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Esta mañana, la jueza tercera de familia de Bogotá adelantó la audiencia de inventarios y avalúos de los bienes de la extensa fortuna que dejó Víctor Carranza, el extinto zar de las esmeraldas fallecido el 4 de abril del año pasado. Entre las posesiones se encuentran las gemas más grandes del mundo: Fura (de 11 mil quilates equivalentes a cinco libras de peso) y Tena (de dos mil quilates, casi un kilo de peso. Es la más valiosa del mundo), y una supuesta mina de diamantes en Sudáfrica que aún no se reconoce dentro del patrimonio a heredar.
Por ello, Federman Ocampo, abogado de Catalina Carranza, una de las hijas extramatrimoniales del zar de las esmeraldas, señaló que solicitarán a la jueza que por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores se revise si en ese país hay a nombre de Víctor Carraza alguna mina de diamantes. "Necesitamos que Colombia informe sobre este hecho, fuentes confiables nos han contado sobre la existencia de la mina y de ser así, las hijas entrarían a heredar", sostuvo.
A la diligencia concurrieron Blanca Carranza, sus cinco hijos, y las cuatro hijas extramatrimoniales del difunto, quienes inventariaron los bienes que consideran forman parte de la masa herencial. Catalina no ingresó. "La jueza no me permitió entrar porque yo no estaba citada", explicó.
Ocampo, quien defiende los intereses de Vivian Andrea Carranza Rubio, Iliana Catalina Carranza Patiño y Juliana Carranza Aguirre, manifestó que sus prohijadas acudieron a la Procuraduría por considerar que hay irregularidades en el proceso. "No dejan entrar a las herederas legítimas a las audiencias públicas, creo que se les está violando el debido proceso", dijo el jurista.
La diligencia se realiza siete meses después de la última audiencia, pues en octubre de 2013 se había aplazado, según Ocampo, "de forma injustificada y sin tener un acceso completo al expediente".
Los herederos relacionaron 56 propiedades de Víctor Carranza y para el próximo 10 de julio se prevé que se informará los que hacen falta. Se estima que el valor aproximado de los bienes asciende a US$4.000 millones, pues también hay cuentas en Hong Kong, China, Dubái, Panamá, Islas Caimán, Islas Barbados y Suiza.
En derecho de sucesiones la diligencia de inventarios y avalúos debe incluir los activos y las deudas del difunto y de ella también pueden hacer parte los probables acreedores del difunto. Dichos inventarios sirve de base para confeccionar la denominada partición de los bienes que integran la herencia entre aquellos a quienes el juez les reconozca vocación hereditaria. Esa partición la puede hacer el juez de acuerdo a lo estipulado en el Código Civil o guiándose por el testamento que en vida haya dejado la persona fallecida.