
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Este viernes, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, se refirió a la huelga de hambre iniciada el pasado 23 de mayo por varios miembros retirados de la fuerza pública. Botero aseguró que se les ha prestado la atención necesaria en salud y que ellos “no han querido aceptar las mesas de trabajo que hemos abierto” para negociar. También dijo que el sistema de salud propio de la fuerza pública “ha progresado desde el 7 de agosto”, cuando se posesionó el presidente Iván Duque.
“Tienen controles médicos tres veces y todas las ayudas que han requerido. Esperamos que se logre establecer una mesa de trabajo, pero, lamentablemente, no han querido aceptar. Los generales de la Policía y de las Fuerzas Militares han conversado con ellos”, afirmó Botero. Y añadió: “Nosotros tenemos una salud en la fuerza pública que ha progresado desde el 7 de agosto, pero todavía requiere muchas mejoras. Tenemos un presupuesto de $2,9 billones para atender a 1.323.000 personas. Las atendemos en todo el país y hay un buen cubrimiento, pero con un volumen (de afiliados) tan grande es posible que se produzcan fallas”.
(Lea aquí: Las complejidades del debate pensional en Colombia).
Siete hombres pensionados de la fuerza pública iniciaron la huelga el pasado 23 de mayo, ubicándose en la Plaza de Bolívar. Son dos, además de ser atendidos por el presidente Duque, las peticiones de los miembros de la fuerza pública en huelga: que se mejore el sistema de salud al que pertenecen, pues creen que está en una crisis que se ve reflejada en las dificultades para acceder a citas médicas con especialistas y en el suministro de medicamentos, y que aumente el valor de su pensión, al considerar que no se les ha reconocido todos sus derechos pensionales.
“Hay una mala administración del sistema de salud al interior de la fuerza pública. La corrupción lo ha permeado y estamos solicitando un salvavidas para que se nos garantice el derecho a la salud (...) cuando vamos a pedir una cita médica no la tenemos y mucho menos una cirugía o medicamentos de alto costo, y los generales guardan silencio”, dijo el sargento (r) Luis Fernando Henríquez, de la Policía, a RCN Radio el día en que inició la huelga de hambre.