La reciente captura de un hombre en Bogotá, señalado de ser uno de los líderes de la mafia italiana ‘Ndrangheta, puso de nuevo sobre la mesa la influencia de las organizaciones de crimen internacional en el negocio del narcotráfico en Colombia. Se trata de Giuseppe Palermo, alias “Peppe”, señalado de coordinar el envío de cocaína de Suramérica hacia Europa y el quinto capo de la mafia italiana capturado en el país en los últimos dos años.
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A su nombre se suman los de cuatro sujetos más, a quienes la Policía les ha seguido la pista entre 2023 y 2025, hasta dar con su paradero en Cartagena, Barranquilla y Medellín: Emanuele Gregorini, Gustavo Nocella, Luigi Belvedere y Gigliotti Massimo. Todos, señalados de mover desde Colombia los hilos de un negocio ilegal que, según cifras de la Policía, entre 2021 y 2022 logró el envío de 9,5 toneladas de cocaína solo por vía aérea hacia Europa.
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Otros nombres se suman a la lista de organizaciones criminales italianas que han extendido su poder a Colombia, a través de emisarios que se hacen pasar por comerciantes o turistas, al tiempo que manejan el negocio del tráfico de cocaína: las mafias Camorra, Cosa Nostra y ‘Ndrangheta, los clanes Moccia de Afragola, Rinaldi-Formicola, Amato-Pagano y De Micco. Muchas de ellas, además, relacionadas con grupos ilegales colombianos como el Clan del Golfo.
Estas organizaciones tiene un importante lugar en el crimen internacional. La mafia ‘Ndrangheta, por ejemplo, tiene presencia delictiva en al menos 40 países del mundo. Se dedica al narcotráfico, el lavado de dinero, la extorsión y la desviación de contratos públicos. ‘Ndrangheta es “una amenaza urgente para la paz y la seguridad internacionales, debido a su penetración en el entorno político y económico y a la corrupción generalizada asociada a ella”, según Interpol.
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La caída de alias “Peppe”
La captura más reciente de un capo italiano en el país fue la de Giuseppe Palermo, alias “Peppe”, en medio de un operativo de la Policía en Bogotá. Las autoridades de 196 países lo buscaban mediante circular roja de Interpol, por ser presuntamente el principal líder de la mafia italiana ‘Ndrangheta para América Latina, encargado de coordinar el envío de cargamentos de cocaína desde Colombia, Ecuador y Perú, hacia Europa.
Según la información entregada por la Policía, este sujeto pertenecía a uno de los núcleos más herméticos de la organización criminal. Además de liderar la compra de grandes cargamentos de cocaína, alias “Peppe” controlaba las rutas marítimas y terrestres para transportar la droga hacia mercados internacionales. Hacía pasar pastillas de cocaína, taladas y pintadas con riguroso cuidado, como granos de café para exportación.
Durante meses, las autoridades le siguieron la pista en Bogotá, donde se hacía pasar por comerciante desde 2023, cuando llegó a Colombia. Según la Policía, tenía relación directa con productores y transportadores de drogas, por lo que era un eslabón clave en la cadena de narcotráfico. En 2017 había sido condenado en Palermo (Italia) por delitos relacionados con tráfico de cocaína y apoyo a la fuga de integrantes de la misma mafia a la que él pertenecía.
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Alias “Dollarino”, el narco turista
Meses antes, el 18 de marzo de este año, se dio en Cartagena la captura con fines de extradición de Emanuele Gregorini, alias “Dollarino”, quien también tenía circular roja de la Interpol. El hombre evadía a las autoridades haciéndose pasar como turista y es señalado de ser el líder del denominado Sistema Mafioso Lombardo, una red criminal de la que hacen parte al menos tres organizaciones de la mafia italiana: Camorra, Cosa Nostra y ‘Ndrangheta.
El hombre, a quien la justicia italiana buscaba por su presunta responsabilidad en los delitos de tráfico de drogas, asociación criminal mafiosa, amenazas, extorsión y tráfico ilícito de armas, negociaba el envío de cocaína hacia Europa desde los puertos de Cartagena, Barranquilla y Santa Marta. Se hospedaba en hoteles a los que llegaban cada día hasta cuatro trabajadoras sexuales, un dato que fue clave fue por medio de ellas que la Policía logró seguirle la pista en los sitios que frecuentaba y dar con el lugar en el que se escondía.
En 2020 había sido capturado en Roma (Italia), por ser uno de los líderes del Clan Moccia de Afragola, una organización criminal aliada al Sistema Mafioso Lombardo, con redes de tráfico de cocaína, compra de armamento y lavado de activos en Europa y América Latina. Desde 2023 estaba prófugo, hasta que la Policía colombiana, autoridades del Reino Unido, el Núcleo Investigativo de los Carabineros de Milán y el Servicio de Cooperación Internacional del Ministerio del Interior de Italia dieron con él en Cartagena.
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El viaje de “Ermes”, mensajero de la cocaína
Otro capo italiano fue capturado el año pasado en la ciudad de Medellín. Se trata de Gustavo Nocella, conocido con el alias de Ermes y señalado de ser el principal enlace de los clanes Rinaldi-Formicola, Amato-Pagano y De Micco con grupos criminales del país, como el Clan del Golfo. Según las autoridades, coordinaba el envío de buques y veleros cargados con cocaína desde Colombia, hacia Ámsterdam (Países Bajos) y, de allí, hasta Nápoles (Italia).
El hombre, que tenía circular roja de Interpol por el delito de participación en conspiración criminal para el tráfico de drogas, fue capturado el 21 de octubre de 2024. La Operación Minerva, que tenía por objetivo su captura, fue planeada durante seis meses, luego de que la Policía colombiana, en coordinación con Europol, la Policía de Carabineros de Italia y autoridades del Reino Unido, establecieran que Medellín era su nuevo centro de operaciones.
Agentes de inteligencia le hicieron seguimiento a una mesa de billar, su afición y pasatiempo favorito, hasta que dieron con uno de los lujosos apartamentos que arrendaba por hasta $25 millones en el sector de El Poblado, en la capital antioqueña. Hasta allí llegaron y efectuaron la captura con fines de extradición del narco invisible, que para entonces tenía 58 años.
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La fuga fallida de Luigui Beldevere
En octubre de 2023, también en Medellín, las autoridades capturaron a Luigi Belvedere, un narcotraficante líder de la mafia Camorra, que era buscado por 196 países. Según las autoridades, este hombre compraba la cocaína de organizaciones criminales de Suramérica y la enviaba a Nápoles, Caserta, España, Alemania y Países Bajos. Las autoridades italianas lo consideraban como uno de los fugitivos más peligrosos del país.
Una foto junto a la tumba de Pablo Escobar, exfeje del cartel de Medellín, fue clave para que las autoridades dieran con su paradero el 25 de octubre. Lo que pasó de ser una imagen simple para redes sociales, se convirtió en la hoja de ruta para que la Policía colombiana, agencias antidrogas de Italia y del Reino Unido, en el marco de la denominada Operación Caronte, dieran con el lugar exacto en el que se escondía y lo pusieran a disposición de la justicia.
Después de la captura, la mafia italiana orquestó un plan para su fuga. Las autoridades se enteraron de que la organización a la que pertenecía Beldevere le había ofrecido $3.000 millones al Clan del Golfo para que apoyara el plan. La idea era fingir que el capo estaba enfermo y solicitar su traslado a un centro médico. A su salida, la caravana sería atacada por hombres del Clan, que se lo llevarían. Las autoridades supieron del plan y lograron evitarlo.
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Gigliotti Massimo y el Clan del Golfo
La lista la cierra Gigliotti Massimo, cuya captura se dio el 30 de noviembre de 2023, en Barranquilla (Atlántico). El hombre, que hacía parte de la mafia ‘Ndrangheta, era requerido por la justicia italiana por su presunta participación en los delitos de tráfico de drogas a nivel internacional y asociación criminal. El enclave de su negocio era Milán (Italia), hasta donde hacía llegar la droga que camuflaba desde Colombia en barcos.
En 2022 las autoridades ya habían desarrollado un primer operativo contra esa mafia en Colombia, en el que capturaron a 38 personas e incautaron 4,3 toneladas de cocaína. Fue entonces cuando la Direzione Investigativa Antimafia de Italia (DIA) reveló los nexos entre esa mafia y el Clan del Golfo, después de haber sostenido negocios durante años con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), hasta su desmovilización en los años 2000.
La relación de ‘Ndrangheta con las AUC se mantuvo con los paramilitares que no se desmovilizaron y que crearon el Clan del Golfo. La misma organización que en los últimos años ha controlado el tráfico de drogas desde el Pacífico y el Urabá. Y que es, además, la organización al margen de la ley de mayor crecimiento en el país: más de 7.000 hombres en filas y redes de apoyo, según cálculos de las Fuerzas Militares.
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A estos cinco capos italianos se suman otros dos sujetos que, sin ser ciudadanos de ese país, llegaron hasta Colombia para mover los hilos del negocio del narcotráfico. Reynaldo Pérez Palacio, un panameño conocido en el mundo del crimen como alias Rey, fue capturado el 25 de abril de 2024 en un hotel de Chapinero, en Bogotá. Era señalado de mover toneladas de cocaína desde Colombia, por Panamá, hacia Estados Unidos y Europa.
El 28 de febrero de este año, en Barranquilla, fue capturado Namoussi Mounir, alias de Mou. Un ciudadano belga, buscado por las autoridades de Bélgica y Reino Unido por liderar el Cartel de los Balcanes, la red de importación responsable de la mitad de la cocaína que llegaba desde Suramérica a España, Serbia, Italia, Croacia, Dubai, Alemania y Turquía.
Aunque todos estos hombres son las cabezas visibles de un negocio que genera miles de millones de pesos, lo cierto es que las autoridades le siguen la pista a otros sujetos cuyos nombres aún mantienen bajo la reserva de las investigaciones criminales. Los mismos que siguen buscando alianzas con criminales en el país y que mueven tanto dinero, como cocaína.
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Por Gustavo Montes Arias
