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El excongresista Musa Besaile fue trasladado del Centro de Reclusión Militar de Puente Aranda, en Bogotá, a un centro de reclusión también del Ejército y ubicado en Montería (Córdoba). En diciembre pasado aceptó cargos por parapolítica y se espera que en los próximos meses reciba su condena por relacionarse, para su proyecto político, con autodefensas como Salvatore Mancuso.
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Según conoció El Espectador, el traslado tiene su origen en una petición de la defensa de Besaile, que conoció la Corte Suprema de Justicia como juez natural del exsenador. Al final, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) permitió el cambio de reclusión, verificando que hubiera cupo y condiciones de seguridad en Montería.
En diciembre pasado, Besaile aceptó cargos ante la misma alta corte por negociar con paramilitares hacer campaña a la Cámara de Representantes, entre 2001 y 2002. Será condenado por el delito de concierto para delinquir, en la modalidad de promoción de grupos al margen de la ley. Reconoció su alianza con el Bloque Córdoba de las AUC, dirigido por Mancuso entonces.
Antecedentes: Con su salida de la JEP, estos son los procesos de Besaile que vuelven a la Corte
Este proceso contra Besaile reposaba en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) desde el 2019, cuando el exsenador se sometió al tribunal de paz. Dos años después, la Sección de Apelación de la JEP decidió devolver el expediente a la Corte Suprema de Justicia debido a que Besaile no hizo aportes relevantes, y sus versiones denotaban “falta de seriedad y compromiso”.
Por otro lado, Besaile es investigado por el escándalo del Cartel de la Toga. La acusación indica que pagó $2.000 millones al exfiscal Luis Gustavo Moreno, sentenciado, para desviar una orden de captura que pesaba en su contra en el marco de la investigación que se le adelanta por parapolítica. De allí se habría favorecido el condenado exmagistrado Gustavo Malo Fernández.
Según ese expediente, el pago de esos dineros se hizo con recursos de la Gobernación de Córdoba. Fue el mismo departamento del que su primo, Edwin Besaile, fue gobernador. Este último también tiene un proceso en contra por el cartel de la hemofilia, cuando dineros para combatir esa enfermedad fueron entregados por la administración departamental, a pesar de que fueran inexistentes los pacientes que supuestamente se iban a entender.
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