No quiero parecer "lambón" con el Presidente: Moncayo

Tras una reunión con la cúpula militar, la primera desde su liberación y luego de permanecer por casi dos semanas en el Hospital Militar, Moncayo y Calvo revelaron detalles de su secuestro.

Moncayo contó que muchas veces el ejército estuvo cerca de su sitio de cautiverio, pero nunca se acercaron lo suficiente. Relató también que a su regreso a la libertad traía pruebas de supervivencia del coronel Duarte, del Mayor Hernández, de Luis Alberto Erazo y Libio José Martínez, pero que las Farc se las quitó.

Aseguró que debido a que permeneció aislado no sabe mucho de las Farc y si están diezmadas o no.

Respecto a la campaña de desprestigio en su contra - que se está manejando a través de internet- aseguró que  "respeto el critero de muchos colombianos. No pretendo obligar a nadie a que crea lo que he sufrido por los colombianos".

Al respecto, el segundo comandante encargado del Ejército, el general Felipe Paredes, dijo que las amenazas en contra de Moncayo serán investigadas y los autores procesados.

Moncayo, en la misma actitud tranquila que se le vio el día de su liberación, dijo que no ha saludado al presidente Uribe porque no quiere "parecer lambón, como se dice coloquialmente", después de las opiniones que él mismo había expresado en el video de la prueba de supervivencia, cuando le pidió que abriera las puertas para el intercambio humanitario.

Fui un poco duro con él y, pues no quería ser hipócrita a hora que estoy libre, enfatizó Moncayo.

El sargento relató que en una ocasión lo acusaron a él y al sargento Luis Alberto Erazo de quererse fugar. "Nos encadenaron, pusimos resistencia, pero no resultó así que nos encadenaron un extremo al tobillo. La pierna cambio de color, se puso morada, negra, y estuve siete meses caminando con muleta", señaló Moncayo.

Al enfatizar en que seguirá siendo miembro del ejpercito, dijo que "he portado con orgullo este uniforme, haciendo honor al sacrificio de cientos de soldados que caminan por senderos desconocidos, soy testigo fiel del esfuerzo de aquellos uniformados y agradezco de todo corazón".

Josué Daniel Calvo, entre tanto, relató que fue amenazado constantemente y que en dos oportunidades le apuntaron con una pistola en el pecho pero ésta no se accionó.