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El abogado Silvio Quiñones, quien defiende los intereses de Jessy Quintero, una de las implicadas en el caso del estudiante de la Universidad de los Andes, Luis Andrés Colmenares, manifiesta que existen todas las pruebas testimoniales y documentales que permiten descartar las hipótesis de un suicidio y de un homicidio en la muerte del joven de 21 años registrada el 31 de octubre de 2010.
“Él tenía muchos planes, muchas cosas en la vida; entonces la idea del suicidio nunca la ha manejado la familia, los medios (de comunicación) son los que se han inventado esa cosa, o algunas autoridades que querían decir que se trataba de un suicidio”, precisó el abogado.
Y es que para el jurista, los testigos y las pruebas recolectadas hasta el momento indican que en ningún momento de esa noche Colmenares fuera golpeado o haya participado en alguna riña; hecho por lo cual descarta la hipótesis de un asesinato y la responsabilidad de otros estudiantes de la Universidad mencionados en durante la investigación como Carlos Cárdenas y Juan Pablo Valderrama.
“No hay la menor posibilidad de que en los hechos como han sido narrados se haya presentado un incidente. Primero que todo más que cerca del lugar donde ocurrieron los hechos existe un CAI de la Policía y hay muchas cámaras de seguridad y vigilancia y no existe un solo reporte de que una pelea o agresión”, manifestó.
Para Quiñones, el joven de 21 años murió producto de “un ahogamiento”, precisando que pese a que la corriente del caño del parque El Virrey no era muy alta ni fuerte, al caer su cabeza en el agua no pudo reaccionar debido al estado de alicoramiento, hecho que se demuestra a partir de las fotos publicadas de la fiesta en las que se evidencia consumo de vodka, aguardiente y cerveza, además de una bebida energizante.
“Es accidentalmente que se cae allá por su estado de excitación y de embriaguez, porque cuando uno tiene esas dos sustancias se produce una depresión en el sistema nervioso central, que si uno se golpea y pierde el sentido se ahoga. Usted no puede reaccionar, es decir que cuando se golpeó, según los médicos, pierde la capacidad de reaccionar y no puedo defenderse del golpe”, precisó el abogado.
Los hechos
Con un tono pausado y tranquilo, el jurista relató en detalle que el día de los hechos, su cliente, quien era muy amiga de Luis Andrés, salió del bar en el norte de Bogotá con él cuando ya se había acabado la fiesta, y en compañía de otras nueve personas buscaron algo de comer cerca del sector de la calle 85 con carrera 15.
En ese momento, según su cliente, el joven Colmenares compra un perro caliente, el cual bota al piso pues no le gustó su sabor y pide algo de tomar. Después de eso, en un abrir y cerrar de ojos Jessy Quintero, quien tenía del gancho a Luis Andrés, siente como este se le suelta y emprende una carrera hacia al norte, “en un momento de euforia”.
“Él quería estar como solo, dicen que estaba muy tomado y un poco exaltado“, señala el jurista basándose en los detalles que le ha dado su cliente, quien se encuentra bajo detención domiciliaria desde el pasado 7 de octubre.
La única persona que acompaña a Luis Andrés en ese momento es Laura Moreno, otra estudiante de la Universidad de los Andes, procesada igualmente por la muerte del joven, mientras que Jessy y los otros acompañantes esperaban a una camioneta que los recogiera para emprender la búsqueda de Luis Andrés.
¿Por qué Jessy no salió corriendo? Según el jurista, su cliente tenía unos tacones muy altos, que hacían parte de la indumentaria del disfraz que vestía, lo cual le dificultaba dar pasos muy largos. Además, el uso de una minifalda muy corta también afectaba el que hiciera movimientos rápidos, hecho por el cual prefirió esperar la camioneta.
En ese momento, ya eran las tres de la mañana; Jessy llamó al celular de Luis Andrés para saber dónde estaba, sin embargo le contestó Laura Moreno quien le señala todo el recorrido que había hecho y le indica que no ha podido alcanzar a Colmenares.
Laura le detalló que estaba pasando por un edificio de Ecopetrol, cansada de correr tras Luis Andrés, a quien ya le había perdido el rastro, pues corría muy rápido. Pocos minutos después se volvió a comunicar con Jessy y le comentó que ya había logrado “sujetar” al joven y que lo estsba calmando.
Sin embargo, pocos minutos después Laura le comentó que Luis había saltado al caño, “nunca le dijo que se suicidó, sino solamente que se había lanzado”. En ese momento Jessy permanecía en el carro el cual tuvo que desviarse de su ruta habitual para ingresar al Parque, hacia las 3:35 de la mañana.
Acto seguido, inició la búsqueda de Luis por el sector del caño. Se buscó además apoyo de los agentes que se encontraban en el CAI del sector. Después de más de 30 minutos de búsqueda llamaron al hermano de Luis Andrés para saber si ya había llegado a la casa, sin embargo su familia desconocía de su paradero.
A las 4:35 de la mañana llamaron a los bomberos para que apoyaran la búsqueda. En ese momento, y debido a las insistentes llamadas de la familia de Jessy, ella se ve obligada a marcharse a su casa con dos amigos.
“Ella llega a su casa a las 5:30 de la mañana, en ese momento asumía que el muchacho (Colmenares) iba a aparecer”, precisó el abogado, quien manifestó que después de conocer que el joven no había llegado a la casa empezaron a “rotar” panfletos con su foto en el lugar de los hechos y a pedir ayuda por las redes sociales con el fin de saber si alguien conocía de su paradero.
A las 11 de la noche de ese día, la joven se entera que Colmenares había aparecido muerto en el caño el Virrey, dice el abogado.