Procuraduría abrió indagación por maltrato a soldados en el Cantón Norte

La Procuraduría General abrió investigación preliminar por las denuncias registradas en los últimos días sobre un caso de maltrato a un grupo de soldados por parte de sus superiores en la Escuela de Caballería ubicada en el Cantón Norte de Bogotá. Los uniformados habrían sido víctimas de maltrato físico y amenazas con armas de fuego por parte de un oficial.

Debido a esto la procuraduría delegada para las Fuerzas Militares ordenó la recolección de pruebas, entre las que se incluye escuchar en diligencia a los dos soldados que prestan su servicio militar obligatorio. Igualmente se solicitará al comandante de la unidad militar informar sobre las acciones adelantadas para la valoración médico-legal de los uniformados.

Así como la existencia de incapacidades, excusas del servicio y lo relativo a su actual estado de salud; así como sobre las acciones de orden penal o administrativo relacionadas con los hechos. Los dos soldados fueron acusados de haber hurtado comestibles de una máquina dispensadora, lo que habría generado la respuesta del oficial.

Según el relato de uno de los soldados los hechos se presentaron cuando se encontraban de guardia en el campo de polígono, el mayor -de apellido Clavijo- lo golpeó y le exigió que le contara quien se había llevado los comestibles, haciendo referencia a la pérdida de unas galletas.

“Me estrujó, me apretaba el cuello muy fuerte, yo solo le decía que me iba a matar, a lo que respondía que eso era lo que él quería hacer”, expresó el uniformado en la denuncia presentada el pasado lunes.

Uno de sus compañeros, al percatarse del hecho, se acercó al lugar e intervino en el hecho y asegura que también fue agredido por el mayor. Acto seguido el mayor cargó su arma de dotación y los amenazó de muerte.

Luego de la discusión, los soldados escaparon por la montaña con el temor de ser encontrados por su superior y cumplir la posible promesa que les habría hecho en el cruce de palabras. Por estos hechos presentaron una denuncia ante la Fiscalía por las lesiones personales.

La Procuraduría General abrió investigación preliminar por las denuncias registradas en los últimos días sobre un caso de maltrato a un grupo de soldados por parte de sus superiores en la Escuela de Caballería ubicada en el Cantón Norte de Bogotá. Los uniformados habrían sido víctimas de maltrato físico y amenazas con armas de fuego por parte de un oficial.

Debido a esto la procuraduría delegada para las Fuerzas Militares ordenó la recolección de pruebas, entre las que se incluye escuchar en diligencia a los dos soldados que prestan su servicio militar obligatorio. Igualmente se solicitará al comandante de la unidad militar informar sobre las acciones adelantadas para la valoración médico-legal de los uniformados.

Así como la existencia de incapacidades, excusas del servicio y lo relativo a su actual estado de salud; así como sobre las acciones de orden penal o administrativo relacionadas con los hechos. Los dos soldados fueron acusados de haber hurtado comestibles de una máquina dispensadora, lo que habría generado la respuesta del oficial.

Según el relato de uno de los soldados los hechos se presentaron cuando se encontraban de guardia en el campo de polígono, el mayor -de apellido Clavijo- lo golpeó y le exigió que le contara quien se había llevado los comestibles, haciendo referencia a la pérdida de unas galletas.

“Me estrujó, me apretaba el cuello muy fuerte, yo solo le decía que me iba a matar, a lo que respondía que eso era lo que él quería hacer”, expresó el uniformado en la denuncia presentada el pasado lunes.

Uno de sus compañeros, al percatarse del hecho, se acercó al lugar e intervino en el hecho y asegura que también fue agredido por el mayor. Acto seguido el mayor cargó su arma de dotación y los amenazó de muerte.

Luego de la discusión, los soldados escaparon por la montaña con el temor de ser encontrados por su superior y cumplir la posible promesa que les habría hecho en el cruce de palabras. Por estos hechos presentaron una denuncia ante la Fiscalía por las lesiones personales.