Lo que esconde la estrategia de las Farc

El doble discurso de las Farc, que comenzaron el año hablando de paz y luego sometieron al país a una ola de terror, esconde una estrategia que la Fuerza Pública dice tener clara y esto les permitirá enfrentarla. Los ataques a Cajamarca (Tolima), Tumaco (Nariño), Villa Rica (Cauca) y Miranda (Cauca) de la última semana son la evidencia del plan del grupo guerrillero.

La necesidad de llegar con una imagen fuerte a un eventual proceso de paz, liberar presión en la frontera con Venezuela para que su máximo comandante pueda establecer su zona de operaciones con tranquilidad y proteger sus alianzas con las bandas criminales. Esas serían las principales razones.

Tras la muerte de Alfonso Cano, Timochenko asumió la comandancia con una visión de combinar su propuesta de paz en medio de la guerra sostenida. Anunció al secretariado de las Farc que él lideraría su proyecto político alrededor de la posible negociación con el Gobierno, pero que el resto de la organización debía adelantar acciones militares fuertes y continuas para mostrar que la organización está fuerte. Esto, supuestamente para no llegar con una imagen débil a un posible diálogo, sino como una organización todavía con capacidad militar para hacer daño.

La estrategia inicial fue alternar ataques entre poblaciones del sur y del occidente del país, especialmente en Cauca, Nariño, Putumayo y Caquetá, donde tradicionalmente han sido fuertes. Pero detrás existe otra intención: hacer que la Fuerza Pública se concentre en esa zona y liberar presión en la frontera con Venezuela, para que Timochenko reorganice sus frentes.

Entre las preocupaciones que tienen las Farc está el cuidar su dominio y presencia en las fronteras con Venezuela, Ecuador y Brasil, zonas que son sus principales corredores de movilidad. Sin embargo, hay un especial intención en la frontera con Venezuela, porque Timochenko tiene en sus planes el establecer entre Norte de Santander y Arauca la zona de exploración para un eventual diálogo de paz. “Es por esto que necesitan espacio y tiempo para preparar a las poblaciones de la región. El objetivo es ubicar dos campamentos: uno militar y otro para la posible negociación”, dijo una fuente militar.

Milicias

Todo el plan militar recae sobre tres comandantes: alias Joaquín Gómez, alias Pablo Catatumbo y alias El Paisa. En la estrategia no está el desgastar las tropas que están en zona rural, sino concentrarse en los cascos urbanos con sus milicianos. En esta oportunidad, gran parte de sus acciones las están adelantando pequeños grupos de muchachos que ya están entrenados en el manejo de explosivos, pero que en las zonas donde operan no generan sospechas. Una orden particular es que ninguno de los ataques puede ser cerca de los campamentos o las zonas donde hay importantes jefes guerrilleros. Para todo esto, su epicentro móvil de operaciones está en el departamento del Cauca.

Las autoridades están en alerta máxima. Saben que en medio de esta estrategia de desviar la atención de la Fuerza Pública a puntos distantes, se tiene información de que existe amenaza de ataques sobre algunos municipios de Huila, Caquetá y Putumayo. Personal de inteligencia indica que se han detectado movimientos de explosivos y armamento a estas zonas del país. Esto será para dejar descansar a Cauca y a Nariño. Todas estas regiones ya han sido víctimas de ataques en lo corrido del año.

Ante la información que han recolectado los organismos de inteligencia, los altos mandos de la Fuerza Pública se reunirán esta semana para definir el plan a seguir.

Alianza bacrim

Las negociaciones entre Farc y bacrim se están haciendo entre mandos medios. Para las autoridades es claro que sin esa alianza y la autorización de la banda criminal el grupo guerrillero nunca hubiera entrado a Tumaco (Nariño). Es tal la cercanía de las Farc con estas organizaciones, que están recibiendo plata de Víctor Patiño Fómeque. Esta alianza no es por acuerdos ideológicos, sino por necesidades logísticas, el tráfico de armas y la droga.

De acuerdo con una fuente de inteligencia de las Fuerzas Militares, Nariño tiene una particularidad: es el sitio donde se concentra la principal alianza entre las Farc y las bacrim, especialmente las que manejan ‘Los Rastrojos’ y las que maneja Víctor Patiño. El poder de las bandas criminales llega a tal punto que hay zonas donde han sometido a la guerrilla. En Nariño es trabajar en llave o irse a la guerra. La decisión fue aliarse.

Esta alianza preocupa enormemente a las autoridades, porque tienen claro que sería un ejército difícil de combatir. Incluso, se aventuran a decir que en un eventual proceso de paz entre el Gobierno y las Farc, podría pasar lo de Santa Fe de Ralito: jefes de grupos narcotraficantes sentados en la mesa de negociaciones.

Una guerrilla reducida a ocho mil combatientes

Según los recientes informes de inteligencia de la Fuerza Pública, las Farc hoy son una organización guerrillera que no supera los ocho mil combatientes. Esa reducción de hombres, debido a los fuertes golpes del Ejército y a la cantidad de deserciones que se han registrado en los últimos años, ha hecho que sus estructuras se estén concentrando especialmente en los departamentos de Cauca, Putumayo, Caquetá, Huila, Arauca, Norte de Santander y Nariño. Estas zonas, particularmente, son los territorios que han defendido con mayor ahínco, debido a que son grandes zonas de producción de coca, que se convierte en el oxígeno del grupo ilegal.

Esta aparente debilidad es la que hace que las Farc estén pensando en una salida negociada al conflicto, como lo dejaron ver a comienzo de año cuando Timochenko, en un comunicado, instó al gobierno de Juan Manuel Santos a retomar la agenda de San Vicente del Caguán. Se espera que en las próximas semanas la guerrilla emita un comunicado similar, reiterando el llamado.

Presidente Santos exige medidas de seguridad

Tras la escalada de ataques de las Farc y la supuesta amenaza contra otras poblaciones del país, el presidente Juan Manuel Santos exigió al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y a toda la cúpula militar un paquete de medidas para enfrentar al terrorismo y frenar las acciones como las que en la última semana les costó la vida a 18 colombianos. De acuerdo con el mandatario, ese paquete de medidas debe aprovechar la tecnología y las normas para reducir la posibilidad que tienen las Farc de hacer daño.

Para diseñar esta estrategia, desde ayer está reunido el alto mando con el fin de analizar y establecer medidas para frenar a las Farc.

La orden surge justo cuando empiezan a aparecer críticas por un posible debilitamiento del plan de consolidación de seguridad en el país. Analistas como León Valencia, director de la Fundación Nuevo Arco Iris, señalan que los grandes golpes a los cabecillas de las Farc hoy no se ven reflejados en la disminución de sus acciones violentas.