La carga había sido escondida en una alcantarilla, dijo el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, general Gustavo Ricaurte, que no descartó que el plan de los guerrilleros fuese el de atentar contra un transporte de la Fuerza Pública.
Ricaurte dijo que la bomba dejó "prácticamente inhabilitada" una sección de 3,50 metros de la carretera, que atraviesa el país de norte a sur y se interna en territorio ecuatoriano.
El tráfico por ese tramo de la Panamericana quedó reducido a un carril, agregó el jefe policial, que atribuyó el sabotaje a las Farc.
El general dijo que efectivos a cargo suyo también decomisaron una carga explosiva que era transportada en un autobús de pasajeros que había partido de Cali, la capital del Valle, y que tenía como destino el municipio de Pradera.
La bomba "estaba compuesta por ocho artefactos de alto poder" y tenía metralla de acero, explicó Ricaurte, e indicó que contaba con un sistema de ignición a control remoto.
Los efectivos de un puesto de control establecido a la entrada de Pradera descubrieron la carga, que iba a ser utilizada para atentar contra una patrulla policial, según la misma fuente.