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"Restrepo sucumbió ante los propósitos de una empresa criminal"

Según el ente acusador, se buscaba legitimar el proceso de desmovilización con los grupos armados ilegales de izquierda. Audiencia seguirá el lunes.

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El Espectador
10 de febrero de 2012 - 08:20 p. m.
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Como una “empresa criminal” calificó el fiscal Francisco Javier Villarreal la unión de varios funcionarios del Gobierno, militares, narcotraficantes, paramilitares y guerrilleros que se maquinaron la desmovilización de la compañía Cacica La Gaitana de las Farc registrada en marzo de 2006.

Según la Fiscalía, el excomisionado para la Paz Luis C. Restrepo fue parte fundamental en el engranaje de esta “empresa” puesto que se prestó para que unas personas obtuvieran los beneficios jurídicos y económicos que otorgaba el Gobierno a las personas que se dejaran las armas.

Sin embargo, 62 personas que se presentaron como desmovilizados de la citada compañía nunca habían portado un arma de fuego, ni habían participado en un combate, “puesto que eran guerrilleros falsos, al igual que la compañía que decía pertenecer”.

Para el ente acusador, “la compañía Cacica La Gaitana nunca existió, por lo que no se puede hablar de una desmovilización colectiva”, pues estas personas que fueron presentados ante los medios de comunicación y el país fueron contactadas por diferentes partes del país por el desmovilizado guerrillero Raúl Agudelo Medina, alias ‘Olivo Saldaña’.

“Se realizó la gestación de una empresa criminal para la creación de una falsa compañía que autodenominaron Cacica La Gaitana, adscrita a las Farc, con el fin de conseguir prebendas de carácter político, jurídico y económico”, precisó el fiscal en la imputación de cuatro delitos en contra del excomisionado de Paz.

Y es que para la Fiscalía, Restrepo conocía de antemano la búsqueda de un grupo de guerrilleros desmovilizados y unos narcotraficantes que querían los beneficios que le ofrecía el Estado, ante lo cual pactaron una falsa desmovilización que tenía dos objetivos principales.

El primero tenía un tinte político, por lo que se buscaba que los procesos de desmovilización que adelantaba el Gobierno con grupos armados ilegales de extrema izquierda (guerrilla) fueran vistos con los mismos ojos que tenían los procesos de desmovilización de los paramilitares.

“Existen elementos suficientes para inferir que Restrepo en su calidad de comisando para la paz es coautor responsable a titulo de dolo, porque habría recibido la sugerencia por parte de la comandancia de las AUC de hacer acercamientos con los grupos de extrema izquierda para que se beneficiara de los procesos que se adelantaban con ellos. Para así legitimar el proceso de desmovilización”, precisó el fiscal basándose en los testimonios de Salvatore Mancuso.

La Fiscalía le imputó a Restrepo los delitos de peculado por apropiación, fraude procesal, prevaricato por acción y tráfico, fabricación y porte de armas de uso privativo de la Fuerzas Militares.  

Por El Espectador

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