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Los niños y la madre están en riesgo de ser víctimas de violencia vicaria. / El Espectador
Foto: JOSE VARGAS ESGUERRA; El... - JOSE VARGAS ESGUERRA
Todavía con la indignación viva por el caso del niño Gabriel Esteban González, quien fue asesinado por su padre, como aceptó ante la justicia, el pasado 2 de octubre en Melgar (Tolima), en Bogotá, hay una historia con características muy similares: violencia intrafamiliar y vicaria (hacerle daño a los niños para afectar a su madre), evidencias de los atropellos en manos de autoridades y la ineficacia de un aparato judicial y de protección de derechos que fracasa en su objetivo. La gran diferencia es que todavía hay tiempo para evitar un desenlace mortal. Los hechos quedaron en evidencia en una tutela que ya hace su trámite en un juzgado de Bogotá.
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