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Con el regreso a las armas, en el panorama jurídico de los integrantes de esta “nueva guerrilla” hay un borrón y un regreso a las viejas cuentas. Aunque hasta el cierre de esta edición, la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) no había expulsado a los hoy guerrilleros que habían prometido contarle sus verdades del conflicto y someterse a su sistema de justicia, el paso siguiente es la reactivación de todos los procesos en su contra, así como las condenas en firme, los procesos de reparación directa en el Consejo de Estado y todas sus investigaciones en la Fiscalía.
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La mayoría de estos expedientes se encuentran hoy en los despachos de la JEP, pero deben regresar a la justicia ordinaria en el menor tiempo posible, pues, en teoría, si la jurisdicción no los expulsa oficialmente, nadie puede capturar hoy a estos hombres nuevamente alzados en armas.
Todos ellos son unos viejos conocidos de la guerra. Desde Iván Márquez, el líder negociador de las Farc durante los diálogos de paz en La Habana, hasta Jesús Santrich, protagonista de uno de los escándalos más graves de la historia del proceso de paz, luego de que en abril del año pasado se conociera que Estados Unidos lo pidió en extradición por, supuestamente, haber planeado un envío de cocaína a ese país.
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También está alias el Paisa, considerado uno de los guerrilleros más sanguinarios y uno de los primeros líderes importantes en salir de su espacio de reincorporación y darle la espalda al proceso de paz. La mayoría de los hombres que hoy acompañan a Iván Márquez ya habían expresado su compromiso de entrar y colaborar en la JEP. Casi todos lideraban proyectos productivos en sus zonas veredales, como Romaña, quien estuvo a la cabeza de un proyecto de cultivo de girasoles en el Meta.
Sus prontuarios representan lo peor de una guerra que parecía superada. Durante mucho tiempo, la esperanza estaba puesta en que le contaran a la JEP toda lo que supieran sobre los hechos que protagonizaron. Ahora, de nuevo en el monte, parece que se volvió a embolatar esa verdad.
“Iván Márquez”
Comandó el bloque Caribe y fue parte del secretariado de las Farc. En su contra hay por lo menos 28 condenas y 128 órdenes de captura. Está detrás de la toma a la base militar Las Delicias en 1996, donde murieron 28 militares y secuestraron a 60 personas; la masacre de Bojayá en 2002, y la bomba a El Nogal en 2003.
El “Paisa”
Comandó la columna Teófilo Forero, a la que se responsabiliza de múltiples secuestros y de la bomba al club El Nogal en 2003. La Fiscalía lo investigará además por haber secuestrado el avión de Aires en 2000, por el asesinato de Diego Turbay Cotes y su familia ese mismo año, y por la toma del edificio de Miraflres en Neiva, donde secuestró a Gloria Polanco y su hijo, así como el securestro de Liliana Gaviria, hermana del expresidente César Gaviria, entre otros hechos.
“Jesús Santrich”
Fue miembro del secretariado y mano derecha de “Iván Márquez”. Tiene en su contra cinco órdenes de captura, una de ellas de la Corte Suprema de Justicia. Los delitos por los que será investigado son: secuestro, rebelión, reclutamiento de menores, concierto para delinquir, desplazamiento forzado y narcotráfico.
“Romaña”
Fue miembro del Estado Mayor Conjunto y es muy recordado por las conocidas “pescas milagrosas”. Será investigado por el secuestro del gobernador Alan Jara, por la toma en Mitú en 1998, donde fueron asesinados 40 uniformados y 11 civiles, además del secuestro de 64 personas, y enfrenta otros 80 procesos. Tiene dos condenas a 40 años, una por el asesinato de ocho uniformados y la otra por el secuestro de Héctor Fernando Ramírez Vásquez, exalcalde de Soacha en 1996. Es considerado uno de los guerrilleros más violentos de las Farc. El Departamento de Estado de Estados Unidos ofreció una recompensa de US$2,5 millones por su paradero.
El “Zarco” Aldinever
Heredó del “Mono Jojoy” el ala política y militar del máximo jefe del bloque Oriental de las Farc. Junto a “Romaña” fue clave en la dirección del bloque, la facción militar de la guerrilla. Es investigador por supuestamente haber apoyando el reclutamiento y las actividades relacionadas con la extorsión.
El “Loco” Iván
Fue integrante del estado mayor del bloque Oriental y es señalado de haber participado en la toma a La Calera (Cundinamarca) en julio de 1994. Además, las autoridades judiciales lo referencian como un importante explosivista de la antigua guerrilla. La JEP esperaba que le explicara su papel en casos de secuestro.
“Enrique Marulanda”
Es hijo de uno de los fundadores de las Farc Manuel Marulanda, más conocido como “Tirofijo”. Su verdadero nombre es Alberto Cruz Lobo. Militó en el bloque Oriental en el frente 51 y es señalado de extorsionar por años a comerciantes de Cundinamarca y Tolima.
“Wálter Mendoza”
Militó en el bloque Occidental, de la mano de “Pablo Catatumbo”. José Vicente Lesmes, su nombre real, es reconocido en las filas de la guerrilla como el creador de las “columnas móviles”. Comandó la Libardo García, que operaba en el Valle del Cauca, y estaría detrás de múltiples hechos violentos en Buenaventura.