Nuevo testigo en caso Colmenares

Tres testigos y tres pruebas forenses constituyen la columna vertebral del expediente de la Fiscalía en contra de las estudiantes de los Andes Laura Moreno y Jessy Quintero en el proceso por la misteriosa muerte del estudiante uniandino Luis Andrés Colmenares. Sin embargo, como los declarantes y las nuevas evidencias técnicas se dieron con posterioridad a su acusación, el juez 11 de conocimiento, Germán Suárez Guaje, decidirá este martes si dichas pruebas deben ser descubiertas por la Fiscalía.

El organismo investigador reconoció el lunes, durante el comienzo del juicio, que en su momento no se llevaron a cabo pruebas que incluso la parte civil solicitó y por esa razón le pidió al juez que ahora se tengan en cuenta. El abogado de Jessy Quintero, Jesús Albeiro Yepes, lo resumió así: “la responsabilidad que dice tener hoy la Fiscalía, es la irresponsabilidad que tuvo antes al no haber obrado como debía”.

La fiscal Martha Lucía Zamora resaltó durante la audiencia que los testimonios de José Wílmer Ayola, Jonathan Martínez y Jesús Alberto Martínez son esenciales en el juicio para probar la teoría del caso de la Fiscalía, es decir, que a Luis Andrés Colmenares lo mataron a mansalva. Según ha trascendido, Ayola, cuyo testimonio fue cuestionado por la defensa de Laura Moreno, y Jonathan Martínez han declarado que vieron cómo más de cinco personas golpearon a Colmenares en el parque El Virrey y que en un momento el estudiante intentó sacar su celular para hacer una llamada, pero éste le fue arrebatado.

A lo dicho por ambos, incluso de cómo supuestamente Carlos Cárdenas (exnovio de Laura y también procesado) golpeó en la cabeza a Colmenares con una botella, se sumó el testimonio de Jesús Alberto Martínez, quien según el diario El Tiempo aportó fotografías de la noche de los hechos, el 31 de octubre de 2010, y de la camioneta de la que se habría bajado el grupo de jóvenes que supuestamente golpearon a Colmenares. Es más, este testigo habría denunciado que dichas fotos fueron vendidas por $50 millones a gente cercana a la defensa de uno de los implicados.

La fiscal Zamora insistió ayer en que además de un informe detallado del Acueducto de Bogotá sobre el nivel de agua en el caño El Virrey y otro del hospital de La Misericordia en el que se evaluaron los golpes de Luis Andrés Colmenares, se aportará un examen trascendental que elaboró el físico Carlos López Tascón. En el documento, y después de analizar la versión de Laura Moreno sobre el supuesto accidente de Colmenares, las laceraciones del cadáver del estudiante, algunas observaciones sobre el caño El Virrey y contrastarlas con fórmulas físicas, el experto reforzó la tesis de la Fiscalía.

La herida más significativa de Colmenares es la de un golpe contundente que le produjo la fractura del cráneo a la altura del arco superciliar (arriba de los ojos). Sobre esta base y acudiendo a las leyes de la física que advierten que la trayectoria de una caída siempre será una parábola, el informe plantea varias hipótesis sobre la velocidad con la que Colmenares cayó o se lanzó, para explicar que la declaración de Laura Moreno tiene vacíos.

Al analizar parámetros cinemáticos (rama de la física que estudia las leyes del movimiento) y dinámicos, como la altura, la masa, el peso corporal de Colmenares y hasta el ancho y longitud de la zona pendiente del caño, López Tascón intenta tabular respuestas para explicar qué fue lo que ocurrió esa madrugada del 31 de octubre de 2010. Al final insiste en que le parece curioso que el cuerpo del estudiante de los Andes se detuviera en un punto en el caño en el que no se aprecia un obstáculo que lo detuviera, aunque se supone que hasta allí lo arrastró la corriente, y menos que no se hubieran encontrado desechos acumulados a su alrededor.

En desarrollo de la audiencia de ayer, tanto la Fiscalía como la defensa de las implicadas sostuvieron que la justicia tiene una deuda con la verdad en estos confusos hechos. Hoy el juez Suárez Guaje tendrá que definir la hoja de ruta de lo que viene en un expediente que ha causado conmoción nacional, incluso muy por encima de sonados escándalos de corrupción. Fuentes consultadas coincidieron en que es bastante probable que el juez ordene que la Fiscalía descubra la totalidad de las evidencias que tiene en su poder y que empiece ahora sí el debate probatorio.

Dos tesis encontradas empiezan a ambientar el pulso del juicio. La primera, la del homicidio, es sostenida con vehemencia por la Fiscalía, acompañada por tres testimonios y pruebas técnicas y forenses. La segunda, la de un accidente o en todo caso la de la duda razonable que esboza la defensa de Laura Moreno y Jessy Quintero para capotear cualquier acusación o responsabilidad en la muerte de Luis Andrés Colmenares. Un proceso que hace rato trascendió las fronteras nacionales y se puede encontrar con todo detalle en la enciclopedia virtual Wikipedia.

Tres testigos y tres pruebas forenses constituyen la columna vertebral del expediente de la Fiscalía en contra de las estudiantes de los Andes Laura Moreno y Jessy Quintero en el proceso por la misteriosa muerte del estudiante uniandino Luis Andrés Colmenares. Sin embargo, como los declarantes y las nuevas evidencias técnicas se dieron con posterioridad a su acusación, el juez 11 de conocimiento, Germán Suárez Guaje, decidirá este martes si dichas pruebas deben ser descubiertas por la Fiscalía.

El organismo investigador reconoció el lunes, durante el comienzo del juicio, que en su momento no se llevaron a cabo pruebas que incluso la parte civil solicitó y por esa razón le pidió al juez que ahora se tengan en cuenta. El abogado de Jessy Quintero, Jesús Albeiro Yepes, lo resumió así: “la responsabilidad que dice tener hoy la Fiscalía, es la irresponsabilidad que tuvo antes al no haber obrado como debía”.

La fiscal Martha Lucía Zamora resaltó durante la audiencia que los testimonios de José Wílmer Ayola, Jonathan Martínez y Jesús Alberto Martínez son esenciales en el juicio para probar la teoría del caso de la Fiscalía, es decir, que a Luis Andrés Colmenares lo mataron a mansalva. Según ha trascendido, Ayola, cuyo testimonio fue cuestionado por la defensa de Laura Moreno, y Jonathan Martínez han declarado que vieron cómo más de cinco personas golpearon a Colmenares en el parque El Virrey y que en un momento el estudiante intentó sacar su celular para hacer una llamada, pero éste le fue arrebatado.

A lo dicho por ambos, incluso de cómo supuestamente Carlos Cárdenas (exnovio de Laura y también procesado) golpeó en la cabeza a Colmenares con una botella, se sumó el testimonio de Jesús Alberto Martínez, quien según el diario El Tiempo aportó fotografías de la noche de los hechos, el 31 de octubre de 2010, y de la camioneta de la que se habría bajado el grupo de jóvenes que supuestamente golpearon a Colmenares. Es más, este testigo habría denunciado que dichas fotos fueron vendidas por $50 millones a gente cercana a la defensa de uno de los implicados.

La fiscal Zamora insistió ayer en que además de un informe detallado del Acueducto de Bogotá sobre el nivel de agua en el caño El Virrey y otro del hospital de La Misericordia en el que se evaluaron los golpes de Luis Andrés Colmenares, se aportará un examen trascendental que elaboró el físico Carlos López Tascón. En el documento, y después de analizar la versión de Laura Moreno sobre el supuesto accidente de Colmenares, las laceraciones del cadáver del estudiante, algunas observaciones sobre el caño El Virrey y contrastarlas con fórmulas físicas, el experto reforzó la tesis de la Fiscalía.

La herida más significativa de Colmenares es la de un golpe contundente que le produjo la fractura del cráneo a la altura del arco superciliar (arriba de los ojos). Sobre esta base y acudiendo a las leyes de la física que advierten que la trayectoria de una caída siempre será una parábola, el informe plantea varias hipótesis sobre la velocidad con la que Colmenares cayó o se lanzó, para explicar que la declaración de Laura Moreno tiene vacíos.

Al analizar parámetros cinemáticos (rama de la física que estudia las leyes del movimiento) y dinámicos, como la altura, la masa, el peso corporal de Colmenares y hasta el ancho y longitud de la zona pendiente del caño, López Tascón intenta tabular respuestas para explicar qué fue lo que ocurrió esa madrugada del 31 de octubre de 2010. Al final insiste en que le parece curioso que el cuerpo del estudiante de los Andes se detuviera en un punto en el caño en el que no se aprecia un obstáculo que lo detuviera, aunque se supone que hasta allí lo arrastró la corriente, y menos que no se hubieran encontrado desechos acumulados a su alrededor.

En desarrollo de la audiencia de ayer, tanto la Fiscalía como la defensa de las implicadas sostuvieron que la justicia tiene una deuda con la verdad en estos confusos hechos. Hoy el juez Suárez Guaje tendrá que definir la hoja de ruta de lo que viene en un expediente que ha causado conmoción nacional, incluso muy por encima de sonados escándalos de corrupción. Fuentes consultadas coincidieron en que es bastante probable que el juez ordene que la Fiscalía descubra la totalidad de las evidencias que tiene en su poder y que empiece ahora sí el debate probatorio.

Dos tesis encontradas empiezan a ambientar el pulso del juicio. La primera, la del homicidio, es sostenida con vehemencia por la Fiscalía, acompañada por tres testimonios y pruebas técnicas y forenses. La segunda, la de un accidente o en todo caso la de la duda razonable que esboza la defensa de Laura Moreno y Jessy Quintero para capotear cualquier acusación o responsabilidad en la muerte de Luis Andrés Colmenares. Un proceso que hace rato trascendió las fronteras nacionales y se puede encontrar con todo detalle en la enciclopedia virtual Wikipedia.