En la noche del jueves, casi 12 horas después del atentado contra la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander, el presidente Iván Duque se refirió por segunda vez a los hechos. En ese momento, no dio muchos detalles del atentado, pues los daría al día siguiente el ministro de Defensa, Guillermo Botero, al asegurar que el Eln estuvo detrás del ataque a esa sede policial.
El discurso del presidente Duque estuvo más enfocado en invitar a los colombianos a rechazar este tipo de ataques y a permanecer unidos. También decretó tres días de luto nacional. Aun así, en la intervención, de apenas minutos, un tema llamó la atención a pesar de apenas haber sido mencionado: la existencia de redes de participación cívica para obtener información.
Cuando estaba próximo a terminar sus palabras, el presidente Duque afirmó: “Nuestro Gobierno seguirá impulsando las redes de participación cívica a través del trabajo mancomunado entre la Fuerza Pública y la ciudadanía, para obtener información que permita desmantelar sus estructuras. Profundizaremos los sistemas de recompensas para capturar a sus cabecillas y les extinguiremos el dominio a todos sus bienes sin ninguna contemplación”.
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Las redes fueron anunciadas por Duque, cuando aún estaba en campaña, como una forma de enfrentar la criminalidad, uno de los pilares de lo que fue su candidatura presidencial por el Centro Democrático, partido fundado y liderado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez. Y esta propuesta la materializó cuando llevaba poco más de una semana posesionado, el 16 de agosto de 2018, cuando anunció el plan ‘Quien la hace la paga’, que marcaba la pauta de seguridad de su gobierno.
Nuestro gobierno será el que recupere la seguridad. Vamos a revivir las redes de cooperantes, los sistemas de recompensas y a devolverle la dignidad y motivación a las Fuerzas Armadas #LaMayorista #Itagui - #Medellín @CeDemocratico #ElPartidoDeLaEsperanza pic.twitter.com/DOnafP0zCs
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) February 12, 2018
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Para septiembre siguiente, ya se habían conformado redes de cooperantes en varios departamentos del país, como Antioquia, Atlántico, Cauca, Guaviare, Huila, Magdalena, Meta y Tolima. En Medellín y Barranquilla, estos grupos, durante 2018, alcanzaron a tener 40 mil y 13 mil miembros, respectivamente, según cifras de Presidencia.
Estas redes de participación cívica recuerdan las redes de cooperación ciudadana creadas, en 2002, por el entonces recién electo presidente Álvaro Uribe Vélez y su ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, quien fue elegida vicepresidenta como fórmula del hoy mandatario Duque. Eran definidas por el programa de seguridad del exmandatario como “una red de ciudadanos en las zonas urbanas y rurales del país (que) cooperará activa, voluntaria y desinteresadamente con las autoridades (…) brindando información que permita la prevención y la persecución del delito (…) estos voluntarios multiplicarán rápidamente la capacidad de vigilancia de las autoridades, con quienes estarán en permanente comunicación”.
(Contexto: Exparas en las redes de cooperantes).
Pero las redes de cooperantes de Uribe no estuvieron exentas de críticas. Quizá una de las más duras fue el hecho de que exparamilitares desmovilizados, la mayoría de rango medio, pasaron a ser parte de estas redes, como lo reveló un cable diplomático enviado desde la embajada de Estados Unidos en Colombia a Washington en abril de 2007, cable filtrado por Wikileaks.
En el mismo cable también se asegura que los jefes paramilitares Carlos Mario Jiménez, alias Macaco; Fredy Rendón, alias el Alemán; y Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, confirmaron al garante de la OEA en el proceso con los paramilitares que había un acuerdo con el Gobierno para que sus redes de informantes se incorporaran a las redes de cooperantes del Ejército. No solo en esa ocasión, sino hasta después de que terminara su gobierno, Uribe defendió estas redes, asegurando que su única finalidad era que "los colombianos dejen de sentir temor de cooperar entre sí y de cooperar permanentemente con sus autoridades".
Adicionalmente, en 2010, Uribe, a quien le quedaban pocos meses en la presidencia, propuso la creación de una red de informantes en Medellín conformada por estudiantes universitarios, como una forma de enfrentar el aumento de homicidios que hubo en la capital antioqueña ese año. Lejos de ser bien recibida, el alcalde de la época, Alonso Salazar (2008 - 2011), la criticó, asegurando que esa era una función exclusiva del Estado. A pesar de estas críticas, las redes de cooperantes se mantuvieron durante los ocho años de gobierno de Uribe y no fueron retomadas sino hasta la llegada de Iván Duque a la Casa de Nariño.
Aunque han pasado pocos meses desde la creación de las redes de participación cívica, sus opositores han manifestado, desde el comienzo, sus preocupaciones al respecto; es el caso del excandidato presidencial y senador Gustavo Petro, quien aseguró que “este esquema de mala seguridad fue la que originó los llamados ‘falsos positivos’”. Pero a estas críticas, Duque respondió: “La participación ciudadana en seguridad y las recompensas fueron fundamentales para derrotar el terrorismo (entre 2002 y 2010)”.