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En la mañana de este tres de abril, el Ejército Nacional informó sobre la liberación de seis personas que habían sido secuestradas en el municipio de Puerto Concordia (Meta). La institución atribuyó inicialmente el hecho al Clan del Golfo, que querrían hurtar 60 cabezas de ganado avaluadas en $480 millones.
El rescate se dio en un operativo en el que participaron tropas de la Brigada 22 de Selva del Ejército, en coordinación con la Fuerza Aeroespacial, la Armada Colombiana y la Policía Nacional. Según las autoridades, los secuestrados fueron sometidos a golpes, amordazamientos e intimidaciones por parte de los armados.
“Tras recibir la alerta a través de la Red de Participación Cívica, se diseñó y ejecutó un plan militar con apoyo de tecnología de rastreo. La reacción inmediata de las tropas permitió localizar a los secuestrados y frustrar el robo del ganado”, informó el Ejército por medio de un comunicado.
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Luego de su rescate, las seis personas fueron trasladadas a un centro asistencial en el que se verificó su estado de salud. Luego se permitió su reencuentro con sus familias. “Las operaciones para dar con el paradero de los secuestradores siguen en la zona”, señaló la institución.
Fuentes del Ejército le dijeron a El Espectador que este hecho corresponde a una estrategia de organizaciones criminales y delincuenciales que, haciéndose pasar por Clan del Golfo, buscan ganancias por medio de la extorsión y el secuestro. De la acción rápida de las autoridades depende frustrar su objetivo.
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Más secuestros de ganaderos
El caso de las personas liberadas en el departamento del Meta es distinto al de cinco ganaderos secuestrados el pasado 27 de marzo, en el departamento del Casanare. Sus familias reportaron que estas personas salieron desde el municipio de Hato Corozal, hacia Paz de Ariporo, pero les perdieron el rastro.
Esta semana se confirmaron las identidades de cuatro de las personas que están desaparecidas. Se trata de los hermanos Betuel, Adorán y Leonin, y Emilio Cristancho. Según las familias, tienen sus celulares apagados y están incomunicados desde el día de su desaparición. El comandante de la Policía en el Casanare, coronel Giovanny Barrero, señaló que aún no hay denuncia formal.
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Por su parte, las familias indicaron que no se han acercado a las autoridades para interponer las denuncias, por temor a represalias de los grupos armados “Pedimos a quien tenga información de ellos, les respeten la vida y nos hagan llegar alguna prueba de supervivencia”, dijo Yalile Muñoz Barrera, sobrina de tres de las víctimas.
El gobernador de Casanare, César Ortiz Zorro, ha dicho que ya están activos los protocolos de seguridad e inteligencia en los departamentos de Arauca y Casanare para dar con el paradero de estas personas. También hizo un llamado a la Defensoría del Pueblo, la Misión de Observación de la OEA, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Iglesia Católica para que intervengan en su ubicación y rescate.
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