Una veintena de uniformados han sido blanco del “plan pistola” que desde el 16 de abril adelantan varios grupos armados, especialmente el Clan del Golfo, en contra de la Fuerza Pública. Solo en las últimas tres semanas, 16 policías y cinco soldados han muerto a manos de hombres armados, la mayoría de ellos tras ataques sicariales que, según las autoridades, hacen parte de un plan sistemático de organizaciones al margen de la ley, en retaliación al aumento de las operaciones militares y policiales en su contra.
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El plan pistola asedia a los uniformados en sus periodos de descanso, vacaciones o permisos. Pero las cifras crecerían si se tiene en cuenta a los funcionarios que han muerto en medio de operaciones o adelantando labores propias de su servicio, sorprendidos por hostigamientos y ataques de grupos ilegales.
El hecho más reciente ocurrió en la noche del cinco de mayo, en el municipio de Buenavista (Córdoba), cuando tropas del Ejército que acompañaban una diligencia de restitución de tierras fueron emboscadas por la subestructura Rubén Darío Ávila del Clan del Golfo. En el hecho murieron los soldados profesionales Albeiro Enrique Pertuz Cabarcas y Mario Alberto Pérez González.
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Ante esa oleada de violencia, las autoridades tomaron medidas de choque; la Policía Nacional fortaleció el desarrollo de la Operación Agamenón, cuyo objetivo es enfrentar la acción del Clan del Golfo en al menos 14 departamentos del país.
Según el último reporte entregado por las autoridades, del 18 de abril a la fecha, esta operación ha permitido realizar 74 allanamientos y capturar a 123 integrantes de ese grupo ilegal: diez líderes y 113 sicarios y “campaneros” que hacen parte de sus redes de apoyo. Entre los capturados, se destacan los perfiles de seis sujetos que, según las autoridades, son algunos de los principales “dinamizadores de homicidios”, en el marco del “plan pistola”.
Ugenes García, alias “Pipa”
En el municipio de Arjona (Bolívar), las autoridades capturaron a Ugenes de Jesús García Elguedo, conocido con el alias de “Pipa”, de 36 años. Según las investigaciones, este sujeto tiene una trayectoria criminal de más de 30 años, al servicio de distintas organizaciones criminales, entre ellas el Clan del Golfo. En esta empezó como campanero de la subestructura Nicolás Antonio Urango Reyes y escaló hasta ser designado en 2024 como líder pseudopolítico de zona, en el departamento de Bolívar.
Alias “Paipa” es señalado como “el principal generador de las conductas panfletarias y propagandísticas cometidas” en los municipios del norte de Bolívar, generando represión y miedo en habitantes de comunidades como Arjona, según señaló la Policía Nacional. Tendrá que responder por su responsabilidad en el delito de concierto para delinquir agravado.
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Ernesto Monterroza, alias “Mojón”
También en la región Caribe, específicamente en Sincelejo (Sucre), fue capturado Ernesto de Jesús Monterroza Buelvas, conocido con el alias de “Mojón”. Un sujeto con anotaciones por homicidio y tráfico de armas, que llevaba al menos tres años al servicio del Clan del Golfo. Su detención en flagrancia se dio en un sitio de invasión conocido como 20 de Julio; las autoridades lo señalan de ser el líder urbano de la subestructura Manuel José Gaitán, que opera en la capital de Sucre.
“Según las indagaciones, era encargado de coordinar la materialización de homicidios selectivos en contra de la población civil y de funcionarios de la fuerza pública a través del ‘plan pistola’”, señaló la Policía Nacional. Alias “Mojón” tendrá que responder por su responsabilidad en el delito de fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.
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Juan Guillermo Quintero, alias “Toyota”
A Juan Guillermo Quintero Olaya, conocido con el alias de “Toyota”, las autoridades le seguían la pista en el municipio de Carepa (Antioquia). Es señalado por el delito de concierto para delinquir agravado y, según las investigaciones adelantadas por la Policía Nacional, era el responsable de la inteligencia delictiva, el abastecimiento de armas e intendencia para el Clan del Golfo en el Urabá antioqueño. Las autoridades también lo responsabilizan de coordinar a los campaneros adscritos a las redes de apoyo de ese grupo ilegal en Carepa.
Ever Quintero, alias “Chaco”
También en el departamento del Antioquia, pero la subregión de Oriente, la Policía capturó a Ever de Jesús Quintero Giraldo, alias “Chaco”. Este sujeto era desmovilizado de las Autodefensas Unidas de Colombia, pero luego pasó a las filas del Clan del Golfo, sumando al menos 20 años en actividades ilícitas. Su detención se dio en el corregimiento de La Danta, zona rural del municipio de Sonsón, durante un allanamiento.
Este hombre es señalado de ser el líder pseudopolítico de la subestructura Gener Morales de ese grupo ilegal en Antioquia. Durante la diligencia, las autoridades encontraron un arma de fuego, radios y material de intendencia, que lo involucran en el delito deporte ilegal de armas de fuego.
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Alias “Paul” y alias “Ronal”
Seis capturas más se dieron en las últimas dos semanas, en zona rural del municipio de Bolívar (Valle del Cauca). Todas en flagrancia, por el delito de tráfico, fabricación o porte de municiones y armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas. Entre los capturados está un sujeto identificado con el alias de “Paul” y señalado de ser el líder de zona del Clan del Golfo en ese municipio.
También otro sujeto conocido con el alias de “Ronal”, presunto líder de zona en la vereda Naranjal, del municipio de Bolívar. Además, según las autoridades, es uno de los hombres de confianza de alis “Dimax”, un líder criminal que opera en los municipios de Riofrío, Trujillo y Bolívar, encargado de la expansión del Clan del Golfo en el Valle del Cauca. A estos sujetos les fueron incautadas armas, municiones, radios, celulares, documentos y material de intendencia.
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Además de las operaciones militares y policiales para enfrentar el “plan pistola”, se han dictado medidas de “autoprotección”, para reducir los niveles de riesgo de los uniformados. En una comunicación reciente, ordenada desde el despacho del ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, los funcionarios uniformados de las Fuerzas Militares y Policía Nacional que trabajan en esa dependencia del Gobierno en Bogotá fueron instados a evitar el uso de transporte público, no portar el uniforme si no es necesario para sus labores y cambiar las rutas por las que se movilizan en la ciudad, con el objetivo de evadir los ataques. Una lista de precauciones que se quedan cortas ante la sangrienta arremetida de los grupos al margen de la ley.
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Por Gustavo Montes Arias
