La Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia ordenó la detención del congresista del Partido de la U Eduardo Pulgar como presunto responsable de hacer gestiones indebidas ante el Gobierno e incluso intentar sobornar a un juez, ofreciéndole $200 millones, para que favoreciera a un amigo suyo en medio de una disputa familiar que hay entre primos por el control de la Universidad Metropolitana de Barranquilla. Ese conocido es Luis Fernando Acosta Osío, cuyo nombre y rol en este entramado no pasó desapercibido para el alto tribunal.
Se trata de uno de los integrantes de una poderosa familia de la costa caribe colombiana que tiene una disputa interna por el centro universitario que fue fundado en 1973 por el exsenador Gabriel Acosta Bendeck. Las diferencias internas estallaron en 2016 cuando Ivonne Acosta Acero, hija del excongresista e integrante del Consejo Directivo sacó a Luis Fernando Acosta Osío y a Gina Díaz Buelvas de ese órgano colegial. La reacción de los entonces miembros fundadores fue crear un nuevo consejo, sacar al esposo de Ivonne Acosta de la rectoría y nombrar y buscar la inscripción de sus propios delegados ante el Ministerio de Educación.
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En esa disputa familiar y en la antesala de una audiencia en la que se iba a examinar los hechos alrededor de la destitución como rector de Carlos Jaller Raad (el esposo de Ivonne), Luis Fernando Acosta Osío buscó al senador Eduardo Pulgar y le manifestó su “preocupación” sobre lo que podía pasar en dicha diligencia. Fue por esa advertencia por la que Pulgar, en busca de los réditos políticos que le traía la Universidad en la campaña al Congreso, habría iniciado las gestiones indebidas que hoy lo tienen en la cárcel La Picota mientras avanza la investigación en su contra.
Como quedó registrado en grabaciones, Pulgar buscó al juez que le tocaba liderar esa audiencia y le ofreció plata (”200 barras”) para favorecer a su amigo y hasta le pide al servidor judicial, que rechazó su ofrecimiento ilegal, que al menos aplace a diligencia para poder él mostrar gestión ante sus conocidos. Antes de ello, buscó, según dijo el mismo Pulgar en la reunión, a funcionarios en la Presidencia y el Ministerio de Educación. Y luego, en otra reunión en la oficina de David Name en Barranquilla, Luis Fernando Acosta Osío le insistió al juez Andrés Rodríguez Caez sobre esas gestiones. Todo, como forma de buscar “ayuda” del funcionario.
La decisión de 157 páginas de la Corte Suprema resalta algunos apartes de lo dicho por Acosta Osío en esa diligencia que fue grabada por el propio juez y que el alto tribunal consideró legal. “Yo te cuento algo, Pulgar nos ayudó a nosotros con la ministra y te aseguro que la ministra no hubo plata de por medio de nada, ni creo que este señor le haya dicho anda de plata”, dice en un momento. Y en otro apartado, Acosta Osío asegura que todo este lío inició por el cambio de Carlos Jaller de la rectoría.
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“(…) lo cambiamos porque se descubrieron las vainas que había hecho, no entro en detalles, pero entonces nombramos al hijo del tío Gabriel, que es el hermano de Ivonne”, dijo. La Corte toma sus dichos y los del propio Pulgar, para insistir en que el congresista sí hizo gestiones ante terceros en el lío familiar, utilizando la influencia de su cargo, como en el asunto del registro ante el Ministerio de Educación. Y apunta a que, sin dudas, “el beneficiado con su gestión (…) no (es) otro que Luis Fernando Acosta Osío”. Además, la Sala de Instrucción indicó al menos una vez que este buscó favorecer a Pulgar con su testimonio
“La prueba de cargo encontró respaldo en otras dos y significativas circunstancias. La primera, que la actuación del Ministerio (de Educación) en el registro del representante legal de las universidades no se restringe, como lo atestó el mencionado Luis Fernando Acosta Osío para excluir la posibilidad de cualquier influencia del senador Pulgar Daza, a un mero acto de inscripción desprovisto de toda posibilidad de escrutinio o control”, dice en un apartado la Corte.
“En la foliatura está acreditado un contexto en el cual, adversamente a lo declarado por Luis Fernando Acosta Osío, si era viable, incluso, posiblemente requerida, al menos para agilizar la actuación, la influencia del Congresista Pulgar Daza”, agrega la Corte. Esa gestión buscaba que se hiciera la inscripción del representante legal designado por la familia por el bando familia de Luis Fernando Acosta Osío. Esto, buscando un rédito personal. El propio Pulgar dijo al juez Rodríguez Caez, hoy exiliado, que:
“Esos manes me ayudan ahí con becas, me dan puestecitos, yo hablo la verdad y cuando inicia la campaña me tiran un billetico, no les voy a negar nada, yo que voy a negar eso y los manes son juiciosos. Si yo le digo a los manes ‘ey doc, esa vaina 200 barras’, me dicen a qué horas y donde, ya si pa hablar claro la verdad, yo les digo a ustedes, la verdad aquí hay negocio”. En el proceso ante la Corte, Luis Fernando Acosta Osío declaró el pasado 15 de julio y admitió el encuentro con el juez en la oficina de David Name Terán y reconoció su propia voz en la grabación que se hizo pública.
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No obstante, Acosta Osío dijo que el audio fue editado porque supuestamente este no recogía la totalidad de las particularidades e incidencias de una reunión que fue más larga. Además, reseñó la Corte en el documento, excluyó cualquier mediación del senador Pulgar Daza ante el Ministerio de Educación a favor de la Universidad Metropolitana y dijo ignorar el sentido y el motivo de las manifestaciones que Pulgar Daza hizo al juez Rodriguez Caez sobre la existencia “de un negocio”. Y dijo que la Universidad no es fortín político de nadie y que tampoco financia campañas políticas ni da becas.
No obstante, en la ampliación de testimonio, Luis Fernando Acosta Osío ya no reconoció su propia voz cuando la Sala de Instrucción le puso de presente el audio de la reunión competa sostenida con David Name y el juez Rodríguez Caez y aunque admitió que sí hubo tal cita, cuestionó la originalidad de la grabación. Por ahora, esta investigación sigue en manos de la Sala de Instrucción que anunció que todavía falta recopilar varias pruebas y que para impedir que esto no se pueda hacer, era necesaria la detención preventiva del senador Pulgar.