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Aunque aún no se conoce el dictamen oficial de la muerte de Orlando Pelayo, el hombre que en 2008 asesinó a su propio hijo de 11 meses, Luis Santiago. Su fallecimiento se habría producido por graves complicaciones de salud que lo aquejaban y que lo tenían en una unidad de cuidados intensivos desde el pasado 10 de abril.
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Este hombre, que vivía en una celda del pabellón de alta seguridad de la cárcel Tramacúa, de Valledupar, en el cual también residen presos como Rafael Uribe Noguera y Luis Alfredo Garavito, tenía problemas metabólicos desde hace varios meses, según fuentes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC).
Pelayo estaba tras las rejas por haber contratado a Orlando Ovalle y Martha Lucía Muñoz, para que, en horas de la noche del 24 de septiembre de 2008, irrumpieran en el hogar del menor, donde se encontraba únicamente Luis Santiago y su madre. Tras haber sido fuertemente golpeada, los criminales robaron al menor. Días después, su cadáver fue hallado el 30 de septiembre en cercanías al Cerro Lourdes, en la vía que conduce de Chía a Tabio (Cundinamarca).
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Por estos hechos, Pelayo fue condenado a 58 años de prisión luego de haber confesado su participación en estos hechos, a pesar de que en un inicio salió en medios de comunicación, visiblemente afligido, a pedirle a las personas que le ayudaran a encontrarlo. Por su parte, sus cómplices fueron sentenciados a más de 27 años.
Tras conocer la muerte de este hombre, Ivonne Lozano, la madre de Luis Santiago escribió un sentido mensaje a través de su cuenta de Facebook. “La frustración de que se fue con la verdad de porque fue tan miserable de acabarnos la vida, pero a dios si no le podrá mentir”. Este mensaje está acompañado de un video con las fotos del bebe en el que dice “Amor hoy se fue quien acabo tu dulce e inocente vida”.
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