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Vladimir Fernández, el secretario jurídico de la Presidencia, la actual mano derecha de Gustavo Petro en lo que a la justicia se refiere, es el nuevo magistrado de la Corte Constitucional, el alto tribunal que delibera sobre lo que en Colombia se a ajusta -o no- a la Constitución Política. La plenaria de la Cámara lo eligió con 88 votos y, cuando se posesione, por ocho años integrará a la Corte que, entre otras tareas, hace control a los proyectos consolidados de Gobierno, incluidas las banderas políticas de Petro.
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En entrevista con Caracol Radio, Fernández aseguró que, a pesar de su cercanía con el actual gobierno, que de hecho lo postuló entre los ternados a ocupar el cargo, será un magistrado independiente. “El presidente valora mi independencia frente a todos los temas. Yo tengo esa posibilidad con él, de respetar trabajando mi criterio. Le doy mis puntos de vista, a veces mis objeciones, a veces compartimos la misma posición y eso ha hecho que se construya una relación fluida y con mucha altura”, explicó.
Y agregó: “La independencia me la da pues toda una vida de trayectoria como abogado y responsable frente a mi propia formación jurídica clara, fuerte y solida frente a todos los temas. Yo tengo frente a mis aptitudes una roca muy fuerte en qué pararme y esa es mi formación”. Asimismo, respondió que llegar a la Corte Constitucional es un sueño que tenía entre ojos desde que tuvo su primer clase de Derecho en la Universidad Externado.
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En el medio radial, Vladimir Fernández anunció que su corte es “de criterio liberal”, respetuoso con las diferencias. En cuanto a la Corte Constitucional que encuentra, el secretario jurídico explicó que ve a unos magistrados muy estudiosos, que trabajan en una alta corte que está en armonía y que soluciona los disensos de la mejor manera. Vladimir Fernández siente que llega a una Corte donde tendrán acogida sus ideas y podrá entablar debates de la máxima altura para el país.
Cuando se le cuestionó por los proyectos bandera del Gobierno Petro, dado que la Corte Constitucional les hace control tras superar el examen legislativo en el Congreso, esto respondió: “Declararse impedido es algo común por la naturaleza del cargo. En mi caso, por este periodo, no es tan extenso y no hay muchos motivos de declaratoria de impedimento. Es un trámite normal y transparente”, dijo. Y sobre si se morderá la lengua al deliberar sobre los proyectos del gobierno actual, esto concluyó: “Lo que corresponde, mordérsela duro”.
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