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La Fiscalía judicializó a dos presuntos integrantes de la subestructura Javier Yepes Cantero, del Clan del Golfo, quienes habrían participado en la planificación de un ataque armado contra miembros de la Policía en Montería (Córdoba).
Se trata de Samuel Darío Arcia, conocido como Cangrejo, y David Alberto Pacheco López, alias Casarrubia, quienes fueron capturados en flagrancia en vía pública cuando, según las autoridades, intentaban localizar a dos uniformados en el marco del llamado plan pistola, que ya suma 16 policías y cinco militares muertos.
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El procedimiento fue ejecutado por unidades del Gaula y de la Sijín de la Policía en el barrio Santander, de la capital cordobesa. Durante las labores de patrullaje y seguimiento, los agentes detectaron comportamientos sospechosos por parte de los dos hombres, quienes al parecer realizaban preguntas dirigidas a ubicar a los policías. La situación generó alerta y derivó en la intervención inmediata de los uniformados, que lograron detenerlos pese a que uno de los sujetos intentó darse a la fuga.
En el operativo les fueron incautados dos revólveres, uno calibre 32 y otro calibre 38 milímetros, y doce cartuchos. Además, las autoridades hallaron otros elementos materiales probatorios que los vincularían directamente con el llamado plan pistola, una estrategia del Clan del Golfo para atacar de manera sistemática a integrantes de la fuerza pública como parte de su confrontación con el Estado por las recientes capturas de varios de sus líderes.
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La Fiscalía presentó ante un juez de control de garantías los elementos recopilados por la policía judicial, que evidenciarían la intención de los capturados de ejecutar el ataque. Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales les imputó el delito de fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. Ninguno de los procesados aceptó los cargos.
Ambos sujetos ya registraban antecedentes penales por concierto para delinquir agravado. En particular, alias Casarrubia estaba libre, tras haber sido beneficiado con una medida de libertad condicional que ahora quedó sin efecto. Ante la gravedad de los hechos, el juez a cargo del caso les impuso medida de aseguramiento en centro carcelario.
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