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El director de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), Luis Edmundo Suárez, estima que organizaciones criminales lavan el dinero correspondiente al 3% del PIB anual, es decir, $18 billones. Según él, "somos conscientes de que la criminalidad muta y esto representa nuevos retos y desafíos en algunos subsectores del sistema financiero muy complejos de abordar". Esto dijo en diálogo con El Espectador.
¿Cómo es eso de que la UIAF se ganó el premio Nobel de la inteligencia en el mundo?
La UIAF, en nombre del gobierno, recibió un premio por mejor caso de inteligencia financiera a nivel mundial, otorgado por el Grupo Egmont durante su XXI Plenaria, celebrada en Sun City, Sudáfrica, el pasado mes de julio. Egmont es un organismo que actualmente asocia a 139 países, unidos para cooperar en el desarrollo de casos de inteligencia financiera en servicio de las autoridades responsables de judicializar el lavado de activos y la financiación de terrorismo, dos delitos transnacionales.
¿Qué significa este premio para la UIAF y para Colombia en la lucha contra el crimen organizado?
Para Colombia, el premio significa que el gobierno nacional, en cabeza del señor presidente, ha sido reconocido mundialmente por tener un sistema de lucha contra el lavado de activos y la financiación del terrorismo capaz de generar resultados efectivos y cuyas buenas prácticas son un ejemplo internacional. Este reconocimiento se extiende a los actores del sistema, que incluyen la Fiscalía, la Policía, las superintendencias, la UIAF, adscrita al Ministerio de Hacienda, y los sectores que reportan a la UIAF, entre otros. El caso por el que ganamos el premio es producto de la articulación adecuada de estos actores y de una fuerte cooperación internacional, que permitió que la Fiscalía iniciara un proceso de extinción del derecho de dominio sobre bienes que superaban $1 billón, adquiridos con ganancias del narcotráfico. Cada peso que le quitamos a la delincuencia organizada transnacional beneficia el bienestar económico y social de los ciudadanos.
¿Cómo se ha reinventado la mafia para evadir los controles de la UIAF y seguir lavando dinero?
En Colombia, todos los sectores económicos están expuestos al lavado de activos. Los delincuentes, cada vez más sofisticados, están diversificando sus portafolios criminales y aprovechando los desarrollos tecnológicos y las posibilidades modernas de los mercados. Adicionalmente, grupos de distintas ideologías y características delinquen conjuntamente por la convergencia de sus intereses, y a esto, desde noviembre de 2010, le llamamos convergencia criminal. Por otra parte, los delincuentes explotan los vacíos normativos y de control para tratar de insertar dinero ilícito, pero actualmente y con el apoyo de múltiples entidades del Estado, continuamos trabajando en cubrir estos vacíos en los sectores económicos donde los hay.
¿Cuánto dinero se lava en Colombia?
El lavado de activos en Colombia se estima en 3% del Producto Interno Bruto, que equivale a $18 billones anuales. Este porcentaje está en el promedio del rango (2%-5% del PIB mundial) que han estimado estudios internacionales y es similar a lo estimado para Colombia en un estudio de la Universidad de Los Andes (Caballero y Amaya 2011). Sin embargo, para generar un estimativo más sólido sobre ese monto y sobre el impacto económico del lavado de activos en el país, un conocimiento del que carecemos, la UIAF, en conjunto con destacados académicos nacionales y con el apoyo del Banco Mundial, está actualmente desarrollando un estudio al respecto.
¿Con esa plata qué se habría podido haber hecho?
De los $1.9 billones de pesos que hoy tienen medidas cautelares por parte de la Fiscalía con base en inteligencia financiera producida por la UIAF en los últimos dos años, los efectos económicos de esos dineros ilícitos insertados en la economía legal, se reflejan en que la industria dejó de crecer en $2.6 billones de pesos, el gobierno dejó de invertir $1.2 billones de pesos, y se dejaron de crear 260.000 empleos, entre otras pérdidas. Al privar a los criminales de esas ganancias y al extraer del circuito económico los activos de origen ilícito que hoy tienen medidas cautelares por parte de la Fiscalía, se evita la perpetuación del daño y se hace posible invertir lo recuperado en beneficio de la sociedad.
¿Necesita más gente la UIAF para sus investigaciones?
La UIAF cuenta con poco personal frente a la dimensión de la misión que tiene a su cargo. Sin embargo, hacemos lo mejor que podemos con los recursos que tenemos y estamos haciendo una fuerte inversión en desarrollo tecnológico para agilizar y mejorar nuestro modelo de trabajo y los resultados que podemos lograr.
¿No cree usted que en Colombia se controla a casi todo el mundo menos a la banca?
En realidad desde finales de los años 80 en el sistema financiero se han implementado mecanismos regulatorios antilavado de activos. Este sector económico tradicionalmente es uno de los que más esfuerzos y recursos ha invertido en capacitación, prevención y desarrollo tecnológico para evitar y detectar los dineros de origen ilícito en sus instituciones. El gremio bancario ha sido uno de los más comprometidos en la lucha del país contra el lavado de activos. Sin embargo, somos conscientes de que la criminalidad muta y esto representa nuevos retos y desafíos en algunos subsectores del sistema financiero muy complejos de abordar.
¿Y al director de la UIAF quién lo vigila?
La unidad hace parte del sector liderado por el Ministerio de Hacienda y en ese sentido tenemos un control administrativo denominado de tutela por parte del ministro de Hacienda. Como entidad pública que es, la unidad es sujeto del control fiscal por parte de la Contraloría y como servidores públicos, somos sujetos del control disciplinario que ejerce la Procuraduría.
Hablando de memoria histórica, quiénes han lavado más dinero: ¿guerrillas o paramilitares?
Ese dato actualmente no lo tenemos. Sin embargo, considero importante señalar que el lavado de activos en Colombia, en modo alguno, se puede limitar a estos dos grupos armados al margen de la ley, toda vez que son múltiples las organizaciones criminales y los actores individuales en la legalidad o en la ilegalidad, que desde actividades como la corrupción pública, los delitos contra el sistema financiero, la trata de personas, y la extorsión, entre otras actividades subyacentes del lavado, han tratado de dar en nuestro país apariencia de legalidad a sus activos ilícitos.