“Me sometieron a un denominado ‘castigo’ de hacer meter a la laguna (del Humedal Tibabuyes de Suba) sin ropa, mientras me gritaban cosas degradantes, para posteriormente golpearme y embarrarme la ropa, vulnerando mi dignidad e integridad personal. Lo cual, responde a prácticas incoherentes, en donde en vez de tener el objetivo de cuidar y velar por la vida digna y el derecho a la protesta, ejercieron prácticas de línea militarista, autoritaria y machista”.
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Con esas palabras inició su denuncia pública Karo, una mujer quien decidió proteger su identidad y quien asegura que durante los últimos días de paro nacional ha sido violentada por miembros de un grupo de la Primera Línea de Suba (Bogotá), comandada por un hombre que se autodenomina como Gato. De acuerdo con la denunciante, hace un mes la obligaron a meterse desnuda al humedal porque supuestamente había tenido relaciones sexuales en la Universidad Pedagógica el pasado 30 de mayo. No solo explicó que esa situación era falsa, sino también que desde entonces la tratan con comentarios misóginos.
“La primera línea involucrada se comunicó un par de días después para acordar actividades de reparación. Sin embargo, estos acuerdos fueron incumplidos en su totalidad, nunca hubo una voluntad de identificar y expulsar a las personas involucradas, tampoco en rechazar estas acciones que deslegitiman los propósitos de la Primera Línea, ni en participar en las mesas de construcción del protocolo de la localidad. Por el contrario, los pocos que asistieron se reían y exclamaban falacias como que somos ‘feminazis’”, explicó la mujer.
Según la denuncia, apoyada por el Comité Local de DD. HH de Suba y la Colectiva Buscarlas Hasta Encontrarlas, el presunto hostigamiento contra Karo escalo a niveles aún peores el pasado 5 de julio. En inmediaciones del centro comercial Plaza Imperial, en Suba, la mujer asegura que estaba en compañía de su compañero Z11. Desde que llegaron al espacio, donde también estaría un grupo de la Primera Línea, la habrían hecho sentir incomoda con comentarios, tanto que le dijeron a su acompañante lo siguiente: “o se lleva a esa perra, o se la estallo”.
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“Con miedo le digo a él que nos vayamos, que no quiero que me agredan ni me golpeen; al rato se acerca la misma chica y le dice a mi compañero: ‘si la nena no sale del espacio, se la estallo’. Nos levantamos para irnos y a mi compañero lo llaman a decirle que nos alejemos del espacio para golpearnos, la chica que se le había acercado barias veces a él lo agrede físicamente, golpeándolo en el rostro y reventándole la nariz”, agrega Karo, quien aseguró que había miembros del colectivo a cargo de Gato.
Luego de eso, la mujer explica que Gato la habría amenazado así: “usted se nos tiró el proceso, usted es una tal por cual, no la queremos acá en Suba. Ni perdón, ni olvido piroba”. Al final, según la denuncia pública, explicó que pudo escapar del lugar no sin antes sufrir nuevos agravios y que esa Primera Línea de Suba no permite que las colectivas feministas alcen su voz. “Seguimos enunciando que el movimiento social y popular será feminista y antipatriarcal o no será”, concluye el documento.
DENUNCIAMOS Y RECHAZAMOS ROTUNDAMENTE LAS VIOLENCIAS BASADAS EN GÉNERO, EJERCIDAS POR UNA DE LAS PRIMERAS LÍNEAS DE SUBA.🚨 pic.twitter.com/JmgMXevgg5
— Comité Local de Derechos Humanos-Suba (@CLODHS_) July 6, 2021
En diálogo con El Espectador, Gato, quien protege su nombre por su seguridad, aseguró que durante la tarde del 7 julio se reunió con Karo y el comité feminista, sin embargo, las partes no llegaron a un acuerdo. Además, explicó que se trata de una campaña de difamación. “Quiero responsabilizar completamente de cualquier agresión a mi persona, cualquier acto que atente contra mi integridad y vida directamente a Karo, al comité feminista y todas las personas que han hecho la difusión de la mala información”, dijo.
Sobre el tema de los presuntos actos abusivos en el Humedal Tibabuyes, el líder de la Primera Línea en Suba asegura que tiene cómo probar que ese día estaba en el Portal Américas -llamado Portal Resistencia por los manifestantes-. Además, que el colectivo ni siquiera estaría presente en el lago. No obstante, agregó que Karo fue sometida a violencia de género y que en el momento del “pagamento” estaba junto a otro hombre.
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También negó las supuestas intimidaciones en el centro comercial de Suba y aseguró que la Primera Línea es inclusiva: “todos estamos abiertos a abrirles espacios en donde ellas, todos y todes se sientan acogidos, respaldados y con la plena libertad de realizar actividades de inclusión social. Nosotros jamás nos cerramos a ese punto, ni jamás hemos deslegitimado sus actos. Todo lo contrario, siempre buscamos el hecho de poder alimentarnos en el lenguaje inclusivo. Creo que todos tenemos que hacer parte de este cambio y la lucha tiene que ser algo colectivo.