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Un total de 77 ejemplares de fauna silvestre fueron rescatados en diferentes municipios de los departamentos de Bolívar, Sucre y Antioquia. Entre las especies recuperadas se encontraban tortugas morrocoy, boas, iguanas, zarigüeyas, babillas, loros, pericos y canarios.
De acuerdo con la Armada de Colombia, los animales eran mantenidos en cautiverio o estaban siendo transportados de manera irregular para su presunta comercialización. El operativo se desarrolló en medio de acciones de control territorial y protección animal, mediante un trabajo conjunto entre la Brigada de Infantería de Marina, autoridades ambientales y la Policía. Durante las operaciones también fue capturada una persona, quien quedó a disposición de las autoridades competentes.
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Según las autoridades, las estimaciones preliminares indican que el valor de estas especie en el mercado ilegal superaría los $400 millones. Asimismo, aseguran que el tráfico ilegal de fauna silvestre constituye un delito que establece que “quien ilícitamente se apropie, mantenga, trafique, explote, transporte, comercie o se beneficie de especímenes de fauna silvestre incurrirá en prisión de hasta 135 meses y en multas por hasta 43.750 salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
La Armada advirtió que esta práctica ilícita atentan contra la biodiversidad, el equilibrio de los ecosistemas y la salud pública. “La extracción y comercialización de especies genera graves afectaciones al equilibrio natural de los ecosistemas, altera las cadenas alimenticias, disminuye las poblaciones silvestres y, en muchos casos, pone en riesgo la supervivencia de especies amenazadas”, precisaron.
Los ejemplares recuperados fueron entregados a la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique), la Corporación Autónoma Regional de Sucre (Carsucre) y el Establecimiento Público Ambiental de Cartagena, entidades encargadas de la valoración veterinaria y el manejo especializado de los animales.
En los casos en los que se constató que los animales estaban en buen estado de salud, estos fueron liberados de inmediato en su hábitat natural. Los demás quedaron bajo custodia de las autoridades ambientales, que adelantarán procesos de rehabilitación antes de su liberación definitiva.
Finalmente, la Armada hizo un llamado a la comunidad a denunciar este tipo de delitos, “que no solo ponen en riesgo la vida de los animales, sino también la salud pública y el equilibrio ecológico de la región”.
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