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La Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia dictó orden de captura contra el exsenador Arturo Char Chaljub, investigado por presuntos delitos de concierto para delinquir y corrupción de sufragante agravados. La orden judicial, dice el alto tribunal, está relacionada con el supuesto acuerdo delictivo para comprar votos en Atlántico, el cual posiblemente se materializó en octubre de 2017, y en el que habrían intervenido la exsenadora Aida Merlano Rebolledo, quien ya fue condenada por estos hechos.
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La captura se dicta con el fin de que el excongresista sea detenido en una cárcel, mientras es procesado penalmente. Las alarmas de la Corte Suprema se encendieron “debido a que actualmente Char fijó su lugar de residencia en los Estados Unidos, de donde tiene la respectiva nacionalidad, por eso ordenó librar orden de captura internacional con el propósito de hacer efectiva la medida contra Char Chaljub, y circular roja ante la Secretaría General de la Interpol”.
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La organización criminal para comprar votos, dice la Corte Suprema, habría ido más allá de un simple convenio político, en la medida en que, supuestamente, para conseguir la elección de Aida Merlano en el Senado; de Lilibeth Llinás Delgado en la Cámara y la propia reelección de Arturo Char Chaljub en el Senado, se habrían ejecutado delitos contra los mecanismos de participación democrática, a través de la compra de votos.
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“A juicio de la Sala Especial de Instrucción, las pruebas recaudadas hasta el momento en la investigación proveen el estándar mínimo para sustentar de manera adecuada la razonabilidad de la medida de aseguramiento contra Arturo Char Chaljub, por lo cual esta es idónea, necesaria y urgente, sin que resulte procedente sustituirla por una detención domiciliaria, ni por medidas no privativas de la libertad. La determinación también obedece al comportamiento del investigado que pone en duda su normal comparecencia al proceso, así como a riesgos advertidos en la práctica probatoria y en la actividad investigativa”, señala el alto tribunal.
El pasado 30 de junio, la Corte Suprema de Justicia vinculó formalmente a una investigación penal a Arturo Char. Ese día, el expresidente del Congreso se presentó virtualmente para rendir indagatoria ante la Sala Especial de Instrucción, sin embargo, el político no contestó a ninguna pregunta del despacho, justificado en que ya había suministrado argumentos suficientes y similares a los que podría exponer durante el encuentro.
No obstante, el alto tribunal indicó que el poderoso político costeño podría tener responsabilidad en los delitos de concierto para delinquir agravado y corrupción al sufragante, “en atención a la posición que Arturo Char ostentaba en la sociedad al momento de cometer presuntamente los delitos investigados, por su cargo, posición económica y condición de líder político”, dice la Corte.
Por integrar la supuesta red de compra de votos, liderada desde Barranquilla (Atlántico), la excongresista Aida Merlano Rebolledo fue condenada a 15 años de prisión. Según la Corte Suprema, tanto ella como otros testigos, tales como, Rafael Antonio Rocha, Rafael Palencia Barrera, Edwin Martínez Salas, Evelin Diaz y Adalberto Llinás, han suministrado datos que permiten concluir que, posiblemente, Char promovió y financió la estructura criminal enfocada en la compra de votos. En contraste, el exsenador explicó que probará en Merlano miente.
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