que los miembros de las autodefensas dejaran las armas, el fin único era la paz. 

 

El próximo en conocer su destino será “Ernesto Báez”. El próximo 16 de mayo se adelantará la audiencia en la que el tribunal Superior de Bogotá decida si el excomandante paramilitar colaboró efectivamente con la justicia. Cabe recordar que el Ministerio Público se opuso a la solicitud de libertad al considerar que “Ernesto Báez” le mintió en varias oportunidades a la justicia e incurrió en falso testimonio. Las últimas declaraciones del exjefe “para” el pasado mes de abril fueron contra el magistrado Jorge Pretelt, a quien acusó de ser cercano a Vicente Castaño. 

 

Mientras Iván Roberto Duque, alias “Ernesto Báez”, le solicitó a la al Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá que le diera su libertad tras haber cumplido los ocho años de pena alternativa, otros jefes paramilitares que ya tienen la boleta de salida siguen presos porque, según los jueces de ejecución de penas, aún tienen cuentas pendientes con la justicia ordinaria. Es decir, que Freddy Rendón alias “el Alemán”, Úber Bánquez Martínez alias “Juancho Dique”, Rodrigo Pérez Álzate alias “Julián Bolívar”, y Édgar Cobo Téllez alias “Diego Vecino” seguirán en la cárcel a pesar de que en 2005 pactaron con el gobierno, en el marco de un proceso de justicia transicional, que purgarían todos sus pecados su dejaban las armas. 

 

Tal situación no ha quedado en claro en los diferentes tribunales y juzgados que han tenido que decidir si los comandantes paramilitares que ya llevan más de ocho en la cárcel tienen el derecho de que les sustituyan la medida de aseguramiento por una no privativa de la libertad. Es más, en el gran escenario del proceso de Justicia y Paz, en el que según la Fiscalía hay 440 hombres que podrían salir tras las rejas, 26  desmovilizados han presentado la solicitud, de los cual tan 10 (ningún jefe rango superior) han recobrado su libertad. Algo que ha generado preocupación en distintos sectores políticos y sociales que consideran que estas determinaciones de la Rama Judicial podrían afectar las negociaciones de paz en La Habana (Cuba) entre las Farc y el gobierno. 

 

Para los Tribunales de Justicia y Paz es claro que el “Alemán”, “Juancho Dique”, “Julián Bolívar” y “Diego Vecino” cumplieron con los requisitos de verdad, justicia y reparación, ya que habrían contado la totalidad de los crímenes cometidos, revelado los nexos con la clase política y empresarial, y entregado sus bienes para subsanar los perjuicios ocasionados a las víctimas. Estos, han sido los principales argumentos que han estado apoyados por la Fiscalía y los magistrados que investigaron estas conductas. 

 

Sin embargo, cuando el caso llega a manos de un juez de ejecución de penas. Que es el encargado de verificar que en realidad el desmovilizado pagó los ocho años de cárcel y no tienen ningún otro requerimiento o condena en la justicia ordinaria, se han presentado los problemas. Entre los argumentos que han entregado los administradores de justicia para negar las solicitudes de libertad, está que a pesar de haber confesado las conductas por las que fueron condenados en Justicia y Paz, en sus hombros todavía pesan procesos como homicidios y desapariciones forzadas que no fueron suspendidos mientras se vincularon a los procesos de justicia transicional.

 

Asimismo, otros jueces, como por ejemplo quien definió si el “Alemán” merecía recobrar la libertad, manifestaron en sus providencias que no era claro si el postulado durante sus años de reclusión descontó años de penas que le habían impuesto en la justicia ordinaria o los ocho de Justicia y Paz. Por tal motivo, aseguró tajantemente que el comandante paramilitar, a pesar de estar en prisión desde 2005, no había pagado un solo día de cárcel por los delitos cometidos que confesó ante las autoridades.  

 

La molestia por esta situación ha sido generalizada. Por ejemplo, el “Alemán”, un hombre que se convirtió en ficha clave para develar la parapolítica, declaró que se estaba enviando un mensaje negativo a las Farc porque se entendería que el Estado puede cambiar las reglas de juego en cualquier momento (…) Es un mensaje equívoco después de ocho años en este proceso, en el que hemos estado comprometidos a que se conozca la verdad”. Y para muchos expertos en temas de justicia transicional y la remisión culpas a través de penas alternativas esta situación es crítica e injusta, ya que a pesar de que la sociedad se tuvo que “tragar sapos” a cambio de que los miembros de las autodefensas dejaran las armas, el fin único era la paz. 

 

El próximo en conocer su destino será “Ernesto Báez”. El próximo 16 de mayo se adelantará la audiencia en la que el tribunal Superior de Bogotá decida si el excomandante paramilitar colaboró efectivamente con la justicia. Cabe recordar que el Ministerio Público se opuso a la solicitud de libertad al considerar que “Ernesto Báez” le mintió en varias oportunidades a la justicia e incurrió en falso testimonio. Las últimas declaraciones del exjefe “para” el pasado mes de abril fueron contra el magistrado Jorge Pretelt, a quien acusó de ser cercano a Vicente Castaño.