Las sombras de Eduardo Méndez Bustos, nuevo presidente de Santa Fe

En su ejercicio como abogado penalista ha sido defensor de narcotraficantes, ha sido investigado y absuelto en Colombia y en Estados Unidos fue condenado por avisarle a un narco que lo iban a extraditar.

Redacción Investigación
02 de agosto de 2019 - 11:11 p. m.
Luis Eduardo Méndez Bustos, nuevo presidente de Santa Fe. / Óscar Pérez - El Espectador
Luis Eduardo Méndez Bustos, nuevo presidente de Santa Fe. / Óscar Pérez - El Espectador

Luis Eduardo Méndez Bustos vuelve a la presidencia de Santa Fe y con esta noticia se ratifica como uno de los hombres más poderosos del fútbol colombiano. Sin embargo, su regreso a la cabeza del equipo capitalino inevitablemente vuelca las miradas hacia su pasado. En su ejercicio como abogado penalista ha sido defensor de narcotraficantes como Luis Agustín Caicedo, Javier Silva y Julio Lozano Pirateque, a quienes hace una década la Fiscalía sindicó de lavar dinero a través del equipo bogotano. Además, Méndez ha sido investigado y mencionado en algunos procesos penales en Colombia y en Estados Unidos fue condenado por avisarle a un narco que lo iban a extraditar. (Lea aquí la entrevista con el nuevo presidente de Santa Fe:  "No nos vamos a ahogar": Eduardo Méndez, nuevo presidente de Santa Fe)

El nuevo presidente del Santa Fe inició su carrera como abogado litigante después de haber pasado por todos los puestos del primer escalafón de la Rama Judicial. Durante una década ejerció como notificador, escribiente y sustanciador hasta llegar a ser juez encargado. Impartió justicia y años más tarde, en 1991, cuando nació la Fiscalía, se convirtió en uno de los abogados más cercanos a los agentes del DAS y el CTI, según narró en este diario al periodista Norbey Quevedo. De hecho, en su oficio de litigante Eduardo Méndez se vio involucrado con algunos de esos funcionarios en una investigación penal en Colombia que finalizó con su absolución y por la que terminó siendo indemnizado por el Estado.  (Lea aquí: 'Eduardo Méndez era una ficha del cartel de Bogotá')

En 2002, tras su paso por la Rama Judicial y sus apremios como litigante, comenzó su estrecha relación con el club Santa Fe, a través de la familia de César Villegas Arciniegas, a quien conoció en prisión. Sus familiares lo contactaron para asesorar los negocios de la sucesión del propietario del equipo que había sido asesinado ese año. Villegas fue condenado en el marco del proceso 8.000, por lucrarse ilícitamente con dinero proveniente de empresas fachadas del Cartel de Cali y servir de testaferro. En su calidad de abogado, la familia de Villegas decidió entregarle el manejo del equipo para que negociara su acogimiento a la denominada ley de quiebras (ley 550).  (Lea aquí: 'No hallarán una prueba de lo que dice Chicharrón'')

Un año después, Eduardo Méndez llegó a la dirigencia del Santa Fe, primero como vicepresidente y luego como presidente. Durante su administración logró pagar deudas del equipo, ajustar las cuentas que estaban en rojo y buscó importantes inversionistas. A pesar de este exitoso ajuste financiero, algunos medios de comunicación comenzaron a resaltar la poca confiabilidad de algunos de los aportantes del equipo, como varios ex detectives del DAS o investigadores de la Fiscalía, algunos de ellos con antecedentes judiciales, incluso de condenas.

Aunque su trayectoria en el fútbol iba en ascenso, el 5 de febrero de 2007, Méndez presentó renuncia a la presidencia de Santa Fe. Aunque adujo motivos personales para hacerlo, tres semanas después, se supo la verdadera razón: viajó a Miami para presentarse ante un tribunal gringo que terminó condenándolo a 70 meses de prisión por obstruir la justicia. Los hechos ocurrieron en 2003, cuando le avisó al narcotraficante colombiano Rafael Caicedo, conocido como “El Morrongo”, que la justicia lo buscaba con fines de extradición. A cambio de su contribución, Méndez recibió US $150.000. Caicedo lo echó al agua y confesó que lo había ayudado.

La sentencia no solo dejó mal parado a Eduardo Méndez, sino que develó las estrechas relaciones que mantenía el abogado con las instituciones judiciales, pues logró que alguien le filtrara la orden de extradición contra Rafael Caicedo. Incluso el hoy presidente de Santa Fe reconoció ante las autoridades norteamericanas que sus contactos institucionales le pasaban por debajo de cuerda algunos disquetes, indicment y documentos sobre narcotraficantes que eran requeridos en extradición por Estados Unidos.

Pero esta no era la primera vez en la que Méndez se había visto relacionado con la fuga de un narcotraficante, ya le había sucedido en Colombia. En la madrugada del 23 de octubre de 1994 se fugó de las instalaciones del DAS en Bogotá el narcotraficante puertorriqueño Fernando Montañez Bultrón, quien se encontraba capturado con fines de extradición. Cinco días después, el capo fue recapturado y proporcionó detalles de su fuga en la que colaboraron detectives y funcionarios del DAS. Entre las personas mencionadas salió a relucir el nombre de Luis Eduardo Méndez Bustos.

Por eso, el 6 de abril de 1995, el hoy presidente del Santa Fe fue acusado por los delitos de complicidad en la fuga de presos, favorecimiento en la fuga y cohecho por dar u ofrecer. Sin embargo, cuatro años después, la Fiscalía se retractó y precluyó el caso por no encontrar un solo medio probatorio que lo implicara en esos delitos. Montañez Bultrón aclaró que cuando estaba prófugo llamó a Méndez, en calidad de abogado, para que le llevara un dinero y solventara sus necesidades, pero que su voluntad a colaborarle no fue criminal, sino que al contrario no se prestó para alguna actuación al margen de la ley.

El 15 de julio de 2012 Santa Fe celebró su séptima estrella en el fútbol colombiano. En la foto, a la izquierda, aparece Luis Eduardo Méndez festejando el título con algunos jugadores. / Archivo

Méndez permaneció preso durante dos años hasta su absolución. Una vez recobró su libertad demandó al Estado por los daños causados y reclamó el pago de 1.100 salarios por perjuicios y una indemnización por $2.000 millones. La justicia le dio la razón, aunque solo le reconoció un pago de 100 salarios y $27 millones. “No solo sufrió moralmente por esa determinación de la Fiscalía, sino que materialmente se perjudicó toda vez que perdió el ejercer la abogacía en el campo penal y la de continuar con el desarrollo de las actividades comerciales que siempre realizó antes de la determinación del fiscal de investigarlo por unas conductas punitivas que no fueron cometidas”, aseguró el abogado de Méndez en la demanda.

Eduardo Méndez argumentó, además, que tuvo que vender propiedades con el fin de obtener recursos para cancelar los honorarios de sus abogados y que, a raíz de su detención, fue necesario cerrar la Taberna Restaurante Paloquemao de su propiedad, un negocio que le generaba ingresos adicionales a la profesión del directivo deportivo. Así las cosas, la Fiscalía colombiana concluyó que Méndez no contribuyó a que Fernando Montañez Buitrón escapara en octubre de 1994, pero una década después la justicia norteamericana determinó que Méndez sí obstruyó la justicia en el caso de “El Morrongo”.

Adicional a estas sombras, Luis Eduardo Méndez Bustos también fue mencionado como supuesto integrante del cartel de Bogotá. Como lo reveló este diario el 31 de marzo de 2013, Carlos Alberto Rincón Díaz, exsocio del narcotraficante ‘El Loco’ Barrera, le contó a la Fiscalía que el entonces expresidente de Santa Fe hizo parte de la organización del capo Luis Caicedo. En dos informes de policía judicial, de más de 100 páginas, Carlos Alberto Rincón aseguró que Méndez Bustos se encargaba, “con la gente del CTI, de la Dijín y de la Sijín, de investigar quiénes eran ‘sapos’”.

Sin embargo, Eduardo Méndez desmintió esas acusaciones y explicó que Rincón Díaz solamente había sido su cliente, pero que habían quedado en malos términos porque el personaje jamás le canceló sus honorarios. “Lo conocí porque defendí a su mamá, a una de sus mujeres por homicidio y a tres de sus conductores cuando fueron capturados. Alguna vez discutimos porque no me pagó los honorarios. Yo creo que las autoridades han hecho las indagaciones pertinentes en mi caso y por eso no estoy vinculado”, respondió en su momento Eduardo Méndez a El Espectador.

Ahora Méndez regresa a la presidencia de Santa Fe, pero es inevitable que estos señalamientos en su contra no generen críticas o preocupaciones entre algunos hinchas que reclaman que los miembros de la dirigencia deportiva no deben tener ni una mancha en su trayectoria. Uno de ellos fue el embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, quien así expresó su molestia en la red social Twitter. “Un ex preso rojo, Eduardo Méndez, es el nuevo presidente de Santa Fe. ¡Qué vergüenza! Ojalá la UIAF y Coldeportes por fin le metan mano a ese equipo”, afirmó Francisco Santos.

Por Redacción Investigación

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