El Ejército confirmó en la tarde de este lunes 23 de junio que logró el rescate de los 57 militares que se encontraban privados de su libertad en la vereda La Hacienda, en el municipio de El Tambo (Cauca).
Además de la liberación de los uniformados, el Ejército y la Policía capturaron a al menos 20 personas que habrían participado de la retención de los uniformados, por orden del frente Carlos Patiño de las disidencias de las FARC.
Información preliminar de las autoridades señala que la operación habría sido por tierra y que, una vez los militares recuperaron su libertad, fueron hostigados por hombres armados que habrían usado a la comunidad como escudo humano y frenar el avance de las fuerzas militares.
Por su parte, el Ministerio de Defensa señaló que “gracias a la presión constante en el marco de la Operación Justicia, tropas del Ejército, con apoyo de la Policía, lograron el rescate de los uniformados secuestrados. Durante la operación fueron capturados en flagrancia varios de los responsables del secuestro”.
“La Fuerza Pública continúa desplegada en el Cañón del Micay para proteger a las comunidades y reafirmar el control del Estado en esta región estratégica del país”, agregó el Ministerio de Defensa en un mensaje que publicó en redes sociales.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, también reaccionó al rescate y señaló que hay al menos 20 personas capturadas y que los uniformados serán trasladados a Popayán (Cauca), donde se desarrolla una reunión extraordinaria de seguridad, con la cúpula de la fuerza pública y autoridades de la zona.
Los primeros cuatro uniformados fueron retenidos el pasado sábado 21 de junio, en medio de una operación militar que tenía como objetivo la ubicación de un supuesto líder del frente Carlos Patiño. A las horas, la cifra ascendió a 31 militares retenidos por la comunidad. Pero el informe final del Ejército arrojó que eran, en total, 57 uniformados.
El segundo comandante del Ejército, el general Elkin Rodríguez aseguró que esta es la octavada asonada de la comunidad contra el Ejército, en medio de una estrategia de guerra en la que la disidencia, al mando de Iván Mordisco, utiliza a la población como escudo de guerra. Entre otras cosas, para usarla para que detengan al paso de las autoridades.
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