No terminaba el polémico excongresista Juan Carlos Martínez de recuperar su libertad por orden de un juez de ejecución de penas —que evaluó dudosos informes para rebajar su tiempo en prisión—, cuando un fiscal antimafia ya libraba orden de captura en su contra por delitos relacionados con narcotráfico. Sin embargo, cuando agentes del CTI fueron a hacer efectiva su detención no lo encontraron en su casa, ubicada en Dapa, muy cerca de Cali.
El martes, un juzgado le otorgó la libertad a Martínez, condenado por el delito de concierto para delinquir por sus probados nexos con grupos de autodefensas. Mientras estuvo en la cárcel fueron bastante sonados sus escándalos por celebraciones irregulares al interior de La Picota o porque intentó mejorar sus condiciones de reclusión tumbando paredes y ampliando su celda sin permiso. Todo ello en apenas 38 meses de prisión.
Testimonios entregados a la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía, sin embargo, pusieron nuevamente en aprietos judiciales al “todopoderoso” Juan Carlos Martínez. Desmovilizados lo señalan como enlace del extraditado comandante paramilitar Hébert Veloza, alias H.H., y además lo relacionan con el narcotraficante Olmes Durán. En ese contexto, después de constatar la veracidad de tales declaraciones, sumadas a otros documentos de las autoridades, el ente investigador profirió la orden de captura.
Hay evidencias para “considerar que pueden existir elementos que relacionen a Martínez Sinisterra con organizaciones del narcotráfico”, precisó el fiscal general, Eduardo Montealegre. Al cierre de esta edición el CTI de la Fiscalía no había hecho efectiva la captura del excongresista condenado dentro del escándalo parapolítico. Se dice que el martes, al saber de su libertad, hubo celebración en su casa. Hoy nadie da razón de él.
Por Redacción Judicial
