Metro Cali perdió una batalla jurídica y deberá pagar una millonaria multa

El multimillonario pleito que sostiene Metro Cali con GIT Masivo S.A., operador del sistema de transporte público de esa ciudad, habría llegado a su fin. El Consejo de Estado desestimó una tutela, que era la última esperanza de la empresa, para no pagar una multa que podría superar los $197.000 millones. Ese pago fue ordenado por un Tribunal de Arbitramento en noviembre de 2018.

La alcaldía intentó con una demanda y con la tutela revocar el fallo del Tribunal ante el Consejo de Estado, sin éxito. Su defensa insistía vulneraciones al debido proceso y a la hora de tasar la indemnización que ahora no tendrá más remedio que pagar pues para el alto tribunal es claro que la tutela no era el recurso idóneo para hacer estos cuestionamientos. El origen de este pleito son diferencias técnicas. 

(En contexto: La pelea que Metro Cali va perdiendo)

GIT Masivo, una de las empresas que obtuvo contrato en 2006 para operar el MIO (Masivo Integrado de Transporte), demandó a Metro Cali por varias razones. Por ejemplo, la falta de infraestructura física y tecnológica para poder ofrecer el servicio de transporte, la ausencia de patios y talleres, el desajuste de $60 entre la tarifa técnica y la tarifa cobrada al usuario y el no cubrir la diferencia, la liquidación de la tarifa técnica con los criterios errados o el desequilibrio que generó para la empresa el hecho de que el MIO no arrancara en los términos que estaba proyectado.

Este año, la administración de Mauricio Armitage anunció la llegada de dos nuevos operadores, en medios se ha dicho que su flota se incrementaría de 650 a 1.145 buses y se incluirán en ella articulados eléctricos. Pero Metro Cali perdió la demanda en el Tribunal de Arbitramento  y, por eso, acudieron al Consejo de Estado que ratificó en agosto pasado el millonario pago, que incluye una suma importante solo por concepto de intereses.

“Los fundamentos que tuvo el panel arbitral para ordenar el pago de los intereses moratorios correspondientes a los ítems indicados en precedencia, en tanto se trata de aspectos que, claramente, escapan a la competencia del juez de anulación”, indicó en este momento el alto tribunal. Igualmente, se confirmó que se deben pagar unos $85.000 millones a GIT Masivo por “indemnización de perjuicios”, en relación con cuatro aspectos.

El primero, el pago incompleto de la remuneración. El segundo, el pago incompleto de las cifras acordadas en un otrosí. El tercero, por el concepto de “kilómetros en vacío” (que tiene que ver con la diferencia a la hora de calcular la tarifa para el operario privado) y, por último, los costos de talleres externos. En general, el Consejo de Estado refrendó lo que se había establecido en el laudo arbitral: que Metro Cali no hizo lo suficiente para poner a disposición de sus operadores lo necesario para que el sistema operara como debía.

El multimillonario pleito que sostiene Metro Cali con GIT Masivo S.A., operador del sistema de transporte público de esa ciudad, habría llegado a su fin. El Consejo de Estado desestimó una tutela, que era la última esperanza de la empresa, para no pagar una multa que podría superar los $197.000 millones. Ese pago fue ordenado por un Tribunal de Arbitramento en noviembre de 2018.

La alcaldía intentó con una demanda y con la tutela revocar el fallo del Tribunal ante el Consejo de Estado, sin éxito. Su defensa insistía vulneraciones al debido proceso y a la hora de tasar la indemnización que ahora no tendrá más remedio que pagar pues para el alto tribunal es claro que la tutela no era el recurso idóneo para hacer estos cuestionamientos. El origen de este pleito son diferencias técnicas. 

(En contexto: La pelea que Metro Cali va perdiendo)

GIT Masivo, una de las empresas que obtuvo contrato en 2006 para operar el MIO (Masivo Integrado de Transporte), demandó a Metro Cali por varias razones. Por ejemplo, la falta de infraestructura física y tecnológica para poder ofrecer el servicio de transporte, la ausencia de patios y talleres, el desajuste de $60 entre la tarifa técnica y la tarifa cobrada al usuario y el no cubrir la diferencia, la liquidación de la tarifa técnica con los criterios errados o el desequilibrio que generó para la empresa el hecho de que el MIO no arrancara en los términos que estaba proyectado.

Este año, la administración de Mauricio Armitage anunció la llegada de dos nuevos operadores, en medios se ha dicho que su flota se incrementaría de 650 a 1.145 buses y se incluirán en ella articulados eléctricos. Pero Metro Cali perdió la demanda en el Tribunal de Arbitramento  y, por eso, acudieron al Consejo de Estado que ratificó en agosto pasado el millonario pago, que incluye una suma importante solo por concepto de intereses.

“Los fundamentos que tuvo el panel arbitral para ordenar el pago de los intereses moratorios correspondientes a los ítems indicados en precedencia, en tanto se trata de aspectos que, claramente, escapan a la competencia del juez de anulación”, indicó en este momento el alto tribunal. Igualmente, se confirmó que se deben pagar unos $85.000 millones a GIT Masivo por “indemnización de perjuicios”, en relación con cuatro aspectos.

El primero, el pago incompleto de la remuneración. El segundo, el pago incompleto de las cifras acordadas en un otrosí. El tercero, por el concepto de “kilómetros en vacío” (que tiene que ver con la diferencia a la hora de calcular la tarifa para el operario privado) y, por último, los costos de talleres externos. En general, el Consejo de Estado refrendó lo que se había establecido en el laudo arbitral: que Metro Cali no hizo lo suficiente para poner a disposición de sus operadores lo necesario para que el sistema operara como debía.