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El magistrado de la Corte Constitucional, Vladimir Fernández, explica dos episodios que han generado ruido en el alto tribunal. El primero tiene que ver con dos visitas que él mismo hizo al Palacio de Nariño en enero de este año. Según su versión, tuvo que recurrir al Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), para resolver un asunto de su esquema de seguridad. Y el segundo está relacionado con una publicación de La Silla Vacía en la que se asegura que el magistrado habría tenido un especial interés en un expediente judicial que, después de una década de no haber tenido ningún avance, logró movimientos inesperados.
(En contexto: El ruido por las visitas del magistrado Vladimir Fernández a la Casa de Nariño
La Casa de Nariño confirmó que usted estuvo en dos oportunidades, en enero pasado, en la oficina del doctor Carlos Ramón González, exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia y nuevo Director Nacional de Inteligencia, ¿Cuáles fueron los motivos de esas visitas?
Yo estuve en Casa de Nariño porque he tenido algún tipo de dificultad en el tema de la entrega de la seguridad. Es un asunto de establecer el paso de la Dirección de Protección de la Casa de Nariño a la Dirección de Protección de la Policía. Hemos estado en ese trámite, que no ha concluido del todo. Estuve en esas dos oportunidades pidiendo que me ayuden a dar por concluido ese trámite.
¿Cuál es el problema que tiene?
La dificultad es que no se ha concretado el cambio. Llevo desde que salí de la Secretaría Jurídica (diciembre de 2023) de la Presidencia intentándolo. Hice la solicitud, la radiqué, hice la encuesta, me hicieron las valoraciones y estoy a la espera de que termine. Creí que podría ser más rápido.
Pero, ¿Carlos Ramón González qué tiene que ver si de la seguridad de los funcionario se encarga la Casa Militar?
Él tenía la autoridad sobre ello. Él es la cabeza, en su dependencia, de ese tema.
¿Por encima de la autoridad de la Casa Militar?
Es que él es el encargado del asunto desde el punto de vista administrativo. Creo que se llama la jefatura de protección.
¿Y ese trámite no se podía hacer por una llamada?
No. Yo quería entregar todos los papeles y lo quería hacer personalmente. Por la misma situación de hacerlo de una manera formal.
¿Qué ha dicho la Policía que se encarga de la Protección de la Rama Judicial?
Estuve con el general William Salamanca, director de la Policía, hablando de este tema. Ya está coordinándose con el director de la Dirección de Protección, con el coronel Juan Cubides, con quien también me he comunicado y le he pedido más celeridad en el asunto.
¿En algún momento pensó que la visita de un magistrado a la Casa de Nariño, así sea para asuntos administrativos, no iba a ser bien vista?
No. Además, me pareció un trámite administrativo y normal.
¿La Sala Plena de la Corte Constitucional le ha preguntado sobre esto?
No, pero yo sí les conté. Les dije exactamente lo mismo que estoy comentando aquí.
¿La Sala le pidió explicaciones sobre la nota de la Silla Vacía titulada “El interés oculto que arrastra Vladimir Fernández a la Corte Constitucional”, relacionada con una obra inconclusa en Chocó en la usted tendría interés, dado que están involucradas dos antiguas colaboradoras suyas?
Yo, en la Sala Plena de la semana pasada, les presenté la explicación. Les dije que no tenía ninguna participación, ni ningún interés en ese asunto, y que estaba recabando la información que pudiera conseguir para tener absoluta claridad sobre el tema.
La exdirectora de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, Martha Lucía Zamora, señaló que usted sí tenía un interés muy claro en ese expediente y que se lo expresó a ella misma…
Yo tengo la percepción clarísima de lo que la doctora Martha Lucía ha dicho, además porque la respeto mucho profesionalmente y siempre tuve una excelente relación con ella. Tengo en mi recuerdo las muchas reuniones que tuve con ella, inclusive para hablar de varios temas. Entre ellos, todos los relacionados con el ámbito de las funciones, tanto de ella, como las mías. Tengo presente dos asuntos que ocurrieron en el Chocó, que tienen que ver con asuntos contencioso administrativos o de acciones de grupo o reparación directa, a la cual le prestó toda la defensa a favor del Estado.
Pero Martha Lucía Zamora habló puntualmente de un caso específico que estuvo en el Tribunal Superior del Chocó y hoy está en un tribunal de arbitramento. Se trata de la demanda de un consorcio contra el Invías en el que está involucrada la firma Estudios y Asesorías Profesionales…
Yo le estoy hablando de manera general de las funciones que cada uno ejercía dentro de sus actividades.
¿Y cuál era el interés en esos casos del Chocó?
Que tuviera total certeza y claridad que debía hacerse la mejor defensa por parte de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado. Ningún tema particular.
Pero ella, en la publicación, sí habla de un tema particular y no es un menor porque lo que asegura es que usted sí le preguntó puntualmente por la demanda contra el Invías...
Le estoy hablando de la manera en la que se conversó sobre el asunto.
¿Por qué le interesaban entonces esos temas en general, y no, por ejemplo, los procesos en otro departamento?
Recuerdo que en una de esas vistas que hizo el ministro de Transporte en su momento al Chocó, me dijeron que había que prestarles atención a esas situaciones.
¿Recuerda cuáles eran los otros casos?
Recuerdo temas de general.
La generalidad la entiendo, pero la pregunta es sobre un caso muy puntual en el que, al parecer, usted tendría intereses por su pasado con la firma que podría salir beneficiada de ese pleito...
Es que pudimos hablar sobre dos o tres procesos. Se habló de manera general.
Entonces, ¿no es cierta esta respuesta que Zamora le da a La Silla Vacía, respecto a su interés puntual en un solo caso?
Por eso le estoy diciendo: creo que dentro de esos temas también había una acción de grupo, también de preocupación para que atendiera la Agencia.
¿Esto se va a quedar en generalidades?
Tengo el total conocimiento por quién es a doctora Zamora y por su actividad profesional. Así lo ha asumido, y con toda la trasparencia y la profesionalidad que a ella le corresponde y la caracteriza.
¿En algún momento le explicó a Zamora o a alguien en la Casa de Nariño que usted tenía un antecedente en el caso del Chocó?
No, yo no tengo ningún antecedente en el proceso.
¿No es cierto que colegas suyas, con las que trabajó durante mucho tiempo, tienen los derechos litigiosos de ese expediente contra el Invías?
Yo no tengo ninguna vinculación con ese asunto. Dentro de lo que he averiguado, es que la situación de la cual se están ocupando es que están pendientes de que el tema se resuelva y, con eso, les paguen honorarios. Es lo que tengo entendido.
Pero esa no fue la pregunta que le hice…
No, no tengo ninguna vinculación. En lo absoluto.
¿Qué tiene que ver usted con la firma Estudios y Asesorías Profesionales?
Nada.
Pero, según su hoja de vida, usted sí trabajó en esa firma. Además, la publicación de La Silla Vacía habla sobre que compartió litigios con ambas socias y fundadoras de la empresa y una de ellas llegó a la Presidencia como asesora suya...
Ah sí. Presté asesoría como abogado externo, como lo hice con muchos abogados y particularmente en el ejercicio de mi profesión.
¿En esas asesorías nada tuvo que ver la demanda contra el Invías?
Nada.
Pero ¿su asesora en el despacho de la secretaría jurídica de Presidencia, Claudia Liliana Quijano, sí tiene algo que ver en esa demanda?
La verdad no lo sé.
La Silla Vacía dice que su relación fue bastante estrecha con ella…
No, en un par de oportunidades presté asesorarías y consultorías. No solo a esa oficina, sino con muchas otras. No tengo ninguna relación con ese proceso particular. No estoy enterado. No lo sé. No sé si tuvo algún tipo de relación o vínculo o asesoramiento.
¿Usted llevó a Claudia Quijano a la secretaría jurídica de la Presidencia?
Así es.
¿Qué labores hacía ella?
Era asesora en temas de seguridad social y laborales.
¿Irma Solangel Torres, la otra socia y fundadora de la firma trabajó en la Secretaría Jurídica?
No.
¿Le preguntó a ella o a Claudia Pinilla si tenían algo que ver en ese proceso contra el Invías?
Nunca.
¿Cree que pudieron tener un impedimento?
No. No creo.
¿Cuál es su versión sobre esta historia de la Silla Vacía?
Yo respeto completamente la actividad periodística. Yo le estoy contando lo que sé y la realidad. No tengo ninguna vinculación con ese asunto de manera particular. No tengo ningún interés al respecto.
¿Qué pruebas tiene para refutar esa publicación?
No tengo ninguna relación. No presenté la demanda. No tengo nada que ver. No solo es mi palabra: así consta en todas las actuaciones judiciales o administrativas al respecto.
Pero, La Silla Vacía sí tiene documentación que probaría todo lo contrario…
Yo todo lo que he visto y todo lo que he revisado del proceso me permite decir que no hay nada raro. Porque no existe y porque no participé en ese asunto.
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