Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Nobelbrecht, capítulo 9 - El Ñoño: 'No me miren como una lacra'

Alberto Donadío

11 de mayo de 2018 - 03:35 p. m.
Bernardo Elías, más conocido como el Ñoño Elías, fue senador del partido del presidente Santos y resultó condenado por recibir sobornos de Odebrecht por más de $17.000 millones. / Archivo El Espectador
PUBLICIDAD

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

La fase I del escándalo Odebrecht se abrió y se cerró en 2017 con la condena del exviceministro Gabriel García Morales. Se demostró el pago de un soborno y, más importante aún, el exfuncionario reconoció haberlo recibido para manipular la adjudicación con el fin de que solo Odebrecht resultara calificado para el contrato de la Ruta del Sol 2. Además, en carta pública García Morales afirmó: "Me desprecio. Me arrepiento por el daño que causé y asumo las consecuencias derivadas de mis actos". Es pues un caso cerrado. Hubo un soborno o cohecho y el sobornado y sus cómplices fueron condenados. Se hizo plena claridad sobre el asunto.

Al momento de terminar este libro en marzo de 2018 no hay en cambio condenas sobre los sobornos distribuidos a partir de 2010, en los gobiernos de Santos, salvo una contra el Ñoño Elías, ni los expedientes se han cerrado.

Sin embargo hay un hecho plenamente confirmado: sí hubo dineros ilícitos repartidos por la firma desde 2010. Y sigue vigente la tesis de este libro: los sobornos fueron pagados a aliados políticos del gobierno Santos.

Existen confesiones muy útiles para determinar responsabilidades. El senador Bernardo Miguel Elías Vidal, alias el Ñoño, al plantear a comienzos de 2018 una colaboración a la Corte Suprema de Justicia, no negó haber recibido sobornos de Odebrecht. Dijo que "Los dineros se recibieron para destinarlos a campañas políticas y actividades conexas con el mismo fin". Es decir, reconoce que él, socio político de Santos, recibió coimas de Odebrecht, que las empleó en sus campañas para el Senado y para conseguir votos para la reelección de Santos.

Anteriormente, el periodista Norbey Quevedo de El Espectador había revelado una declaración del Ñoño ante la justicia en el mismo sentido, la cual rindió el 20 de septiembre de 2017:

Mi interés era ayudarles a los de Odebrecht a que sacaran rápido los otrosís Ocaña-Gamarra, para que ellos entregaran recursos económicos con destino a la campaña presidencial de Juan Manuel Santos, período 2014-2018, reelección, primera y segunda vuelta. No sé si el presidente sabía, pero es la propuesta que me hace Otto Bula en relación que Odebrecht quería ayudar a la campaña.

Read more!

 

Quevedo, veterano periodista de investigación, también publicó lo siguiente:

Elías también está dispuesto a probar que recursos provenientes de Odebrecht entraron a la campaña de Santos a través de los departamentos de Córdoba, Sucre y La Guajira.

No ad for you

 

El Ñoño Elías fue condenado el último día de febrero de 2018 por la Corte Suprema de Justicia a 6 años y 8 meses de prisión por cohecho o soborno y por tráfico de influencias. El exsenador se acogió a sentencia anticipada, es decir, aceptó su culpa sin que se realizara un juicio, pues de la confesión se pasó a la sentencia. Elías aceptó que prestó su concurso a Odebrecht "con el propósito de consolidar su actividad en el país, con intervención directa ante diferentes entidades y funcionarios, aprovechando la condición de congresista vinculado a la Comisión Tercera del Senado".

De manera específica la condena se profirió por las comisiones o coimas pagadas por Odebrecht para lograr celeridad en el otrosí Ocaña-Gamarra, firmado en la administración Santos. La sentencia cita la revelación que ya se había filtrado a la prensa sobre el reparto de los sobornos: "2% para el senador BERNARDO MIGUEL ELÍAS VIDAL y su grupo de personas". 

Read more!

Ese 2%, según la Corte Suprema de Justicia, se pagó mediante un contrato ficticio por 10.000 millones de pesos firmado entre Consol (Concesionaria Ruta del Sol) y el consorcio SION, representado por Gabriel Alejandro Dumar Lora, oriundo de Sahagún. "Las cantidades que fueron giradas a través de CORFICOLOMBIANA como pago de las obras supuestamente realizadas por SION fueron entregadas a Bernardo Miguel Elías Vidal o a la persona que él indicara, con excepción de 400 millones de pesos que fueron recibidos por Bula", agregó la sentencia. No afirma la Corte que Corficolombiana fue cómplice pero sí que su estructura financiera fue utilizada para cometer el delito.

No ad for you

Según la sala penal de la Corte Suprema de Justicia, existió otro contrato con SION, en unión temporal con una empresa española, por 7.500 millones de pesos. Es decir el senador santista recibió a través de SION 17.100 millones de pesos a título de coimas, pues $400 millones los descontó para él Otto Bula. A esa cifra que recibió el senador que solía viajar en el avión presidencial sentado al lado de Juan Manuel Santos hay que sumarle otros 800 millones de pesos que según la Corte Suprema de Justicia fueron girados por Consultores Unidos de Panamá y que se la entregó "Otto Bula a Bernardo Elías en el apartamento de éste". 

Los dineros desviados a través de contratos simulados con SION los recibió el senador Elías "en su casa en Sahagún, en la casa de los suegros del congresista en Sincelejo, en la finca del tío de éste", indicó la Corte Suprema. Adicionalmente, un asesor de Elías en el Senado, José Ignacio Burgos, cambió en Bancolombia de Unicentro, en Bogotá, seis o siete cheques por 100 millones de pesos cada uno, por solicitud de Otto Bula, de acuerdo con la sentencia. Sigue diciendo el fallo: "Luego le entregó el efectivo a Bula, quien lo guardó en un maletín. Acto seguido, ambos se dirigieron al apartamento del Senador Elías Vidal. Mientras Burgos permaneció en la sala, Bula ingresó al estudio y luego salió sin el maletín".

No ad for you

En total, pues, Bernardo Miguel Elías Vidal, recibió $17.900 millones a título de sobornos, coimas o comisiones por su actividad delictiva. Actividad delictiva que desplegó con anterioridad y simultáneamente a la campaña presidencial de 2014 en que el presidente Santos recibió su apoyo electoral.  

Especifica la sentencia que a Bula: "En marzo de 2014, el porcentaje correspondiente al anticipo (20%) se lo reclamaban con urgencia porque era época electoral y lo requerían para la campaña 'Santos Presidente'. El 80% restante lo entregó el año siguiente, en la misma forma".

En cuanto al otrosí, señaló la sentencia del magistrado José Luis Barceló:

El senador ELÍAS VIDAL asumió la función de agilizar los trámites para sacar avante en un tiempo récord la adición del contrato en las condiciones económicas favorables exigidas por la concesionaria, lo que le generó dividendos equivalentes al 2% del valor total del mismo, para lo cual, entre otras actividades, interfirió de distintas formas ante el Presidente de la ANI y otros funcionarios gubernamentales competentes para la aprobación del Conpes y el Confis, en orden a lograr el cierre financiero del Otrosí n.° 6. Su rol implicaba, además, lograr que otros congresistas apoyaran las iniciativas de control político, y a través de esos debates se presionaba a los funcionarios que tenían a cargo las decisiones en materia contractual. 

No ad for you

 

La sentencia también condenó a Elías por su intervención en el contrato de estabilidad jurídica, firmado igualmente en el gobierno Santos, que le permitió a Odebrecht ahorrar impuestos. La coima fue de cuatro mil millones de pesos pero el fallo no especifica la porción recibida por Elías.

Elías confesó los dos delitos por los cuales fue condenado y la Corte Suprema precisó que los hechos ilícitos quedaron demostrados con las declaraciones de Eleuberto Martorelli, Gabriel Alejandro Dumar Lora, Otto Nicolás Bula y Federico Gaviria Velásquez.

Para el magistrado ponente José Luis Barceló, Bernardo Elías se convirtió en "mandadero de una empresa extranjera o multinacional" y puso "las instituciones públicas al servicio de los intereses de ese capital, con evidente traición al pueblo. Se determinó libremente a alimentar el cáncer de la corrupción". Quedaron pendientes dos delitos que se seguirán investigando pues Elías no se allanó a ellos: concierto para delinquir y lavado de activos.

No ad for you

A comienzos de 2018 y antes de ser condenado, se divulgó que el Ñoño Elías buscaría someterse a la justicia de la Jurisdicción Especial para la Paz pues según él los "aportes económicos" que recibió para las campañas electorales tenían "el propósito de impulsar políticas orientadas a poner fin a la confrontación armada". Es descabellado que este exsenador oriundo de Sahagún pretenda someterse a una justicia especial y es muy probable que su solicitud si la presenta sea rechazada. Se trataría únicamente de una estratagema legal de mala fe, ya que las condenas máximas en la JEP son de ocho años. 

Juan Manuel Santos no puede eximirse de culpa política por las coimas de Odebrecht. Las recibió uno de sus alfiles políticos, el segundo en caudal electoral en las votaciones parlamentarias de marzo de 2014, en las cuales el Ñoño obtuvo 140.000 votos, apenas 5.000 votos menos que el otro abanderado de Santos, Musa Besaile. Esta triangulación o tercerización de la corrupción es también inaceptable. El presidente Santos no puede afirmar que Odebrecht no desembolsó sobornos durante su mandato de ocho años. Al no haber ido a parar los fondos negros de Odebrecht a enemigos políticos del gobierno sino a quienes le ayudaron en la reelección y le garantizaron mayorías en el Congreso, hay un beneficio indirecto recibido por Santos de las coimas entregadas a sus allegados, miembros además de su mismo partido. Cabe aquí recordar que solamente otro parlamentario, el senador Jorge Enrique Robledo, varias veces elegido en las encuestas de una firma de consultoría como el mejor senador del país, consiguió en las mismas elecciones más votos —191.000— que el Ñoño, pero sumando los votos del Ñoño con los de Besaile, carentes de la trayectoria política y de la credibilidad de Robledo, se llega a la dupleta ganadora del Senado, con 285.000 votos. Ese triunfo, extraordinario pues en 2010 el Ñoño llegó al Senado con 74.000 votos, la mitad de los que obtuvo en 2014, fue aceitado por coimas —que no sobra decirlo, no se ha denunciado que hayan entrado a las arcas de Robledo o de otros candidatos indiscriminadamente o equitativamente— y fue un triunfo que le permitió a Santos contar con 21 curules de su partido, el de la Unidad Nacional, en el Senado, contra las 19 del Centro Democrático de Alvaro Uribe, su principal rival.

No ad for you

De otra parte, el exdirector de Planeación Nacional, Simón Gaviria, declaró que no tuvo contacto con el senador Elías en relación con el documento Conpes que le permitió a Odebrecht que le adicionaran el contrato de la Ruta del Sol 2 con el famoso otrosí para construir Ocaña-Gamarra, agregando Gaviria que el Congreso no tiene injerencia sobre los Conpes. También la exministra de Transporte, Cecilia Álvarez, negó que el Ñoño se le hubiera acercado para influir a favor de Odebrecht para conquistar el otrosí. Pero la Corte Suprema de Justicia no tuvo en cuenta esos testimonios sino que concluyó que sí hubo sobornos pese a que los dineros no los recibieron los funcionarios que tomaron decisiones sino intermediarios cercanos al gobierno como el Ñoño Elías.

¿Qué queda? Lo confesado por el Ñoño: sí recibió coimas de Odebrecht. ¿Sabía Santos o no sabía? Es irrelevante. Odebrecht penetró sus campañas y su gobierno, dentro de una modalidad que le permite a Santos negar la responsabilidad directa. Nadie podrá probar que se le consultó a la Casa de Nariño si estaba bien untarle la mano al Ñoño Elías. Seguramente la consulta no se hizo. Este es un caso de deniability, que en inglés significa la capacidad de negar algo con base en que oficialmente no se tiene información. 

No ad for you

El patrón surgió desde la campaña de 2010. El dinero para los afiches entró sin conocimiento de Santos. Esa es la versión oficial. Eduardo Zambrano, antiguo aliado de Odebrecht, se acercó a un miembro de la campaña de Santos, Juan Claudio Morales, viejo amigo suyo, para concertar un desayuno con el comité financiero. Odebrecht ofreció un aporte el cual fue rechazado pues el comité financiero invocó que están prohibidas donaciones de personas jurídicas. Pero el aporte entró porque Odebrecht no se arredró ante lo vedado. Pero nada de esto se supo en su momento. El candidato elegido no lo comunicó públicamente. El gerente de la campaña Roberto Prieto tampoco lo divulgó. Santos ni Prieto ni el comité financiero tampoco lo revelaron en diciembre de 2016 cuando explotó el escándalo Odebrecht y se conoce que la empresa pagó coimas a diestra y siniestra en multitud de países. Santos no pidió en ese momento una investigación imparcial sobre sus campañas para descartar la injerencia de Odebrecht, que la debería haber pedido si tuviera la conciencia tranquila, ni afirmó categóricamente que Odebrecht no contaminó las campañas. Lo que hizo Santos fue preparar la munición para desviar la atención hacia el exviceministro Gabriel García Morales, al cual el gobierno, por medio de su correveidile, el zar anticorrupción Camilo Enciso, señaló, acusó, juzgó y condenó prácticamente el mismo día en que llegaron a Bogotá los ecos de la confesión de Odebrecht en Nueva York.

No ad for you

Cuando en marzo de 2017 Roberto Prieto reveló la financiación de los afiches contó también que durante dos meses había estado en contacto con Santos. De modo que es posible deducir que la calculada revelación de Prieto en la entrevista con Blu Radio fue coordinada con el presidente. De hecho en la interceptación del celular de Prieto se sabe que el 24 de marzo de 2017 Prieto habla con su interlocutor de una comunicación con un personaje de alto nivel "con el cual ya han coordinado lo que se va a decir con respecto al tema del Comité Financiero y el pago de los carteles publicitarios". Sea o no Santos ese personaje de alto nivel, el presidente, una vez se conoce la revelación, afirma que "es un hecho bochornoso" y confirma que "Me acabo de enterar". Deniability en acción. Él nunca supo. Nadie puede demostrar que sí supo. Como mínimo no quiso saber. Pero la plata de Odebrecht entró a la campaña. La responsabilidad no fue de nadie porque todo se hizo a espaldas del candidato, porque Prieto no había llegado a la campaña en el momento en que ingresó el dinero, porque él solamente mandó a imprimir los afiches pues ya estaba la plata lista, y el comité financiero no fue investigado ni sancionado. Pero los fondos negros de Odebrecht fueron un aporte real a la campaña de Santos. 

No ad for you

Todos calculaban sus movidas. En conversación con Gilberto (no se da el apellido) Prieto dice: "La campaña del 2010 pasó lo que pasó pero eso no es más que una irregularidad menor pero ahí lo diremos". Unos días después de la llamada en que se menciona a un personaje de alto nivel, Prieto le dice a Eduardo Zambrano: "Ahora debo enfrentar lo de las campañas que tampoco debo de tener problemas". En efecto ni él ni nadie tuvo problemas legales por eso. Solamente, como dijo Prieto en la llamada interceptada con Zambrano, "lo de los medios" que "ha sido muy agobiante". 

Cuando ya en el segundo semestre de 2017 queda claro que hubo más sobornos que los revelados en Nueva York, cuando se confirma por confesión de los acusados que sí recibieron coimas de Odebrecht, surge el mismo patrón de deniability. Santos no los recibió. El presidente de la ANI tampoco. Santos no sabía que el Ñoño Elías fue sobornado. Pero hubo sobornos y fueron a los bolsillos no de terceros neutrales ni de enemigos del gobierno sino a las arcas de un confederado del presidente como Elías. Este afirma que los recursos se destinaron a financiar campañas políticas. Santos sigue sin saber. Elías no lo acusa de estar enterado. Pero el dinero sucio de Odebrecht entró. Entró de forma velada, taimada, indirecta, disimulada. Los beneficiarios eran aliados de Santos, pero el presidente podrá desmentir cualquier acusación o insinuación porque se construyó una armazón corrupta más sofisticada que la del soborno clásico para García Morales, que también fue oculto, pero no fue indirecto. Santos tenía una deuda con el Ñoño y sus adláteres, una deuda por el apoyo político que fue crucial para salir elegido en la segunda vuelta en el 2014, y esa deuda se la ayudó a pagar Odebrecht. El soborno no se lo pagan ni al presidente ni a sus altos funcionarios que luego lo destinan al Ñoño, sino que va directamente a las manos del Ñoño. 

No ad for you

 

***

¿Y quién es el Ñoño Elías? Hechura de Santos. Hijo político de Santos. Retoño de Santos, hecho a su imagen y semejanza. Antes del ascenso de Santos a la presidencia en 2010, el Ñoño, nacido en el 7 de noviembre de 1976, era apenas un representante a la Cámara, un congresista del montón, elegido por primera vez en 2006 y partidario de Uribe. Sahagún tenía cinco congresistas en el cuatrienio legislativo anterior a Santos: los senadores Mario Salomón Nader, Reginaldo Montes y Miguel Alfonso de la Espriella y los representantes a la Cámara Bernardo Elías y Musa Besaile. "Sahagún parece estar destinado eternamente a parir políticos, tanto que en esa 'mamadera de gallo' habitual de los costeños, se dice que el primer regalo que reciben los niños sahagunenses en su bautizo es una copia del reglamento interno del Congreso", anotaba un artículo de El Espectador de 2007, según el cual el municipio tenía un solo semáforo y la gente sentía que el pueblo debía estar mejor con tantos congresistas. Cinco parlamentarios para 120.000 habitantes.

No ad for you

Las menciones al Ñoño antes del 2010 son escasas en la prensa y en Google y no generan mayor interés, salvo otro artículo de El Espectador de 2007 en que se daba cuenta de las declaraciones de un miembro de las autodefensas de Sucre que declaró ante la Corte Suprema de Justicia que los paramilitares planeaban asesinar al periodista Darío Arizmendi y que dos jefes paramilitares planearon sacar a un recluso de la cárcel de Montería para asesinar al Ñoño Elías "quien estaría destapando contratación ilegal en la salud del departamento de Córdoba en favor de los paramilitares". ¿Elías fue veedor cívico?

Antes de 2006 son escasas por no decir inexistentes las referencias al Ñoño en Google. Es más común encontrar al profeta Elías.

Ya en su debut como senador cambiaron las cosas. En la campaña electoral para la alcaldía de Sahagún fue candidato un primo del Ñoño, Carlos Elías Hoyos. Un cuñado de éste era director del ICBF en Córdoba y como tal dio contratos por $1.800 millones entre 2010 y 2011 a una fundación, Fedesco, dirigida por la mano derecha del Ñoño, Jorge Montes. Así informaba la revista Semana, que agregaba que los regalos navideños que repartía el Ñoño (neveras, televisores y juguetes) eran de alto costo. Pero lo más importante del artículo aparecido en marzo de 2011 era esto: la Corte Suprema de Justicia había abierto investigación contra el Ñoño y Musa Besaile por la presunta compra de votos en 2010. Añadía la revista que el sahagunense Emilio Tapia, en ese momento investigado y luego condenado por el cartel de la contratación en el latrocinio de Samuel Moreno, juntamente con el Ñoño recorría pasillos en Bogotá en 2004-2005 buscando contratos. Concluía Semana:

No ad for you

Si los bogotanos quieren saber a dónde fueron a parar algunos pesos de las obras inconclusas de la avenida Eldorado, de pronto los encontrarán en Sahagún.

 

Los antecedentes del Ñoño, ingeniero civil de la Universidad de la Salle de Bogotá graduado en 1999, eran pues públicos. Aparecían en la prensa, como los de Eduardo Zambrano, pero nunca incomodaron a Santos. En 2010 una emisora guajira resaltaba que la “ñoñomanía”, el movimiento político del senador Elías, se extendía a los municipios de Villanueva, El Molino, Distracción, Riohacha y Dibulla.

Cuando el Ñoño y Besaile arrollaron en las elecciones para Congreso de marzo de 2014, se ocuparon de ellos prensa, radio y televisión. Su triunfo, proclamó la revista Semana, marcó "un quiebre en la historia de la politiquería en Colombia". No recogieron esos votos gananciosos "gracias a su desempeño en el Congreso", precisó la revista, sino por cuenta de los contratos:

Los dos son el resultado más refinado de esa figura que ha ido ganando fuerza en la política colombiana en los últimos diez años: los elegidos en las urnas gracias a la maquinaria de la contratación pública. Y ya no, como los caciques de antes, a la clientela cultivada a punta de burocracia.

No ad for you

 

También anotó Semana:

Estos dos senadores fueron precisamente los congresistas más beneficiados por la mermelada oficial, según documentos revelados por el uribismo. En su momento se dijo que, entre 2011 y 2012, el Ñoño Elías habría recibido por concepto de cupos indicativos 90.000 millones de pesos y Besaile 68.000. Por cupos indicativos se entiende las partidas que el gobierno les adjudica a los congresistas para que lleven a cabo obras en sus departamentos. Fueron una creación de Juan Manuel Santos cuando era ministro de Hacienda de Andrés Pastrana. 

 

 

Según Semana, en 2013 a Besaile se le entregaron $59.000 millones para vías terciarias en 17 municipios de cinco departamentos. En las elecciones parlamentarias de 2014, Besaile barrió en siete de esos 17 municipios y en Sahagún y Nechí obtuvo la segunda votación.

Al barrer en las elecciones, el Ñoño y Besaile despertaron la sospecha de Blu Radio, que encontró cómo mientras en promedio en Colombia la abstención es del 60%, en las regiones que ellos dominan la votación fue del 60% contra un 40% de abstención. Esas cifras, indicó Blu Radio, "hacen que expertos en asuntos electorales consideren atípicas y sospechosas las votaciones". En Sahagún estaban habilitadas para votar 76.000 personas y votaron 46.000, exactamente el 60%. El Ñoño explicó a La Silla Vacía que él no tenía la culpa de que la gente de la Costa salga a votar y la de Bogotá no porque en Bogotá hace mucho frío.

No ad for you

Blu citó a un funcionario de la Misión de Observación Electoral (MOE) según el cual en las cabeceras municipales el voto se negoció entre $40.000 y $50.000. En Blu el Ñoño negó haber comprado votos: 

Cómo no puede estar agradecido un pueblo que tiene 240 años de existencia y no tenía agua. Ahora comenzó a llegar agua potable a Sahagún y lo mínimo que hay es un agradecimiento con Bernardo Elías, quien hizo la gestión.

 

Elías indicó a La Silla Vacía que él no compraba votos: "Uno lo que hace es facilitar el transporte. Y el transporte tiene un costo. Y lo relaciono legalmente en mis cuentas de campaña". La ONG Misión de Observación Electoral llegó a esta conclusión sobre las elecciones en que barrieron el Ñoño y Besaile:

Los gastos de campañas fueron exorbitantes. En muchas regiones del país, especialmente en la Costa por medio de contratistas de obras públicas. Fue una feria de dinero.

 

En 2014, informó La Silla Vacía, Sahagún estaba en obra negra por la financiación por $52.000 millones aprobada por el Fonade para parques, andenes, ciclorruta, plaza de mercado y terminal de transporte. Fue el Ñoño Elías quien consiguió la financiación, según el periódico digital:

No ad for you

Es la llamada "mermelada". Los cupos indicativos o la "regionalización del presupuesto" (el nombre técnico de la mermelada) que son los recursos que entregó el Gobierno para las regiones y cuya destinación puede ser indicada por los legisladores afectos a él. Estos cupos se han convertido en la fuente de financiación de campañas más poderosa de muchos congresistas de la coalición oficiales porque los alcaldes que reciben la plata tradicionalmente contratan con los que, a su vez, les financian la campaña de reelección. Normalmente, estos cupos indicativos son el "peaje" que tienen que negociar los ministros de Hacienda con los congresistas para lograr pasar reformas. (El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dice que él nunca negoció nada con Elías ni con ningún otro congresista. "Absurdo y aterrador el cuento. Es una mentira gigantesca", dijo el ministro).

 

La versión del Ñoño sobre la mermelada la dio en 2016 a dos estudiantes que le preguntaron si el presidente les cobraba los cupos indicativos, políticamente hablando. "Así como la cobra uno, la fue a cobrar él", respondió el Ñoño. "Así como la cobra uno, que esto lo conseguí yo, asimismo llegó Santos y dijo: 'Esto lo hicimos nosotros'. Él va a sacar sus votos. Así funciona la política". Agregó: "¿Quién ha dicho que lo de Vargas (Lleras) con lo de las casas no es mermelada?".

No ad for you

Para Elías:

Hablo de desarrollo regional, no son cupos indicativos ni mermelada. Acá es quien más se mueva. 'Venga, ministro, deme una cita'. '¿Por qué?'. 'Porque necesito llevarle cinco alcaldes'. ¡Ah!, no va. 'Bueno, entonces lleve esto al Congreso y yo también te voy a decir que no". Fácil: es un equilibrio entre poderes.

 

Los periodistas Manolo Azuero y Laura Ardila Arrieta realizaron después de las elecciones parlamentarias de marzo de 2014 una investigación contundente sobre el Ñoño Elías y Musa Besaile. La U, el partido de Santos, barrió en Córdoba y desplazó al uribismo. Logró 274.000 votos, seis veces más que la lista de Uribe. "Bernardo 'Ñoño' Elías y Musa Besaile completan su primer período en el Senado, y hasta las elecciones eran unos desconocidos en el país", concluyeron Azuero y Ardila en el artículo de La Silla Vacía titulado "Santos, su Ñoño y su Musa".

El ascenso vertiginoso del par se explica porque

Fueron los grandes beneficiarios de la 'mermelada' del gobierno Santos. Estos cupos indicativos se los inventó Juan Manuel Santos cuando era ministro de Hacienda de Andrés Pastrana para evitar que lo revocaran. Han terminado siendo unos cupos presupuestales que los ministerios de Hacienda y del Interior negocian con los congresistas para lograr que les aprueben las reformas legislativas, especialmente las tributarias.

No ad for you

 

Después del informe de La Silla Vacía se creó un blog falsamente atribuido a Manolo Azuero (www.manoloazuero.wordpress.com) con artículos que él nunca escribió como "Los militares venezolanos y yo reiteramos apoyo a Maduro" y "25 ventajas de ser gay desde mi experiencia". Uno de los contratistas de Sahagún entrevistados por Azuero contrató un hacker para inventar esos textos. Estos son los distinguidos contratistas que se beneficiaron de las partidas conseguidas por el eximio Ñoño Elías que luego pagó los favores reeligiendo al impoluto futuro Nobel de Paz.

Con posterioridad a las elecciones parlamentarias de marzo de 2014 pero antes de la primera vuelta presidencial, el Ñoño dijo en entrevista con La Silla Vacía:

Constantemente hablo con el Presidente. Al Presidente lo considero mi amigo. El Presidente fue quien nos invitó a hacer parte de La U en 2006. Yo comencé en ese partido. Además de eso, el Presidente es amigo de mi familia, de mi tío, y lo conocemos perfectamente.

No ad for you

 

A la pregunta de si temía que aparecieran irregularidades en la mermelada, Elías contestó:

Si hay alguna irregularidad yo repito las palabras del señor Presidente: que se pudran en la cárcel los contratistas y los interventores que hacen las obras incompletas o no las hacen y se roban la plata. Pero yo no contrato, yo gestiono. No me miren como una lacra.

 

La confesión de que él gestiona se reveló cierta cuando en 2017 aceptó haber recibido sobornos por su interferencia, como la llamó la Corte Suprema de Justicia. Cuando Laura Ardila Arrieta le preguntó en 2014 si le había pedido algo a un contratista a cambio del contrato, el Ñoño Elías respondió:

Mira, no seamos infantiles: ni si lo he pedido te lo voy a decir. Pero es totalmente falso. Bernardo Elías es una persona que vive al día con su sueldo, yo no soy una persona rica. Nadie puede decir ni que yo tengo 20 fincas ni que tengo ganado. ¡Pregunta en Sahagún! Ni mi límite moral y ético me lo permiten.

 

No ad for you

Cuatro años después se conocieron los verdaderos límites morales y éticos del Ñoño cuando admitió haber recibido miles de millones de pesos de parte de Otto Bula y a través de un consorcio llamado SION, gerenciado por Gabriel Dumar Lora. Este, que fue asistente del Ñoño como miembro de su UTL, Unidad de Trabajo Legislativo, aparecía en 2016 como beneficiario del régimen subsidiado de salud, según revelación de Yohir Akerman, columnista de El Espectador.

El nombre del Ñoño como protagonista del escándalo de Odebrecht surge por primera vez en febrero de 2017, cuando a raíz de las declaraciones de Otto Bula a la Fiscalía ésta ordena compulsar o enviar copias a la Corte Suprema de Justicia porque por tratarse de un senador en ejercicio quien lo puede investigar es la Corte. Elías dice en ese momento que acudirá a la honorable Corte, "Seguro de mi inocencia". Lo mismo que había dicho Gabriel García Morales cuando en diciembre de 2016 se le vinculó por primera vez públicamente como beneficiario de las coimas. Poco después de la primera mención pública sobre el Ñoño, el reiteró su inocencia en W Radio, al manifestar que no tenía nexos "con ninguna obra que estuviera en un escándalo".

No ad for you

Lo primero que llamó la atención sobre el Ñoño fue su pobreza, su aparente pobreza, como señaló Semana:

Desde joven ha visto pasar por el frente miles de millones de pesos en contratos, campañas políticas y cupos indicativos. Se sabe que desde hace más de once años devenga cerca de 20 millones mensuales. Y, aun así, no existe una propiedad registrada a su nombre.

 

La concreción de los cargos contra Elías se inició en julio de 2017 cuando el fiscal Néstor Humberto Martínez anunció que en total la Fiscalía había descubierto sobornos por más de $84.000 millones pagados por Odebrecht. En esa ocasión, el nombre del Ñoño fue objeto de dos acusaciones por parte de la Fiscalía:

1. Uno de los testimonios en el expediente indica que la distribución de las sumas fue así: 2% para Bernardo [Elías] y los amigos de las comisiones de presupuesto que maneja Bernardo.

2. Básima Patricia Elías Náder, prima del Ñoño, es señalada de recibir dineros con destino al senador Bernardo Elías.

No ad for you

La prima Básima Patricia, que manejaba los hilos del poder para el Ñoño en Córdoba, fue capturada por la Fiscalía el 2 de agosto de 2017. Ese mismo día Cristina Plazas Michelsen, nieta del banquero Jaime Michelsen Uribe y directora saliente del Bienestar Familiar, hizo la siguiente acusación contra el Ñoño en W Radio:

Estuvo 14 años, lo saqueó, hoy lo puedo decir con tranquilidad, y una de las primeras acciones que hicimos fue quitárselo y ya no es de él. Hemos desmantelado varias de las estructuras que tenía montadas en Córdoba.

 

La respuesta del Ñoño fue este tuit: "No sabía que desde el gobierno me odiaran tanto. Lástima no haberlo sabido antes. A esas personas deseo que Dios les sane el corazón. Pa'lante!"

Elías no demandó por calumnia a la exdirectora. Santos tampoco puso en duda la acusación de Plazas. Así, con burla, cinismo y desprecio, es como Santos y todos los políticos colombianos son cómplices del latrocinio de los impuestos. Santos ni siquiera se molestó en referirse al cargo que contra él se deriva de la acusación de Cristina Plazas: Alguien que saqueó un instituto oficial fue el segundo senador más votado de su partido, el que lo hizo reelegir en segunda vuelta, junto con Besaile, y el que le dio mayorías en el Senado para los proyectos del gobierno. Gracias a un forajido como el Ñoño fue como Santos logró la reelección. Y lo dijeron no los uribistas ni otros enemigos del gobierno sino una alta funcionaria de Santos, por él siempre muy elogiada y admirada. 

No ad for you

El Ñoño había dicho en 2014 en entrevista con Laura Ardila Arrieta que nada tenía que ver con el Bienestar Familiar, pero en 2017 cuando lo acusaron públicamente de saquearlo no procedió como debía proceder alguien acusado de un delito. Esto dijo en 2014:

Yo no estoy investigado por parapolítica, jamás he tenido relaciones con delincuentes, eso es por chismes. El mismo cuento de siempre. Que repartí juguetes en diciembre y los juguetes supuestamente me los daba la DIAN. Me han cerrado dos igualitas. También que me robé el municipio de El Molino (La Guajira), y yo ni conozco la Alcaldía. La tercera es que el ICBF en Córdoba lo manejo yo, nunca he entrado. Les entra una envidia y una piquiña.

 

Cuando Bernardo Miguel Elías Vidal, alias el Ñoño, fue capturado pocos días después, el 10 de agosto de 2017, por orden de la magistrada Patricia Salazar de la Corte Suprema de Justicia, Santos volvió a burlarse de la opinión pública. No se tomó la molestia de presentar disculpas por su cercanía política con el Ñoño. No dijo siquiera que se sentía traicionado por su aliado. No presentó excusas por invitarlo a sentarse a su lado en el avión presidencial. No sintió la necesidad de explicar el caudal de votos aportado por un elemento que saqueó en Córdoba la entidad encargada de la protección a la niñez. Santos sabía desde el comienzo que el Ñoño era un pícaro y también sabía que necesitaba a ese pícaro para las elecciones y para la aprobación de leyes cruciales en el Congreso. Ese fue el buen gobierno de Santos. Y, objetivamente, no solo de Santos. Todos los presidentes se dejan secuestrar por los delincuentes que disfrazados de senadores y representantes ocupan numerosas curules en el Capitolio Nacional. Ese dañado y punible ayuntamiento es financiado por los millones de ciudadanos que tienen trabajos reales y a veces arduos y a los cuales Santos y el Ñoño los someten a una vacuna llamada IVA, o llamada el impuesto a la riqueza, o impuesto sobre la renta, para garantizar el avance de sus maquinaciones delictivas.

No ad for you

El contexto en que pelecha la corrupción lo definió Jaime Castro, el exalcalde de Bogotá y exministro de Gobierno, en artículo del 2018:

La clase política nacional decidió apoderarse de los municipios, distritos y departamentos. Con la complicidad de alcaldes, gobernadores, diputados, concejales y ediles, que son fichas suyas, desnaturalizó y pervirtió la descentralización, que cayó en manos de roscas y camarillas, a veces clanes familiares, que proceden como mafias políticas. La convirtió en sinónimo de politiquería y corrupción, clientelismo, derroche, malos manejos y nepotismo.

La clase política nacional controla las entidades territoriales por todos los medios a su alcance, porque son su hábitat natural. El poder político-electoral de la gran mayoría de congresistas depende del número de ediles, concejales, alcaldes, diputados y gobernadores que formen parte de su organización. Ahí está el origen de la corrupción política, que luego se convierte en corrupción administrativa porque las corporaciones públicas, a cambio de la ‘mermelada’ que reciben, no ejercen con independencia sus funciones ni controlan a gobernadores y alcaldes.

No ad for you

 

Por lo demás, las limitaciones intelectuales y culturales del Ñoño y su mentalidad elemental, quedaron en evidencia en el tuit en que contestó a Cristina Plazas, que está escrito en el lenguaje de un adolescente despechado: "No sabía que desde el gobierno me odiaran tanto". El Ñoño habría sido un aceptable promotor de parrandas vallenatos en su terruño. Llegó a ser un poderoso senador y alcanzó el culmen electoral gracias a la simbiosis entre él y Santos.

La revista Semana hizo este análisis dos días antes de la detención del senador:

Hasta ahora, Ñoño Elías se había acostumbrado a ser una especie de ‘tinieblo’ para el presidente Juan Manuel Santos. Lo escondía en público pero de puertas para adentro lo necesitaba. El presidente acudió a él para reelegirse, el Ñoño puso su maquinaria a fondo en la segunda vuelta. En la primera, en la que Santos perdió con Oscar Iván Zuluaga, Ñoño Elías se había quejado porque el presidente había sido tibio a la hora de defenderlo de los cuestionamientos por la mermelada gubernamental.

No ad for you

 

Las cifras no mienten. En la primera vuelta, el 25 de mayo de 2014, Oscar Iván Zuluaga superó a Santos por 458.000 votos. El 15 de junio siguiente, en la segunda vuelta, Santos superó a Zuluaga por una ventaja de 911.000 votos, duplicando la que inicialmente sacó el candidato de Uribe. ¿Y dónde barrió Santos? Basta observar el mapa. Tomando solamente los departamentos más populosos, se impuso en todos los de la Costa Atlántica, en los de la Costa Pacífica y en los Santanderes.

En Córdoba obtuvo el 63% de los votos contra el 34% de Zuluaga. En Sucre triunfó 60% vs. 38%. En la Guajira, también feudo del Ñoño, ganó 71% vs. 27%. En Magdalena, 67% vs. 30%; en Cesar 60% vs. 37%; en Bolívar, 58% vs. 39%; en Atlántico, 78% vs. 20%.

Cuando la Corte Suprema de Justicia dictó medida de aseguramiento contra Elías, observó la Sala Penal:

Existen las pruebas suficientes que demuestran la ocurrencia de estos delitos —concierto para delinquir agravado por el lavado de activos, lavado de activos, cohecho propio y tráfico de influencias de servidor público— las cuales vinculan al senador Elías Vidal como posible autor de los mismos.

No ad for you

 

A finales de 2017 el Ñoño aceptó los delitos de cohecho y tráfico de influencia y solicitó sentencia anticipada sobre los mismos. Tres años atrás el Ñoño le pedía a la periodista de La Silla Vacía: No me vean como una lacra.

Más allá del monto de las coimas y de los canales utilizados para repartirlas, la Corte Suprema de Justicia lanzó una severa censura contra el senador al señalar que:

Realizó verdaderas gestiones de intermediación ante otros funcionarios públicos que tenían bajo su competencia los trámites contractuales de interés de la multinacional, buscando un provecho personal, a saber, hacerse a las coimas que pagaba la misma por tales gestiones, lo cual configura claramente el delito de tráfico de influencias. Ampliamente se ha documentado la forma como prestó su concurso para desarrollar un entramado corruptor encaminado a favorecer los intereses de la multinacional Odebrecht, para lo cual fue necesario vender su función, poniéndola al servicio de aquellos intereses.

No ad for you

 

Para la Corte, el senador Elías vendió tres servicios: lograr el otrosí Ocaña-Gamarra en 2014, ayudar a solucionar las dificultades de la concesionaria Navelena para el cierre financiero, y agilizar el pago de deudas estatales a favor de Odebrecht. Eleuberto Martorelli, el exrepresentante de Odebrecht en Colombia que entregó información a la Fiscalía tan pronto explotó el escándalo, reconoció, según la Corte Suprema, que gracias a las gestiones de senadores como el Ñoño Elías que estaban en la nómina, la compañía logró la pronta adjudicación de obras que se hubieran demorado 3 o 4 años más.

En enero de 2017, en su cuenta de Twitter Elías dijo: "Nunca me he reunido con persona alguna para favorecer a la empresa Odebrecht ni a ninguna otra. Rechazo esa afirmación". Pero al declarar ante la Corte Suprema, el Ñoño contó que había conocido a Martorelli en la posesión de Juan Manuel Santos el 7 de agosto de 2014:

Se me acercó y nos presentamos, después me dijo yo necesito hablar con usted, cómo no me va a interesar a mí hablar con el presidente de una de las multinacionales más importantes del mundo en materia de construcción. Yo soy ingeniero civil, especialista en gerencia de construcción y con muchos proyectos pa'la Costa en la cabeza. A mí me gusta hablar los temas de ingeniería.

No ad for you

 

Ese tono de adolescente curioso encubre una realidad delincuencial anterior, cuando el Ñoño todavía no conocía a Martorelli. Yezid Arocha, el director jurídico de Odebrecht en Colombia, ya en mayo de 2017 había informado a la Fiscalía sobre otro tráfico de influencias, previo al otrosí de la vía Ocaña-Gamarra. 

La cronología relatada por Arocha es la siguiente: En junio o julio de 2012 el antecesor de Martorelli, Luiz Bueno, le pidió a Arocha que se reuniera con Otto Bula para acordar una asesoría o lobby para promover el contrato de estabilidad jurídica que la concesionaria Ruta del Sol estaba negociando con el gobierno. Bula, anotó Arocha, le fue presentado por Federico Gaviria "quien era asesor de Odebrecht y lobista desde hacía muchos años".

¿Cuál fue la razón para contratar a Otto Bula en un asunto de estabilidad jurídica si Odebrecht tiene un director jurídico experimentado como Arocha? Esa fue la pregunta que la fiscal Amparo Cerón Ojea le planteó al propio Arocha, el cual respondió:

No ad for you

Exclusivamente de relaciones políticas con el Gobierno y los parlamentarios. Eso lo supe por Luiz Bueno y luego por Martorelli. El señor Otto Bula me lo dijo a mí personalmente, yo lidero un grupo de 12 parlamentarios, que tiene su influencia política, era promocionar que pudiéramos suscribir el contrato de estabilidad jurídica antes del 31 de diciembre de 2012, no era un tema jurídico sino de relaciones políticas.

 

En realidad no era un asunto político ni jurídico sino tributario. Odebrecht, que tenía desde el gobierno Uribe el contrato para construir la Ruta del Sol 2, en el 2012 se vio abocada como persona jurídica a tener que pagar 60 millones de dólares en impuestos por cuenta de una reforma tributaria que entraba en vigencia en 2013. Por eso desplegó sus tentáculos para que el gobierno Santos la eximiera del pago. Eso es lo que se llamó con excesivo eufemismo contrato de estabilidad jurídica, cuando en realidad era un contrato de favores tributarios. El propósito se logró.

No ad for you

Según Otto Bula, para asegurar el perdón fiscal se conformó el grupo Buldócer, integrado por congresistas que recibieron coimas de los brasileros para presionar al gobierno para firmar ese contrato de estabilidad jurídica. Desde la penitenciaría de La Picota, Bula precisó que la única participación directa de un congresista en el grupo Buldócer de la que tenía conocimiento directo era la del senador Bernardo Miguel el Ñoño Elías, designado como el enlace con los congresistas fletados por Odebrecht. "Lo que me contaba el senador Elías es que eran más congresistas de las comisiones de presupuesto que se encargaban de colaborarle a él".

Por esas gestiones Odebrecht pagó $4.000 millones, repartidos entre Bula, Federico Gaviria y los congresistas encabezados por el Ñoño. Precisó Bula:

Toda la plata que se pagó por la estabilidad jurídica vino única y exclusivamente por la cuenta del señor Hernando Mario Restrepo Osorio en Panamá. Nos giraron cheques del Banco de Colombia y aquí en Colombia se iban cobrando por ventanilla y se iba entregando la plata al senador Elías, y la que era mía yo la cogía.

No ad for you

 

De manera oficial, la Fiscalía ratificó la versión de Bula, al señalar que a la lista de contratos producto de sobornos se sumó el contrato de estabilidad jurídica firmado el 31 de diciembre de 2012 entre el Ministerio de Transporte y la concesionaria para que a ésta se le siguiera aplicando el impuesto de patrimonio vigente en el momento de firmar el contrato original, es decir, el contrato que de manera ilícita suscribió el viceministro de Uribe, Gabriel García Morales. Y si el contrato inicial fue concebido gracias a un soborno, el subsiguiente para congelar los impuestos también tuvo una gestación punible. El objeto del contrato fue lícito, aclaró la Fiscalía, aunque "para afianzar el trámite" el Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht giró desde Brasil la suma mencionada. Fue imputado por esos hechos Federico Gaviria y además se enviaron copias a la Corte Suprema de Justicia para investigar al Ñoño Elías y al senador Antonio Guerra de la Espriella, informó la Fiscalía en octubre de 2017.

No ad for you

Un mes después la Fiscalía dio alcance al comunicado:

El grupo de parlamentarios reclutado fue denominado por parte de los funcionarios brasileros como el grupo de "Los Buldozer", "un poco describiendo la característica que esta máquina tiene, lo que aparezca lo tumba", según afirmación que emana de uno de los testimonios recogidos. Una de las declaraciones afirma que "La presión que se ejerció por este grupo de senadores a través de la reforma tributaria fue abriendo el camino para ir venciendo las distintas aprobaciones de una manera exprés, rápida". 

Del denominado Grupo Buldozer habrían formado parte, según la Fiscalía, los siguientes senadores:

Armando BENEDETTI VILLANEDA

Musa BESAILE FAYAD

Bernardo Miguel ELIAS VIDAL

Antonio GUERRA DE LA ESPRIELLA

 

***

Se dijo atrás que el Ñoño es hechura de Santos, afirmación que se demuestra con la inusitada importancia electoral que adquirió a partir de 2010, frente al anonimato político anterior. Se dijo también que es retoño de Santos, hecho a su imagen y semejanza. Basta oírlos hablar. Santos se va enfureciendo cuando repite la frase: "No es que haya más corrupción, sino que hoy estamos siendo más efectivos, estamos siendo más contundentes en la lucha contra la corrupción" o cuando pide que los corruptos se pudran en la cárcel y que les caiga todo el peso de la ley. La misma expresión y el mismo tono que va subiendo en indignación utilizaba el Ñoño Elías. En 2016 en una entrevista radial sobre los pacientes inexistentes que descubrió la Contraloría en los programas de hemofilia en Córdoba, el Ñoño afirmó: "Ojalá le caiga todo el peso de la ley, el secretario de salud que pertenece a mi movimiento si tiene que ver que le caiga todo el peso de la ley, es vergonzoso esto que pasa en el departamento de Córdoba".

No ad for you

Cuando el periodista Félix de Bedout le preguntó al Ñoño por qué él como senador de Córdoba no estaba enterado del cartel de la hemofilia, por qué no conocía los resultados de la investigación de la Contraloría, cómo no sabía nada pese a que manejaba la política de ese departamento, el Ñoño respondió:

Te puedo certificar Félix que no me llegó ninguna queja, ninguna queja de estas irregularidades y por lo que veo es que existían pacientes falsos, entonces si existen pacientes falsos por dónde pueden quejarse si el paciente no existe, adonde, quién se va a quejar, a mí personalmente no me llegó ninguna queja de esta situación, si no te aseguro que el primero en poner la denuncia hubiese sido yo.

 

Una declaración cínica e insolente, pero no fue la única de esa entrevista, pues el Ñoño también afirmó: "Mi campaña la financio con créditos bancarios que son pagados con la reposición de votos posteriormente". En ese momento ya había recibido coimas de Odebrecht en 2012 para el contrato de estabilidad jurídica, y dineros sucios en 2015 por el otrosí.

No ad for you

Eso de que les caiga todo el peso de la ley a los corruptos es una farsa de la cual comulgan Santos y el Ñoño Elías. En entrevista radial entre la primera y la segunda vuelta presidencial de 2014, Santos defendió airadamente al Ñoño y a Besaile cuando un periodista de Caracol lo instó a que públicamente renunciara al apoyo de los dos senadores:

¿Pero usted por qué los condena? ¿Ellos han hecho algo que la justicia les reclama? ¿Han hecho algo indebido? Si se han robado un peso que se pudran en la cárcel, lo he dicho mil veces. Ellos son del partido, claro que recibo el apoyo, pero ¿Por qué los condena de antemano? En esto quiero que quede muy claro algo que ustedes a veces han sido bastante injustos, los congresistas no han recibido un solo peso, un solo peso, de los proyectos que se han hecho en todo el país. Ellos no son los que reciben la plata, la plata la ejecutan los alcaldes, los gobernadores. Ahí hay una gran diferencia. Uno no puede condenar a una persona que no ha hecho nada ilegal, de antemano decirles que se tienen que ir para el ostracismo político o la cárcel, eso no creo que sea lo más justo.

No ad for you

 

En 2017 y en 2018, cuando se revelaron pruebas fehacientes de la delincuencia del Ñoño y de Musa Besaile, Santos no pidió, dando sus nombres de pila, que sus copartidarios se pudran en la cárcel ni que les caiga todo el peso de la ley. Guardó silencio. No es el comportamiento de un hombre recto y honorable. Tiene a su haber un premio Nobel de Paz pero no conquistó el acatamiento de sus conciudadanos. Aunque haya conseguido la liquidación de las Farc, no fue un estadista ni un mandatario honrado sino el socio oportunista de dos rústicos y venales políticos de Sahagún. Pactó con villanos desacreditados para alcanzar la Presidencia de la República.

Eduardo Santos, director-propietario de El Tiempo, escribió en un editorial de 1925 esta frase que sería cabalmente aplicable a la conducta de Juan Manuel Santos:

Nada menos oportuno en la actual situación del país, que necesita ante todo de moralidad, de austera concepción del deber, de un amplio sentimiento de lealtad y de una fe sincera y honda, en que no son lo mismo el bien y el mal, en que hay principios superiores que por encima de todo deben guiar la conducta de los hombres.

No ad for you

 

Sin el Ñoño Elías y Musa Besaile, Santos no habría sido presidente la segunda vez. Sin Alvaro Uribe, no habría sido presidente la primera vez. Sin su tío abuelo Eduardo Santos, director-propietario de El Tiempo, no lo habría conocido nadie en el país. Ser vástago indirecto de un hombre culto es un accidente de la genética. Heredar el caudal electoral de Alvaro Uribe tampoco es una falta. Pero ser elegido presidente en alianza vituperable con el Ñoño Elías y con Musa Besaile, implica admitir que son lo mismo el bien y el mal.    

Siga al capítulo 10

 

Regrese al índice

Por Alberto Donadío

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.