
“Él era un padre supremamente cariñoso, pero al mismo tiempo muy exigente. Particularmente con lo que tenía que ver con el estudio y buen desempeño en las clases. Un día saqué una mala nota y me asusté tanto de llevar el reporte (a casa), que lo quemé. Me gané un tremendo regaño”. El senador Rodrigo Lara Restrepo cuenta que ese episodio con su padre, que recuerda hoy con nostalgia, le sirvió de lección de vida. El congresista tomó esas y otras enseñanzas de Rodrigo Lara Bonilla, de quien siguió los pasos...
Por Alejandro Escallón Alviar/ @Alejoesca
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