“Lo de Fortul fue un campanazo de alerta”

El pasado 5 de diciembre, una emboscada de un grupo guerrillero provocó la muerte de nueve agentes de la Policía en Fortul, Arauca. Aunque en estas tres semanas no se ha podido establecer si los autores del asalto fueron las Farc o el Eln, los habitantes de esta región aún temen que hechos similares —tan frecuentes en años pasados— puedan volver a presentarse. El Espectador habló con Henry Colmenares, secretario de Gobierno del municipio de Arauca, para conocer cómo ha avanzado la situación de orden público en la zona.

Según el funcionario, luego del ataque de la guerrilla se vive un clima de incertidumbre. “Lo de Fortul fue un campanazo de alerta e hizo que municipios como Saravena, Tame, Fortul y el mismo Arauquita fueran militarizados”, expresa. Y cuando se le pregunta por qué sucedió este hecho, lo resume en una frase concreta: “Exceso de confianza en la Fuerza Pública”. Cuenta Colmenares que por ejemplo, para un operativo de ese tipo, antes se mandaban avanzadas del Ejército, tanquetas y después iba la Policía.

Colmenares desestima las denuncias que ha recibido este diario sobre amenazas contra la clase dirigente del departamento araucano. “Cada vez que hay un cambio de gobierno, las Farc, sobre todo, intentan amedrentar a concejales, diputados, alcaldes y al gobernador. Y los conminan a renunciar porque son declarados objetivos militares. Afortunadamente, ya no todo el mundo sale corriendo como hacían anteriormente”, dice.

Colmenares manifiesta que lo sucedido en Fortul expandió el temor hasta la capital araucana. “Me uno a la voz del Ministro de Defensa cuando dice que son coletazos (de la guerrilla) y esos coletazos son de bastante cuidado. Por ello, por supuesto, vamos a estar más dispuestos y mucho más organizados. Lo que pasó en Fortul no puede pasar en ningún otro municipio”. Admite que ha conocido denuncias por las ‘Águilas Negras’, pero no cree en una presencia fuerte de éstas en Arauca: “Sabemos que el dominio pleno es del Eln y las Farc”.